Circuncisión: un procedimiento polémico y cuestionado
Activistas, padres y expertos aseguran que esta práctica médica puede producir más efectos negativos que positivos para la salud de un recién nacido
Los padres latinos que emigran a Estados Unidos y tienen hijos en este país, se enfrentan a la disyuntiva de circuncidar o no a sus niños al nacer. Esta práctica ha sido muy polémica porque, si bien se ha demostrado que tiene beneficios médicos en muchos casos, algunos creen que es un dolor y un riesgo innecesarios para un bebé.
Entre los detractores de este procedimiento se encuentran los miembros de la organización “Intaction”, basada en Brooklyn, quienes realizan campañas y actividades para educar a la comunidad sobre la circuncisión.
“No hay ninguna asociación médica fuera de los Estados Unidos que recomiende esta práctica cultural”, dijo Anthony Losquadro, fundador de Intaction. Según informó Losquadro, muchos hospitales a nivel nacional presionan a los padres para que le hagan el procedimiento a sus hijos al nacer, sin informarles sobre los efectos adversos.
“Hay un incentivo financiero para esto. Los hospitales ganan alrededor de $2,000 por cada bebé (al que le hacen el procedimiento). Nadie defiende a los pequeños”, afirmó Losquadro.
Un artículo académico publicado en la Revista Internacional de Medicina Contemporánea asegura que “la mayoría de las instituciones médicas en varios países están de acuerdo con que podría haber beneficios de salud, pero que no hay justificación médica alguna para circuncidar rutinariamente a los recién nacidos o niños“. Además, el artículo asegura que hay una necesidad “urgente” de que se informe al público sobre esta práctica.
“A uno le hacen creer que es un procedimiento necesario, pero cuando uno lee al respecto se da cuenta que no es así”, dijo Losquadro.
Según el testimonio de algunos padres hispanos residentes en Nueva York, en algunos hospitales con afiliación religiosa, como la judía, presionan más a los padres para poderle realizar el procedimiento a sus recién nacidos.
“Me presionaron en un hospital de Nueva York para que le hiciera la circuncisión a mi hijo, pero como había leído al respecto decidí que no se la quería hacer y tuve que ser fuerte para que me dejaran de tratar de convencer”, dijo el dominicano Ernest Toribio, cuyo niño nació en el Maimonides Medical Center, en Brooklyn.
“Cuando mi hijo nació en febrero del 2012, en el Jersey City Medical Center, el médico me preguntó y cuando dije que no, no me presionaron más”, dijo Jairo Morales.
“Yo había leído que (la circuncisión) implica quitarle una capa de protección al bebé y que podría infectarse. Uno está prácticamente dejando que el médico hiera al bebé por ninguna razón”, aseguró el padre mexicano.
“Hay un problema de consentimiento. Los padres deben firmar un documento en inglés, que en algunos casos no pueden leer”, afirmó Losquadro.
Hospitales de NY no presionan
La Corporación de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York (HHC), que opera más de una docena de hospitales públicos en los que se atienden 21,000 nacimientos al año, aclaró que en sus instituciones no se presionan a los padres para circuncidar a sus bebés.
“Nosotros respetamos los deseos de los padres y seguimos las reglas establecidas por la Academia Americana de Pediatría“, dijo Jennifer Bender, vocera de la HHC.
“Antes de hacerle la circuncisión a un recién nacido, los trabajadores de la salud deben hablar con los padres para discutir los riesgos, beneficios y alternativas antes de que se realice el procedimiento”, recalcó Bender.
En el 2015, la Sociedad Pediátrica de Canadá publicó un estudio afirmando lo siguiente: “A pesar de que puede haber beneficios para algunos niños en poblaciones de alto riesgo y circunstancias en las que el procedimiento puede ser considerado un tratamiento para una enfermedad, la Sociedad Pediátrica Canadiense no recomienda la circuncisión rutinaria de todos los bebés varones recién nacidos”.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 30% de hombres en el mundo son circuncidados. La OMS también aseguró en un reporte del 2007 que hay evidencia de que esta práctica podría evitar enfermedades como el VIH/SIDA.
