¿Qué está pasando en el Partido Republicano?

Una fuerte ala derecha descontenta con el liderazgo del partido y con las derrotas sufridas en años anteriores, amenaza con producir un candidato que no es del tipo al que los republicanos están acostumbrados.

La renuncia del presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, el estira y encoge para elegir a un nuevo líder de la mayoría de ese partido y la candidatura de Donald Trump, tres eventos que apuntan hacia el mismo sitio: el partido republicano está enfrentando una revolución interna.

Y qué revolución.

Lo que está pasando en la primaria republicana tiene confundidos a observadores que llevan años analizando elecciones presidenciales en los Estados Unidos.

“Es realmente un locura”, dijo Sherry Bebitch Jeffe, profesora de medios y política en la Universidad del Sur de California y analista política desde hace varias décadas. “No se había visto algo así en muchas elecciones. Quizá nunca. Es realmente imposible predecir qué puede pasar”.

Esto no es lo usual en las campañas republicanas de los últimos procesos electorales, donde si hubo competencia y hasta precandidatos que estuvieron en la delantera antes de desaparecer, pero siempre hubo un favorito del establishment que finalmente terminó por imponerse. Fue el caso de John McCAin en 2008 y de Mitt Romney en 2012.

Y ese es precisamente parte del problema, según algunos republicanos.

“Hay un segumento del partido que está enojado. Muy enojado”, explica un consultor republicano David Johnson. “Están hartos de perder y de que esa cúpula partidaria elija candidatos que no pueden ganar y que no reflejan lo que esa base quiere ver en los temas de campaña”.

En este momento, los partidos están enfrascados en sus procesos de elecciones primarias en los cuales diversos políticos dentro de cada partido se disputan el derecho de ser el candidato presidencial del mismo el próximo año.

Pero los dos precandidatos que encabezan las encuestas no son políticos, ni han servido en posición pública alguna.

Uno de ellos es archiconocido: Donald Trump, multimillonario, dueño de hoteles, casinos y altísimas torres doradas con su nombre, estrella de “reality TV”.

El otro es Ben Carson, un desconocido neurocirujano afroamericano, ultra conservador, al que hace unas semanas casi nadie conocía, hoy  está en segundo lugar en las encuestas internas republicanas y acaba de superar a Trump en Iowa, el primer estado votante.

Entretanto, el candidato que se suponía era el favorito, Jeb Bush, languidece en las encuestas, aún cuando según otras medidas políticas, debería ser el primero. Por ejemplo, es el que tiene más plata recabada y más apoyos de colegas políticos republicanos a todo nivel.

Donald Trump tiene absolutamente CERO apoyos de políticos de su partido, aunque al ser interrogados, miembros de la cúpula partidaria han dicho que lo apoyarían.

Normalmente, los precandidatos sin apoyos partidarios tienden a perder. Pero como escribió recientemente el conocido analista Larry Sábato, director del centro político de la Universidad de Virginia: “Si Trump es nominado, todo lo que hasta ahora sabíamos sobre las competencias presidenciales está equivocado”.

Sin embargo, también hay muchos rumores de que hay un movimiento para intentar “derrocar” a Trump.

Algunos republicanos han filtrado a medios políticos que se prepara una ofensiva contra el magnate, porque un segmento importante del partido cree que Trump no podría ganar el año que viene y que además, causaría una ruptura del partido republicano.

Por un lado estaría el Tea Party, los republicanos ultraconservadores y antiinmigrantes, que en general están con Trump y simpatizan con alguno de los otros candidatos.  Por otro estaría el llamado partido republicano de las “cámaras de comercio”, más interesados en el aspecto conservador económico y posiblemente más moderados en temas controversiales, incluso favoreciendo reformas migratorias y programas de trabajadores huéspedes.

Por el momento sin embargo, la insurgencia del ala derecha del partido republicano está dominando la competencia primaria y podría terminar por elegir como candidato al magnate y estrella de “reality TV“.

En esta nota

Donald Trump Elecciones 2016 Partido Republicano Jeb Bush John Boehner
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain