Suicidio asistido: regresa debate por la legalización

Permitiría que pacientes terminales tomen un medicamento fatal

La última vez que se debatió una ley similar en California fue en el 2007 y fue archivada —sin ser aprobada— por tercer año consecutivo.

La última vez que se debatió una ley similar en California fue en el 2007 y fue archivada —sin ser aprobada— por tercer año consecutivo. Crédito: <copyrite> GETTY Images< / copyrite><person> < / person>

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Legisladores demócratas de California presentaron esta semana una medida que permitiría el suicidio asistido para que los pacientes terminales que deseen poner fin a su vida puedan tomar ellos mismos la medicación fatal.

La propuesta de ley “Muerte con Dignidad”, presentada por los senadores demócratas Bill Monning de Carmel y Lois Wolk de Davis, busca ofrecer una salida digna a las personas con enfermedades terminales.

Es el momento adecuado en California para avanzar en las conversaciones acerca de las opciones al final de la vida“, aseguró el líder de la mayoría del senado, Bill Monning, al presentar el proyecto de ley en Sacramento.

La iniciativa surge como respuesta al caso de Brittany Maynard, una joven californiana que sufría un tipo invasivo de cáncer cerebral y que se mudó a Oregón para poner fin a su vida, dado que allí hay una ley que lo permite.

Según destacaron los legisladores, la propuesta de California sigue la misma línea de la ley vigente en Oregón, llenando algunos vacíos en su aplicación.

Tanto el esposo como la madre de Maynard, quien ingirió una dosis letal de medicina en noviembre del 2014, estuvieron presentes en el anuncio de la iniciativa de ley.

“El tener ayuda para morir como una opción al final de su vida le dio un gran alivio a Brittany”, aseguró su viudo, Dan Díaz.

“Le permitió a mi esposa enfocarse en vivir sus últimos días al máximo, en lugar de preocuparse por la agonía de morir por un cáncer terminal”, agregó.

No obstante, la propuesta no cuenta con el apoyo de todos los legisladores y tampoco es una alternativa viable para muchas organizaciones médicas, de defensa de los derechos humanos o religiosas.

“Es importante reconocer que esta ley ha sido propuesta varias veces en el pasado y en otros estados igualmente, ha sido debatida y ha sido descartada anteriormente”, señaló Luis Alvarado, portavoz de la Coalición Californianos en Contra del Suicidio Asistido.

En efecto, la última vez que una ley similar fue estudiada por el Congreso californiano fue en el 2007 siendo archivada -sin aprobar- por tercer año consecutivo.

Alvarado reiteró su rechazo a la iniciativa y destacó que la Coalición —conformada por profesionales médicos, hospitales, organizaciones de fe y de defensa de los derechos civiles— “no le encuentra beneficio” a esta propuesta.

El portavoz afirmó que la ley “tiene demasiadas aberturas por las cuales se puede abusar del proceso y hacer que las personas que se encuentran en una condición terminal puedan recibir un daño”.

No obstante, la campaña para impulsar la ley en California basada en el caso de Maynard y respaldada por la organización Compassion & Choices, asegura que busca aliviar el sufrimiento de la persona y de su familia.

Así, han presentado igualmente el caso de Emily Rose Olvera, de 25 años, hija del médico Robert Olvera y quien murió en abril, “después de cuatro meses de agonía causada por una rara forma de leucemia.”

Mi hija, Emily Rose, fue confinada a una cama, ciega, con problemas para respirar y unos dolores de cabeza insoportables que ningún medicamento podía aliviar. Ella sufrió horriblemente y yo me senté a su lado, sin poder hacer nada para aliviar su dolor”, explicó el médico hispano de Santa Ana.

“Nosotros nos oponemos a que una persona en condición terminal sea considerada una carga a y que ello sea razón para acelerar su muerte”, argumentó el representante de Californianos en Contra del Suicidio Asistido.

Otro de los argumentos que la Coalición ha utilizado para derrotar recientemente propuestas similares en Massachusetts, Connecticut y Nueva Jersey, son los intereses económicos de los seguros de salud, pues es más económico ofrecerle a una persona una sobredosis de medicina para que se suicide que mantenerla con cuidado asistido durante meses.

Alvarado también advirtió a la comunidad hispana que tenga cuidado con la manipulación emocional.

“Le diría a nuestra comunidad latina que tenga cuidado para no dejarse engatusar por sensibilidades emocionales: sabemos que el proceso terminal de una persona es muy emotivo y muy doloroso pero no dejemos que otra gente lo utilice para promover su visión de la ley”, concluyó.

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