Editorial: Una victoria para los trabajadores
Un empate en la Suprema Corte elimina una amenaza financiera para los sindicatos públicos
El movimiento sindical ganó ayer una importante victoria en la Suprema Corte de Justicia, al conseguir que no haya ningún cambio en las cuotas que aportan todos los beneficiados de las gestiones de representación de un sindicato.
Se decía que el fallo del Alto Tribunal sería contrario al interés laboral, siguiendo el patrón de decisiones anteriores, pero la muerte del juez conservador Antonin Scalia alteró el equilibrio ideológico del tribunal. Fue un empate de 4 a 4, lo cual reafirma la decisión del tribunal inferior a favor de los sindicatos. Esto crea un precedente nacional pero tiene validez en 20 estados de la Unión como California, Illinois y Nueva York.
Hace unos años la Suprema Corte determinó que por motivos de libertad de expresión una persona podía negarse a que sus aportes sindicales sean usados en un candidato o propuesta política. Estos individuos hoy reciben un reembolso del sindicato por la cantidad estimada que se gastó en política y aportan una cuota -distinta a la del miembro regular- que se usa para las negociaciones colectivas.
Ahora un grupo de maestros de California dice que también se infringe su libertad de expresión cuando el sindicato propone políticas laborales para sus miembros con las cuales ellos están en desacuerdo, aunque se beneficien. Por ejemplo, no quieren pagar la cuota por no estar de acuerdo con la norma de antigüedad en el despido, aunque eso los proteja.
La intención de la demanda es debilitar a los sindicatos públicos. Se le quiere privar de dinero, al mismo tiempo que se alienta a los ventajeros (free loaders) que quieren beneficios laborales que otros pagan. Este es un triunfo importante, pero también efímero.
Es difícil que se vuelva a escuchar este caso con rapidez, pero el que haya otros casos iguales en los tribunales asegura el retorno cuando posiblemente ya haya nueve jueces.
El empate en el fallo es un ejemplo de la falta de resolución al problema de tener por largo tiempo una vacante en la Suprema Corte como parece que ocurrirá si el Senado no confirma al juez nominado Merrick Garland para reemplazar a Scalia.
La decisión también muestra el impacto de esta elección en la Suprema Corte. El próximo presidente tendrá -si la nominación de Garland no fructifica-, el voto clave en el fallo de ayer, como en otros que afectan a latinos, trabajadores y consumidores. Pero antes de eso, estará en las manos de los votantes tomar otra decisión.