Con lo justo, JC Chávez Jr. vuelve a levantar el brazo

Las ocho onzas de sobrepeso por las que Julio César Chávez Jr. no pudo vencer la báscula el viernes en el pesaje previo a su pelea ante Marco Reyes, probablemente tenían más peso que la credibilidad en el junior, luego de la paliza que le propinó el desconocido Andrzej Fonfara.

Pero sin ser dominante ni mucho menos, el sinaloense se llevó una decisión unánime  (97-92, 98-91, 96-93) en un combate en el que el sinaloense se vio mejor que ante el polaco.

Julito 49-2-1 (32 KOs)  apenas y lanzó unos golpes en el primer round, se vio lento y dejó que el chihuahuense Reyes tomara la batuta y desde el centro del cuadrilátero buscar al Junior. Casi por terminar el primer episodio, Chávez Jr. conectó un buen derechazo haciendo sentir su presencia y la diferencia de peso.

“Me sentí fuerte, me lastimé la mano en el tercer asalto. Creo que está quebrada… voy a ver al doctor”, dijo Chávez Jr. al final de la pelea.

El segundo round fue totalmente distinto. El hijo de la leyenda logró penetrar la defensa de Reyes con ganchos y volados de izquierda que mermaron el entusiasmo de Reyes, al que en la esquina Don Nacho Berinstáin le pedía tirar más combinaciones.

Chávez Jr. se concentró en tirar menos golpes, pero con más poder y fue más certero a la hora de conectar a su rival, que a la mitad del cotejo ya reflejaba el castigo de los puños del Jr.  y que lanzó el doble de golpes.

“Yo conecté los mejores golpes, no lo pude acabar por mi mano (la supuesta lesión)”, dijo Chávez, que justificó los abucheos de la gente por no haber noqueado a su rival.

Reyes dijo antes del combate que buscaría la pelea porque consideraba que en caso de ir a la distancia, los jueces se inclinarían por el hijo de JC. El chihuahuense trató, pero topó ante la fuerza y el físico del junior.

En el noveno, un cabezazo accidental de Reyes cortó a Chávez Jr. junto al ojo izquierdo por lo que el referí Guadalupe García le restó un punto.