En Latinoamérica y la mayoría de países de Europa y Asia la circuncisión es menos común, según el reporte de la OMS. Sin embargo, en el continente africano la práctica es más frecuente en los países del oeste, debido al riesgo de contraer VIH/SIDA. La OMS también afirma que esta práctica continúa siendo más común en personas que practican algunas religiones como el judaísmo y el islam.
Efectos negativos
Según asegura en su página web la organización Intaction, remover el prepucio -una de las partes más sensibles del cuerpo masculino- tiene aspectos negativos tales como:
- El procedimiento es extremadamente doloroso por la sensibilidad del prepucio. La anestesia local que utilizan no evita todo el dolor. Varios estudios muestran que este dolor puede producir daños en las neuronas de los recién nacidos.
- Debido a la cantidad de nervios en el pedazo de piel que se remueve, se pierde sensibilidad en el pene.
- En algunos casos quienes realizan el procedimiento no verifican que el bebé tenga enfermedades de coagulación de la sangre como la hemofilia, y sólo se dan cuenta cuando no pueden parar el sangrado del recién nacido.
- En casos extremos, y no tan comunes, los médicos se equivocan en el procedimiento, lo que puede conllevar a la muerte.
Cuando es médicamente necesario
La circuncisión es una cirugía poco compleja, que consiste en cortar la piel que cubre el glande o cabeza del pene, llamada prepucio. Se le conoce como circuncisión neonatal cuando se practica en recién nacidos. Muchas veces se realiza a nivel ambulatorio y con anestesia local, aunque hay casos en que se requiere anestesia general y hospitalización.
Aparte de las razones o motivos religiosos y culturales que llevan a muchos padres a realizarle la circuncisión a sus hijos recién nacidos, esta polémica práctica también tiene su origen en decisiones médicas.
Entre los motivos de salud que la hacen realmente necesaria se encuentran:
- Fimosis: es un problema anatómico del prepucio que consiste en la estrechez del mismo y la incapacidad de retractarlo, causada por un anillo fibroso.
- Parafimosos: es la condición agravada de la fimosis.
- Balanitis: inflamación e infección del glande.
- Postitis: inflamación e infección del prepucio.
Existen otros beneficios médicos que se le atribuyen a la circuncisión según varios estudios epidemiológicos, aunque los mismos no han sido completamente comprobados. A continuación le nombramos algunos:
- Disminución efectiva de la probabilidad de desarrollar cáncer de pene.
- Reduce los riesgos de sufrir infecciones del aparato urinario.
- Se eliminan las células de Langerhans, ubicadas en la piel interior del prepucio, que atraen virus como VIH/Sida y otras infecciones venéreas.
- Un pene circuncidado es más fácil de mantener limpio, por lo que es menos propenso a infecciones.
- Se evita la producción de esmegma, que es la secreción sebácea (substancia blanca, espesa y de mal olor) que se acumula debajo del prepucio, que favorece la acumulación de bacterias, microorganismos y virus.
Aunque estudios científicos aseveran una reducción en el riesgo de infectarse con virus y enfermedades venéreas como el VIH/Sida, muchos médicos aducen que esos padecimientos anteriores no tienen relación directa con que haya o no circuncisión, sino con buenos hábitos de higiene.
Para justificar esto, algunos expertos se basan en estadísticas que muestran que en Europa, donde la mayoría de los hombres no están circuncidados, hay una menor tasa de cáncer de pene, infecciones urinarias e infecciones por VIH que en EE.UU., donde la mayoría de los hombres sí lo están.
De acuerdo a cifras de los los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), alrededor del 81% de los varones de entre 14 y 59 años en EEUU han sido circuncidados.
-Pedro F. Frisneda (@PedroFrisneda)