Mujeres latinas en la mira de la campaña de Hillary Clinton
Varios puestos claves de la campaña de Clinton están ocupados por latinas. Mucho del enfoque de movilización en estados de población latina, es hacia las mujeres. Las latinas sería la clave para Hillary y su campaña lo sabe. Otros candidatos demócratas también tienen a latinas en puestos importantes.
Cuando se refiere a los latinos, la campaña de Hillary Clinton tiene un sabor femenino.
Su directora política es una latina (Amanda Rentería), su directora de relaciones con la comunidad es una joven “dreamer” de 27 años (Lorella Praelli), también latina. Su directora de campaña en Nevada, un estado clave para la elección es otra latina, Emmy Ruiz.
Y a la hora de organizar y solidificar el voto latino, que puede ser muy importante para cualquier candidato a la presidencia en estados claves, la imagen de la mujer latina es primordial en la estrategia de Hillary Clinton.
Hay razones prácticas para ello, explica Lorella Praelli, en una entrevista.
“Yo diría que las madres, las mujeres son el impulso de la familia. Son inteligentes, saben lo que hay que hacer, trabajan duro y son las que mueven todo en nuestra comunidad”, dijo Praelli. “Yo sé que en mi caso, mi madre tiene y ha tenido una gran influencia en mí”.
Esa es la influencia que la campaña de Hillary espera que las mujeres, y en particular las latinas, tengan sobre otros a la hora de votar.
Es por eso que no están dejando nada a la casualidad. Recientemente, la campaña lanzó su iniciativa “Latinos for Hillary”. La imagen de ese lanzamiento, en emails enviados a sus seguidores, fue la de la actriz mexicana Salma Hayek, otra mujer latina.
“Latinas por latinas”
En Nevada, un estado cuya importancia en la elección presidencial es superior al tamaño de su población–donde el cambio demográfico está incluinando la balanza cada vez más hacia los demócratas- hace ya seis meses que la campaña de Clinton está en las calles y tocando las puertas, organizando principalmente a los latinos. Y en especial, las latinas.
“Nos reunimos cada dos semanas, es un grupo de “mujeres in politics”” (así, en spanglish), explica Emmy Ruiz, la directora de la campaña de Hillary en Nevada. “Nos juntamos en casa o donde se pueda y las amigas traen amigas. Hablamos de temas que les importan a ellas”.
Además, están llevando a cabo un programa de llamadas telefónicas (phone bank) en el que voluntarias latinas llaman a otras latinas para hablar de la candidatura de Hillary. Se llama “Latinas por Latinas”.
“La idea es que unas latinas atraigan a otras y al resto de la familia a la campaña”, dijo Praelli. “Y los temas en los que se ha enfocado la campaña de Hillary Clinton tocan muy de cerca a estas mujeres: salarios, acceso al colegio, inmigración.
El “phone bank” se está probando en Nevada, pero pronto se llevará a otras ciudades del país, agregó la directora de relaciones con la comunidad, una “dreamer” que antes trabajó en la organización United We Dream.
Las latinas votan más
Esto no es un concepto romántico o idealista. Es una realidad: la mujer latina es la que inspira a otros miembros de su familia a registrarse y a votar, como los moviliza para muchas otras cosas, explica la politóloga Sylvia Manzano, una de las directoras de la firma Latino Decisions.
“La mujer latina vota más que el hombre, la tasa de participación es un poco más alta y además, es consistente”, dijo Manzano. “Según los estudios que se han hecho en diferentes elecciones, la mujer latina no solo sale a votar sino que ayuda a sacar a otros miembros de la familia”.
La mujer, en general, y las mujeres de minorías raciales en particular, fueron muy importantes en las dos victorias de Barack Obama, en 2008 y 2012.
“La mayoría de las mujeres anglosajonas no votó por Obama. De hecho esta diferencia también existe en los hombres, los hombres de minorías votaron más por Obama, en general votan más demócrata. Pero en este caso la tasa de participación de la mujer latina y afroamericana fue mucho más alta”, afirma Manzano.
Las mujeres en general tienden a votar más demócrata que los hombres. Eso ha sido una realidad en la política americana desde al menos 1952. La mayoría de las mujeres votantes han apoyado al candidato demócrata en cada una de las seis últimas elecciones presidenciales estadounidenses.
Pero si en el caso de Obama la mujer que lo apoyó fue la minoritaria, en el caso de Hillary, se busca un efecto igual, o quizá mayor.
No todas las latinas están con Hillary
Hillary Clinton no es la única precandidata demócrata que tiene a mujeres latinas en puestos clave de su campaña.
La campaña del competidor más cercano de Hillary Clinton, Bernie Sanders, ha contratado a una latina, Lilia Chacón, para manejar la relación con medios en Iowa y con medios latinos en todo el país. Otra latina, que manejó los medios hispanos para Barack Obama en 2012, Gabriela Domenzaín, es directora de relaciones con la comunidad para otro precandidato demócrata, Martin O´Malley.
Pero de las latinas prominentes en la lucha pro inmigrante y entre los destacados movimientos “dreamer”, hay una que no ha caído en la magia de Hillary, ni de ningún otro candidato, prefiriendo quedarse en las trincheras de la defensa de los inmigrantes en forma independiente: Cristina Jiménez, directora de la organización United We Dream, el grupo de dreamers más grande del país.
Apenas la pasada semana, antes del primer debate demócrata, Jiménez lanzaba esta declaración hacia los precandidatos, recordando que las promesas hechas a la comunidad por los demócratas no siempre se han cumplido.
“No es suficiente decir que uno apoya la reforma migratoria. Eso no quiere decir que vas a estar ahí, de pie, con la comunidad inmigrante”, dijo Jiménez hace unos días. “El Presidente Obama fue electo con una plataforma de promesas pro inmigrantes, pero luego decidió tras puertas cerradas incrementar las deportaciones a niveles record”.
Jiménez asegura que para generar entusiasmo en el voto latino “el próximo presidente debe generar más confianza y asegurar que gobernará diferente a Obama en inmigración”.