Dimite el presidente de VW por el escándalo de las emisiones
Winterkorn acepta la responsabilidad pero dice que no tenía conocimiento de las manipulaciones
Martin Winterkorn, presidente ejecutivo de Volkswagen, dimitió ayer de su cargo debido al escándalo de la manipulaciones de las emisiones de sus motores diesel.
El consejo ejecutivo y de supervisión de la empresa alemana se reunión en la mañana del miércoles en su sede en Wolfsburg para examinar las respuestas a la crisis mundial de la automotriz y anunció que había aceptado la renuncia del ejecutivo. El consejo, no obstante aclara que Winterkorn “no tenía conocimiento de la manipulación de los datos de emisiones” y reitera su respeto “por su disposición , no obstante, de asumir responsabilidades”.
En un comunicado personal, el propio Winterkorn, de 68 años, explica que la empresa necesita “un nuevo comienzo” que está facilitando con su dimisión. “Estoy conmocionado por los eventos de los últimos días. Y sobre todo estoy aturdido por las irregularidades que se han descubierto en los motores diesel”. El ya ex presidente de la firma dice que no es consciente “de haber hecho nada malo”. Winterkorn recibió una compensación el año pasado algo más de 15 millones de euros (unos $16.7 millones)
Curiosamente, en estos días, en el orden del día del consejo previo a la crisis figuraba la aprobación de la ampliación del contrato de Winterkorn. La automotriz alemana no ha nombrado a ningún presidente de momento.
El consejo, que volverá a reunirse el viernes, espera que haya más consecuencias personales en los próximos días. “Quienes hayan participado de esta situación que está resultando en un daño inmenso a Volkswagen, afrontarán todas las consecuencias”, explica en su comunicado este órgano de dirección y control.
Desde la automotriz se usan expresiones como “extrema seriedad”, “daño económico”, “pérdida de confianza” para referirse a una crisis que comenzó el pasado viernes cuando la EPA (la agencia medioambiental de EEUU) hizo público que algunos modelos diesel de esta empresa y de la marca Audi detectaban cuando se estaban haciendo pruebas de emisiones y se manipulaban las lecturas para que estas estuvieran por debajo de lo que realmente eran. Las emisiones reales estaban 40 veces por encima de lo permitido por la ley.
Volkswagen ha interpuesto una demanda criminal para depurar responsabilidades ante la fiscalía del estado alemán donde tiene la sede y ha dicho que colaborará con la justicia donde se le pida.
El caso es grave por la presuntamente deliberada intención de mentir a reguladores y clientes que pensaban que compraban un coche ambientalmente más limpio.
Las consecuencias económicas son muy costosas porque la multa a la que se podría enfrentar solo en EEUU podría ascender a $18,000 millones si se aplica la ley hasta sus máximas consecuencias, y eso descontando las demandas privadas. Para Volkswagen además el revés es fuerte desde el punto de vista de los consumidores porque la empresa lleva años intentando incrementar sus ventas en EEUU, un mercado en el que crece muy poco a poco.
De momento, la empresa ha destinado unos $7,500 millones del tercer trimestre para cubrir gastos legales y otros costos del escándalo.