En riesgo desde muy jóvenes

Hoy en día un porcentaje de niños y niñas empiezan su actividad sexual a partir de los 12 años

ETS adolescentes

Es importante el apoyo y la compresión cuando un hijo adolescente se contagia de una enfermedad de transmisión sexual.  Crédito: Shutterstock

“¿Mi hijo?… ¿Mi hija? ¡No, él no… Ella, no”. Así es como la mayoría de los padres responden ante la pregunta de si su hijo o hija adolescente es activo o activa sexualmente.

“Es entendible que los padres respondan así. Pero la realidad es que hoy en día tenemos niños y niñas que empiezan la actividad sexual a partir de los 12 años”, dice el doctor Metee Comkornruecha, experto en medicina adolescente en el Nicklaus Children’s Hospital, en Miami, Florida.

“El grupo de estos menores precoces sexualmente no alcanza el 15% de la población adolescente del país”, denota el galeno. “Pero, según con lo que veo en mi práctica, estos menores no solo son activos sexualmente sino que están expuestos a las enfermedades de transmisión sexual [STD], al igual que aquellos jóvenes que todavía no tienen una vida sexual”.

Los jóvenes y las STD

La clamidia sigue siendo la enfermedad de transmisión sexual más prominente entre los adolescentes activos sexualmente, seguida por la gonorrea, las tricomonas y el herpes genital.

“La clamidia y la gonorrea son de origen bacteriano; las tricomonas de causa parasitaria y el herpes genital es viral”,  explica el especialista en medicina juvenil.

El virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés) es otra infección de transmisión sexual que contraen los jóvenes tras practicar el sexo vaginal o rectal sin el uso de profilácticos o condones. Lo mismo ocurre con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), causado por el Virus de la Immunodeficiencia Humana (HIV), que también se contrae a través del sexo oral.

“Muchas jovencitas practican el sexo oral ante la creencia de que es un sexo seguro porque no pierden su virginidad o no están en riesgo de quedar embarazadas, pero lo que no saben es que al practicarlo sin protección pueden contraer clamidia, gonorrea, herpes genital u otras STD’s”, resalta el doctor Comkornruecha.

Los padres ante la realidad de las STD

En este mes dedicado a la concientización de las STD o ETS, por sus siglas en español, el doctor Comkornruecha insta a los padres a educarse sobre estas enfermedades y hablar de ellas con sus hijos adolescentes sobre los riesgos de contraerlas.

“Como padres, debemos hablar de sexo y sexualidad con nuestros hijos desde temprana edad”, dice el especialista. “Esta es la clave para que nuestros hijos conozcan todos los riesgos a los que pueden estar expuestos. Hay que hablarles sobre la importancia de mantenerse vírgenes lo más que puedan; pero a la vez, hay que educarlos sobre el uso de los preservativos que previenen el contagio de estas enfermedades, ya que algunos de ellos pueden estar activos sexualmente desde los 12 o 13 años y uno no se ha dado cuenta”.

De no poder hablar con los hijos de estos temas, el profesional de la salud recomienda facilitarle al menor material educativo al respecto o pedirle a su pediatra o médico familiar que trate el tema con el chico o la chica, y le explique las consecuencias de tener sexo de forma irresponsable.

En cuanto a los jóvenes, el doctor Comkornruecha los llama a hablar con honestidad con su pediatra o médico de cabecera durante sus citas de control anual.

“Es importante que el menor de 12 o 13 años le diga a su médico o pediatra si es o no activo sexualmente”, señala el especialista en medicina juvenil. “Cuando nosotros somos conocedores de esto, entonces podemos hablarles de cada enfermedad, sus riegos y mandarles a hacer las pruebas médicas para detectar su presencia”.

¿Qué hacer cuando un hijo se contagia de una STD?

Aunque el escuchar que uno de nuestros hijos adolescentes o preadolescentes se ha contagiado de una enfermedad de transmisión sexual cruza la línea de los sentimientos y de nuestra evaluación personal como padre, el galeno dice que “no hay que dejar solo” al chico o la chica afectada.

Hay que apoyarlo o apoyarla, “no matter what” (no importa qué), dice el galeno. Hay que estar pendiente de sus citas médicas y tratamientos, y asegurarse de que se tomen y acaben las medicinas. Y sin ser trilladores, también hay que recordarles los riegos a los que se exponen si vuelven a practicar un sexo no seguro.

“En realidad, la clave de que nuestros hijos no se contagien de las STD a temprana edad está en la educación de los padres y los chicos”, concluye el galeno.”También está en el proveerles los profilácticos si es que sabemos que ya son activos sexualmente. Con esto evitamos que se contagien de enfermedades mortales como el SIDA o que tengan un embarazo precoz”.

Perfil de las STD en los jóvenes de este país

Según datos de la Oficina de Salud de los Adolescentes del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos:

• Alrededor de 9.5 millones de adolescentes y adultos jóvenes, entre las edades de 15 y 24 años, son diagnosticados con enfermedades de transmisión sexual (SDT o ETS, en español) cada año.

• Se estima que cuatro de cada 10 mujeres adolescentes, activas sexualmente,  entre las edades de 14 y 19 años, padecen de una enfermedad de transmisión sexual.

• En 2008, los hombres representaron aproximadamente el 71% de todos los diagnósticos de VIH entre los adolescentes de 13 y 19 años de edad.

Cifra para pensar

Las enfermedades de transmisión sexual le cuestan a Estados Unidos $16,000 millones  anuales en costos médicos. Cada año, 20 millones de nuevos casos de STD son reportados, desde clamidia hasta SIDA/HIV.

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