Una cuenta IRA como vía de acceso a una Roth IRA
¿Qué puede hacer si su nivel de ingresos no le permite obtener una cuenta Roth IRA?

Vale la pena probar todas las opciones antes del retiro. Crédito: Shutterstock
¿Sus ingresos son demasiado elevados y no le permiten obtener una cuenta individual de jubilación Roth IRA? ¿Qué puede hacer si de todos modos desea contar con fuentes de ingresos exentos de impuestos durante la jubilación, que es lo que precisamente le ofrece una cuenta Roth IRA? Aquí le presento una IRA que servirá como vía de acceso a una cuenta Roth IRA, pese a los límites de ingresos.
Si sus ingresos brutos ajustados superan la suma de $131,000 (para contribuyentes que presentan declaraciones en forma individual) o $193,000 (para parejas), usted no podrá hacer aportes directamente a una cuenta Roth IRA. Para solucionar este inconveniente, puede hacer aportes a una cuenta IRA tradicional y luego transformar esos fondos en una cuenta Roth IRA.
En 2010, el Servicio de Rentas Internas introdujo un cambio muy importante en las normas que rigen las conversiones de cuentas IRA tradicionales en cuentas Roth IRA. Eliminó los límites aplicables a los ingresos brutos ajustados. Todo el mundo puede realizar esa conversión, lo cual generó una vía de acceso a las cuentas Roth IRA para personas que perciben ingresos más elevados. Aquí le explicamos cómo funciona.
Independientemente del importe de sus ingresos brutos ajustados, usted puede aportar $5,500 a una cuenta IRA tradicional en 2015, además de otros $1,000 si tiene más de 50 años de edad. Si sus ingresos brutos ajustados superan los límites de reducción gradual, sus aportes no serán deducibles. Por ejemplo, si su cónyuge tiene un plan 401(k) y los ingresos brutos ajustados de ambos ascienden al menos a $183,000 al año, la posibilidad de deducir los aportes a una cuenta IRA tradicional se reduce entre esa suma y $193,000.
Una cuenta IRA tradicional no deducible tiene algunas ventajas impositivas. Los ingresos generados por su inversión incrementan con diferimiento de impuestos, si bien no están exentos. Después de cumplir 59 años y medio, sus retiros estarán gravados en forma proporcional, lo cual incidirá sobre sus ingresos.
El mayor beneficio de una cuenta Roth IRA es que los ingresos también están exentos de impuestos. El IRS considera que la distribución total está fuera de los límites, no solo la base impositiva (es decir, lo que usted aportó originalmente después de impuestos).
Al efectuar la conversión, usted no debe pagar impuestos sobre sus aportes, pues ya pagó impuestos sobre esa parte de su inversión anual en la cuenta IRA. Sin embargo, deberá pagar impuestos sobre los ingresos, al igual que si realizara un retiro de su cuenta.
Pero la mayoría de las instituciones de depósito de las cuentas IRA no están sujetas a un período de espera para realizar la conversión. Podrá realizar la conversión poco tiempo después de que los fondos ingresen a su cuenta, cuando el importe de los ingresos, si los hubiera, es ínfimo. Esto significa que el importe de los impuestos a pagar también será muy reducido.
Entonces, por el importe mínimo de impuestos que paga para convertir los ingresos, ahora podrá efectuar un aporte a una cuenta Roth IRA para todo el año, a través de la cuenta IRA. Estos fondos convertidos son equiparables a cualquier otro aporte a una cuenta Roth IRA, en el sentido de que se acumulan exentos de impuestos mientras permanecen invertidos. Además, al llegar el momento de jubilarse, podrá retirar fondos totalmente exentos de impuestos.
Si se está preguntando cómo es posible que el IRS ofrezca esta oportunidad sin trampa alguna, su instinto no se equivoca. Efectivamente, hay una trampa. Al determinar la porción gravable de una conversión a una cuenta Roth IRA, el IRS usa la suma de todas sus cuentas IRA. Esto se denomina la regla del prorrateo.
En el escenario anterior, los únicos fondos disponibles en la IRA tradicional eran los correspondientes al aporte no deducible. En ese caso, las cosas son sencillas. Pero, ¿qué sucede si tiene fondos antes de impuestos en su cuenta IRA, provenientes de aportes e ingresos deducibles anteriores, o de un antiguo plan 401(k) que había transferido?
El IRS quiere recaudar impuestos. Si usted tiene fondos antes de impuestos en alguna parte, sin importar en cuántas cuentas IRA estén distribuidos, el IRS toma todos esos fondos en cuenta a los efectos de las conversiones a cuentas Roth IRA.
Aquí le damos un ejemplo: Este año, usted realiza un aporte no deducible de $5,000 a una cuenta IRA, con la idea de acceder a una cuenta Roth IRA por la puerta trasera. Usted tiene también otros $95,000 de un antiguo plan 401(k) que transfirió a una cuenta IRA tras cambiar de empleo.
Los activos de su cuenta IRA ascienden a un total de $100,000. Los $5,000 que tiene previsto convertir representan únicamente el 5% de ese total, con lo cual, solo el 5% de la conversión, es decir, $250, estará exento de impuestos. En lugar de efectuar una conversión exenta de impuestos a una cuenta Roth IRA por los $5,000, usted deberá pagar impuestos sobre los $4,750.
Para llegar a la cima del Monte Everest, necesitará de la ayuda de un guía Sherpa. Una conversión a una cuenta Roth IRA se asemeja a trepar una montaña peligrosa. Sin una guía, corre el riesgo de cometer muchos errores. El costo de un posible error puede ser superior a los beneficios que espera obtener. Sin dudas, ésta es una de esas circunstancias que ameritan obtener la asistencia de un asesor de planificación financiera calificado, e incluso de un contador público matriculado.