window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-network'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

La cepa de tu amor

Ángel Rivas/Agencia Reforma

Vino y romance van de la mano. Descubre los placeres que puede proporcionar al paladar.

Vino y romance van de la mano. Descubre los placeres que puede proporcionar al paladar. Crédito: Shutterstock

Así como los individuos tienen personalidad, las uvas tienen carácter.

Elige la variedad de uva de vino que por sus notas en nariz y boca se acerquen más a la forma de ser de tu persona amada y selecciona el más apropiado para una velada agradable, romántica… y deliciosa.

Pinot Noir

Cono Sur, Chile: vino sensual y elegante por sus notas a fresa, frambuesa y arándano, además de taninos suaves. Para aves y quesos suaves.

Louis Jadot Gevrey-Chambertin, Francia: destacan sus aromas a grosella y frutos negros bayas, además ser elegante y con un gran final en boca. Armoniza con coq au vin y estofados de carne.

Marimar Estate La Masía, California: aromas a ciruela, frutas del bosque, un toque de vainilla y especias. Gran carácter y elegante en boca. Para platos con cerdo o poco picantes.

Nebiolo

Gaja Barbaresco, Italia: gran cuerpo, aromas a ciruelas, trufas blancas y capacidad de guarda de hasta 30 años. Ideal para roast beef, risotto con champiñones o rack de cordero.

Pio Cesare Barbaresco Il Bricco: con aromas a fruta madura, alquitrán y pétalos de rosa; buena tanicidad y capacidad de guarda. Se lleva con cortes de carne y pastas condimentadas.

El Cielo Perseus, México: predominan aromas a higo, ciruela pasa y frambuesa, con algo de tabaco y chocolate; taninos firmes. Va con quesos maduros, hongos y carnes.

Merlot

Stag’s Leap Wine Cellars, California: con aromas a cereza, ciruela roja y granada, y toques a chocolate, vainilla y especias; potente al paladar. Ideal para costillas de cordero o pato.

Viña Liceaga Gran Reserva, México: perfil aromático a zarzamora, mora y ciruela; de gusto elegante y balanceado, prolongado y bien estructurado. Para magret de pato y lomo de cerdo.

Montes Alpha, Chile: con aromas a bayas, zarzamoras, cerezas, especias y tabaco. De buena acidez y tanino equilibrado. Ideal con chuletas de cerdo o cordero.

Tempranillo

Santo Tomás, México: prevalecen aromas afrutados a ciruela amarilla, además de hierba y mentol;  buen ataque en boca y final largo. Va con un asado o pollo en salsa cremosa.

Viña Pedrosa, España: potente en nariz, con frutalidad, especias, hierbas aromáticas, vainilla y canela; robusto y serio en boca. Maridar con carnes de caza y aves condimentadas.

Torres Celeste, España: nariz herbal con notas a laurel y eucalipto, además de grosella y membrillo. Bien estructurado y complejo en boca. Se lleva con pastas y risotto.

Syrah

Peter Lehmann Stonewell, Australia: abundante en aromas a ciruelas negras, chocolate y toques de menta; profundo en boca y de taninos firmes. Para animales de caza y quesos maduros.

Lapostolle Cuvée Alexandre Las Kuras, Chile: con una nariz elegante, notas a zarzamora, ciruela pasa y pimienta negra; al paladar muestra taninos pulidos. Marida con cordero y quesos maduros.

Monte Xanic Edición Limitada, México: sobresalen aromas de frutos rojos, lácteos, madera y tostados; buen ataque en boca, acidez vivaz y taninos dulces. Va con quesos maduros y caza mayor.

Cómo cocinar con vino

Utilizado desde la antigüedad como ingrediente, el vino es indispensable en la cocina por su potencia aromática y complejidad gustativa. En algunas recetas, se utiliza para perfumar verduras, pastas y salsas; en otras ayuda a suavizar y dar sabor a todo tipo de carnes. Pero no sólo se trata de tintos y blancos. “Vinos generosos, tranquilos y hasta espumantes pueden utilizarse por igual. De hecho, la elección se determina por la personalidad que se quiera conferir al plato”, detalla el chef mexicano Salvador Orozco. “Un madeira, fortificado originario de Portugal, por ejemplo, juega un papel importante en algunas sopas, pues permite dar matices profundos de sabor cuando se agrega justo antes de servir. Por el contrario, un tinto tranquilo que se reduce a fuego lento, por varias horas, es excelente para conferir cierta personalidad a una salsa”. De acuerdo con Orozco, el vino puede utilizarse en entrantes, platos salados y hasta postres. Los tintos ligeros y afrutados resultan perfectos para cocer frutas o acompañar postres a base de quesos maduros. Los blancos ácidos son ideales para aromatizar caldos de crustáceos y pescados delicados, así como para dar un toque de sabor a moluscos de concha crudos. “Cocinar con vino es sencillo cuando tienes la paciencia, y es que, hay ciertos vinos, como tintos estructurados, de mucha intensidad, que requieren un tiempo de cocción específico para cumplir su función… ¿La calidad importa?, claro que sí. En cualquier platillo terminado es posible apreciar las notas. Es muy diferente cocinar con un vino de gama baja, que no aporta personalidad ni cuerpo al plato, a añadir una buena etiqueta”, señala Orozco.

En esta nota

vino romance
Contenido Patrocinado