¿Es el sexting infidelidad?
Difundir tus fotos íntimas no sólo podría comprometer tu reputación, sino también tu relación de pareja
Si 20 años atrás alguien hubiese predicho que jóvenes, y no tan jóvenes, estarían constantemente sacándose fotos de sí mismos y sus partes íntimas, y enviándolas por teléfono a una red a la que tienen acceso millones de personas, se le hubiesen reído en la cara. Y sin embargo, eso es exactamente lo que ocurre en la actualidad.
Enviar fotos íntimas a un enamorado no es una novedad. Desde que se inventó la fotografía, millones de personas lo han hecho, o al menos lo han considerado. Pero las fotos que se toman y envían por teléfono pueden ocasionar una serie de problemas particulares.
Por un lado, hay personas que desarrollan una adicción a los “selfies” y comienzan a auto retratarse de manera constante y compulsiva. Por otro, enviar imágenes eróticas o sugestivas a alguien fuera de la pareja, podría poner en peligro a la relación.
Una encuesta realizada por YouGov (today.yougov.com) encontró que 53% de los norteamericanos consideran sexting con alguien fuera de la pareja como un acto de infidelidad, aunque no haya contacto físico. Entre los encuestados, el 60% de las mujeres y el 46% de los hombres desaprobaron la práctica.
“Quienes hacen sexting con alguien fuera de su pareja están cometiendo una infidelidad, porque están buscando placer y gratificación fuera de sus relaciones”, indicó la psicóloga Frieda Birnbaum, autora de What Price Power: An In-Depth Study of the Professional Woman in a Relationship.”Tus sentimientos íntimos, tu cuerpo y tus deseos más profundos son algo para compartir con tu pareja cuando te comprometes en una relación. Sexting es una traición a la confianza”, agregó la experta.
Dime que soy bella
En 2011, Anthony Weiner, ex miembro de la Cámara de Representantes, tuvo que admitir en público que había hecho sexting con seis mujeres en tres años, a pesar de estar casado y esperando a su primer hijo. El escándalo le costó su puesto en el Congreso y casi le cuesta su matrimonio.
En aquel entonces, muchos se preguntaron qué fue lo que le hizo creer al político que un sitio como Twitter, con 288 millones de usuarios, era un medio privado y confidencial. Cuando en 2013, lo volvieron a pescar, muchos se preguntaron si tendría una adicción, amnesia selectiva o un narcisismo a prueba de escándalos.
El sexting puede convertirse en una adicción sexual, y como cualquier otra, requiere tratamiento y en ciertos casos ayuda profesional. Pero la compulsión de enviar fotos una y otra vez, conociendo los riesgos de hacerlo, también puede tener una raíz narcisista.
El doctor Donald Nathanson, autor de Shame and Pride: Affect, Sex, and the Birth of the Self, explicó que aquellas personas con baja auto estima tienen la necesidad de que otros los halaguen y admiren constantemente, para poder cubrir un sentimiento inconsciente de vergüenza interna, que viene de la infancia. Esta misma necesidad hace que algunas personas sientan la compulsión de enviar fotos íntimas para que otros los halaguen, y poder reforzar así sus tendencias narcisistas.