Probablemente has comido pescados atrapados por esclavos
Los maltratos que recibían los trabajadores de estas embarcaciones pesqueras incluyen encierros, golpizas, falta de agua potable y latigazos con la cola de mantarrayas
El tema de abusos de derechos laborales sufridos por la gente encargada de nuestra comida no es exclusivo de los campos agrícolas. El problema, de acuerdo a una investigación publicada hoy, también está presente en la industria pesquera que distribuye pescado a todo el mundo, incluyendo el mercado estadounidense.
Las historias de hombres esclavizados en el Sureste de Asia, principalmente ciudadanos de Myanmar y Burma, suenan la alarma acerca de violaciones de derechos humanos y los lugares donde acaban los productos obtenidos gracias a su trabajo. De acuerdo con datos de la aduana estadounidense, fábricas de Estados Unidos recibieron varios envíos de pescado vinculado con denuncias de esclavitud, reveló una investigación de un año de The Associated Press.
Entre los descubrimientos de la investigación resaltan los maltratos que recibían los trabajadores de estas embarcaciones pesqueras, los cuales incluían encierros, golpizas, latigazos con la cola de mantarrayas e incluso reportes de cadáveres lanzados a los tiburones o mantenidos en los congeladores con los peces. A los trabajadores tampoco se les permitía alimentarse con el pescado que atrapaban, supuestamente porque era demasiado valioso para ellos.
Una de las empresas conectadas con los proveedores de estos pescados era Thai Union, dueña de Chicken of the Sea y en camino de comprar Bumble Bee. Si bien la historia no indaga específicamente sobre la pesca de atún, la organización Greenpeace dice que estas denuncias refuerzan las preocupaciones que hay sobre el suministro de una de las compañías más importantes de atún en EEUU.
Las tres empresas de atún más grandes ?Chicken of the Sea, Bumble Bee y Starkist? recibieron malas calificaciones por sostenibilidad y derechos humanos en el más reciente reporte de Greenpeace. Estas compañías conforman alrededor del 80% del mercado estadounidense.
Thai Union respondió a la investigación cortando lazos con el proveedor asiático involucrado en los abusos laborales, reporteó ABC News.
Para John Hocevar, director de campaña de océanos de Greenpeace U.S., estos reportes de abusos de derechos humanos son solamente la punta del iceberg.
“Si comes atún de Thai Union, no hay manera de estar seguro si estás comiendo pescado conectado con esclavitud o atrapado bajo condiciones extremadamente pobres”, dijo Hocevar.
El pescado atrapado, según el reporte, era vendido para marcas de comida para gato como Fancy Feast, Meow Mix and Iams, además de marcas para el consumo humano como Chicken of the Sea y cadenzas como Kroger, Albertsons y Safeway.
Are slaves catching the #fish you buy? US supply chain tainted by #slavery http://t.co/Lcll1exq9y via @AP pic.twitter.com/zAJ7DhJWGl
— Greenpeace PressDesk (@greenpeacepress) March 26, 2015
Report from @AP follows fish caught by slaves in Southeast Asia to major supermarket chains in the US http://t.co/8efEp34UjY
— ICIJ (@ICIJorg) March 25, 2015