La Primera Dama y los 43 estudiantes

"Mirando al Sur": blog del periodista Luis Manuel Ortiz que comenta los sucesos de actualidad desde Texas

La esposa del presidente mexicano colgó un video en YouTube para aclarar la procedencia dela propiedad.

La esposa del presidente mexicano colgó un video en YouTube para aclarar la procedencia dela propiedad. Crédito: Imagen tomada de video

Brownsville, Texas.- Comencemos como si esto fuera una clase de historia mexicana: México se convirtió en un país independiente en 1827 (hace 187 años), pero antes, en 1814 (nada más y nada menos que 200 años atrás) promulgó su primera constitución, popularmente conocida como La Constitución de Apatzingán y formalmente llamada “Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana”. Mucho después, al concluir la Revolución, el 5 de febrero de 1917 (tres años más y hará un siglo), se promulgó la Constitución Mexicana que todavía está vigente, aunque con innumerables adiciones y reformas.

Ahora volvamos al México de hoy para darnos cuenta de que al parecer estas cosas las ignora el presidente Enrique Peña Nieto al anunciar que está trabajando en “un proyecto de nación”. Cuando EPN regresó de China, hace unos cuantos días, se refirió a hechos de violencia registrados en las protestas callejeras por la desaparición de 43 estudiantes normalistas en un episodio en el que se ha comprobado que tuvieron que ver soldados, policías, autoridades civiles de diversos niveles y narcotraficantes y que ha despertado indignación nacional y rechazo a nivel mundial

El mandatario mexicano dijo que esas protestas a veces no tienen claro su objetivo, “pareciera que respondieran a un interés de generar desestabilización, que generan desorden social y, sobre todo, atentar el proyecto de nación que he venido impulsando”.
En primer lugar, me parece sumamente ofensivo que no considere un objetivo claro la protesta por la desaparición de 43 jóvenes estudiantes y el dolor y angustia de sus familiares, así como la exigencia de su aparición sanos y salvos.

Y, por otra parte, resulta un exceso de petulancia hablar de que encabeza un proyecto de nación. ¡Enrique no es presidente de una nación sino apenas de un proyecto! Por lo que se ve, para él 200 años de historia y lucha de muchos grandes hombres y mujeres, en las diferentes etapas de la nación, resultan nada frente a su petulancia y a las reformas legislativas que ha impulsado y que sólo traerán más riqueza a quienes ya la tienen y más pobreza a quienes también ya la sufren en exageración. ¿Habrá entonces que volver a escribir la historia de México para crear un nuevo capítulo, encabezado por él?

Pero hay todavía otro tema, sin duda directamente relacionado, que no debemos pasar por alto: ¿Es la “Casa Blanca de la Gaviota” un escándalo manipulado por el gobierno mismo para distraer la atención pública? ¿Para hacer olvidar a la nación que hay 43 estudiantes desaparecidos –además de miles de asesinados, secuestrados, asaltados, robados, etc. por una ola de criminalidad de la que el mismo ejército y gobierno es parte?

No sería extraño que todo sea una maniobra propia. Se dan los ingredientes ideales: Por un lado, una primera dama que fue actriz, guapa, de no muy buena fama moral. Por el otro, una historia muy de telenovela, con los “detallitos” que fascinan a quienes miran las telenovelas y que es el grueso del pueblo mexicano, en las que ella fue destacada protagonista. Tiene los ingredientes ideales para que los genios propagandísticos del gobierno maniobren con pureza y eficacia.

¿Se han dado ustedes cuenta que las redes sociales han ocupado casi por completo su espacio para hablar de la Gaviota, de “su” casa, de su relación dudosa con Televisa, etc. y han dejado, en buena medida, de ocuparse de los 43 desaparecidos? Nada me quita del pensamiento que en esos rumores está la hábil mano propagandística y deformante de la opinión pública del gobierno.

Pero mal hará la sociedad mexicana si termina siendo manipulada y deja de exigirle al gobierno el cumplimiento de sus obligaciones. Si no lo hacemos así seremos cómplices. Y ser cómplices de un gobierno como el del PRI -aunque también del PAN, del PRD y los otros partiduchos paleros mexicanos- es una culpa muy grande, que seguramente no merecerá perdón.

En esta nota

Ayotzinapa Iguala México
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain