Adiós a Abby Wambach, la mujer con más goles que Messi y Ronaldo con su selección
El fútbol femenino se juega desde finales de siglo XIX, pero ha tenido que luchar en popularidad con el masculino a través de los años.
Pero tal vez en los últimos años ha logrado superar el umbral del ostracismo: la final del pasado Mundial Femenino de Canadá 2015 entre Estados Unidos y Japón fue vista por 26,7 millones de televidentes, todo un récord para este tipo de eventos.ç
Y tal vez una de las responsables de esa reivindicación sea una de las estrellas de la selección de EE.UU. y la máxima anotadora del fútbol femenino en su historia: Abby Wambach, quien este miércoles anunció su retiro de las canchas.
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Además de dejar al fútbol femenino con buena salud, Wambach deja detrás varias marcas para ser superadas en el futuro.
Sobre todo el récord de sus goles: la estadounidense, de 35 años, ha marcado 184 tantos en 252 partidos en los 15 años que duró su carrera en el seleccionado de su país.
El récord masculino lo tiene el iraní Alí Daei, quien marcó 109 goles en 149 partidos con el equipo de Irán.
Muy por debajo están estrellas actuales como Lionel Messi que ha anotado 49 goles con Argentina y Cristiano Ronaldo tiene una marca de 55 goles con Portugal.
Pero además de los goles que marcó como profesional, muchos cuentan las anotaciones que hizo en la universidad, que sumadas superarían los 500.
Además acaba de ganar el Mundial de 2015 (que le fue esquivo durante tres torneos) y dos medallas doradas en los Olímpicos de Londres y Atenas.
“Ha sido un viaje increíble y maravilloso. No puedo esperar para ver qué me traerá la vida en el capítulo siguiente“, dijo la futbolista a los medios.
Una leyenda
Wambach fue declarada la mejor jugadora femenina del mundo por la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) en 2012 y recibió seis veces el premio a la mejor futbolista mujer de Estados Unidos.
Pero, ¿dónde se originó esta leyenda del balón? Ella nació en la localidad de Rochester, Nueva York, el 2 de junio de 1980.
Desde pequeña mostró su interés en el fútbol, un deporte muy popular entre las mujeres en Estados Unidos. En 1998 fue becada por la Universidad de Florida y en el año 2002 debutó en los Washington Freedom, un club profesional de Washington DC.
“Abby es una jugadora que ha transcendido nuestro deporte y su legado es uno de los más grandes que haya dejado una deportista en nuestro país”, le dijo a los medios la entrenadora de EE.UU., Jill Ellis.
“Lo que ha hecho por el fútbol y por el deporte femenino en general con su gran talento en la cancha ha inspirado a otros a seguir su ejemplo”, añadió.
Militante
Pero el liderazgo de Wambach no solo se limitó a los campos de fútbol, sino que se ha convertido en una poderosa voz en contra del machismo y la discriminación en el seno de la FIFA.
Meses antes del Mundial en Canadá lanzó una feroz campaña para evitar que los gramados de los estadios fueran sintéticos, sino de césped natural al igual que los de los hombres.
“El fútbol se juega diferente en la grama artificial, no sólo por el temor de una lesión, sino porque es una superficie totalmente distinta”, dijo Wambach a la revista estadounidense Sports Illustrated.
“En la FIFA hay una discriminación de género al obligarnos a jugar en una cancha que tiene una superficie de segunda clase“, agregó en aquella ocasión.
Envió una carta con esos argumentos a la FIFA, junto a otras jugadoras, para pedir un cambio de las superficies en Canadá y hasta amenazó con boicotear el evento.
Pero también en el ámbito social ha sido una precursora: fue una de las primeras futbolistas en declararse homosexual de forma pública.