Miguel Aguilar, el DREAMer que llevó su sueño hasta la MLS
Acogido bajo el DACA, el joven mexicano logró sobresalir en el fútbol colegial y ahora vive su sueño en el DC United como uno de los beneficiados por la orden ejecutiva de Obama
El talento de Miguel Aguilar, un joven nacido en Ciudad Juárez hace 22 años, va más allá del campo de juego, pero pudo terminar en el desperdicio.
Su caso es el claro reflejo de sobreviviente al sistema roto de inmigración de este país, que trunca sueños para jóvenes y niños que llegan y poseen el talento, pero que no gozan de un estatus migratorio legal.
El virtuoso mediocampista del DC United, que se caracteriza por manejar ambos perfiles, su velocidad y destreza, fue un estudiante sobresaliente en la Universidad de San Francisco, en la que recibió reconocimientos por su habilidad en la cancha y su dedicación en las aulas, de las cuales se graduó con un título en finanzas.
Durante los cuatro años que jugó en la universidad, el joven mexicano participó en 72 partidos y se apuntó 15 goles y nueve asistencias, lo que le valió ser nombrado en su último año en el equipo All West Cost Conference First Team y otros honores.
Tras su paso universitario, Miguel jugó en el equipo Sub-23 de los Timbers de Portland y el año pasado, fue seleccionado en el Super Draft de la MLS por el DC United, alcanzando su sueño de convertirse en profesional.
“Fue uno de los días más felices de mi vida. Es difícil describirlo. Estaba en el teléfono y todos estaban como locos, fue algo agitado pero sensacional”, dijo Aguilar al diario británico The Guardian en una entrevista telefónica.
Y aunque su historia es el vivo retrato del sueño americano, no hubiera sido posible sin el beneficio del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), impulsado por el presidente Barack Obama en 2012, que permite a los jóvenes que llegaron a este país antes de los 16 años obtener un permanecer legalmente en el país, obtener un permiso de trabajo y acudir a la universidad con el apoyo financiero que brinda el Estado.
Aguilar abandonó junto a su hermano la violencia de Ciudad Juárez cuando tenía 11 años, justo el día de su cumpleaños, y recorrió 1,200 millas en la camioneta de su abuelo con una visa temporal hasta reunirse en Sacramento con su familia, según describe un perfil sobre el futbolista publicado por el Washington Post.
Años después, y ya bajo una beca académica en la Universidad de San Francisco, consiguió su permiso de trabajo. Fue solo de esta forma que ha logrado llegar a la MLS, aunque no, oficialmente, como estadounidense. DACA ofrece estancia legal, más no naturalización.
Pese a ello, la historia de Aguilar es una que deja mal parados aquellos políticos que denuncian el programa para los jóvenes soñadores, así como la banca republicana que hasta el momento mantiene en limbo la extensión de éste y la implementación de la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos (DAPA).
La retórica antiinmigrante, que se ha convertido en una arma crucial durante el desarrollo de la contienda por presidencia de 2016, es que, a decir del precandidato más polémico, México (todo Latinoamérica) envía a sus peores ciudadanos: criminales, abusadores, narcotraficantes y drogadictos. Y si bien Donald Trump ha logrado ponerle rostro a estos “criminales”, el sueño que ahora vive Aguilar queda como claro ejemplo que no todo inmigrante indocumentado llega a EEUU con la intención de deteriorar su nuevo hogar.
“Es molesto porque mucha gente viene por una vida mejor, trabajan y pagan impuestos. Ellos ayudan a la economía y es muy despectivo (el trato que reciben). Pero creo en el sistema y creo en este país y sé que van a elegir al hombre adecuado para el trabajo”, dijo Aguilar a The Guardian en referencia a la carrera por la presidencia.
Miguel Aguilar y el DC United abren temporada en Los Ángeles, cuando visiten al Galaxy el domingo 6 de marzo en el StubHub Center de Carson.