Comienza solicitud de programa de visas “H-1B”
Las visas ayudan a empresas a contratar mano de obra extranjera altamente calificada, pero el Congreso mantiene un límite anual de 85,000 que, según sus críticos, es insuficiente.
Como cada año para esta fecha, el gobierno de EEUU abrió este viernes el período de solicitudes para el controvertido programa de visas “H-1B” para el año fiscal 2017, en medio de críticas de que el límite anual impuesto por el Congreso es insuficiente para cubrir las necesidades del mercado laboral.
El programa de visas, popular entre el empresariado, en particular las compañías de alta tecnología en California, Texas y otros estados, ha figurado de forma prominente en la contienda presidencial, y siempre ha afrontado controversia desde su inicio en 1990.
Las visas se otorgan mediante una “lotería” computarizada, pero se agotan en cuestión de días debido a la alta demanda y limitada oferta. En el año fiscal 2015, por ejemplo, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) recibió cerca de 233,000 solicitudes, según un resumen preparado por el “American Immigration Council”.
A continuación, un resumen de los objetivos, impacto y críticas al popular programa de visas temporales.
¿Qué es el programa de visas H1-B?
El programa fue lanzado por el Congreso en 1990, entonces bajo control de los demócratas, para ayudar a las empresas a contratar a extranjeros altamente calificados si no encontraban trabajadores disponibles en EEUU.
El programa otorga visas por períodos de tres años –renovable por otro período similar- y beneficia a empresas con “ocupaciones especializadas”, como en los campos de salud, pero en realidad aplica especialmente para empresas en el sector tecnológico, como Apple, Microsoft, Google, LinkedIn, Hewlett-Packard, e Intel.
Se calcula que cerca de dos terceras partes de los beneficiarios son empleados en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (“STEM”, por su sigla en inglés), aunque también existe una demanda de estas visas en los sectores de salud, negocios, y finanzas.
En la actualidad, la USCIS aprueba hasta 65,000 visas “H-1B” cada año fiscal para nuevas contrataciones, y otras 20,000 para extranjeros que obtienen diplomas de posgrado en universidades estadounidenses.
¿Por qué critican el programa?
La industria de alta tecnología argumenta que estas visas les permiten traer a EEUU a trabajadores altamente calificados debido a la escasez de su mano, pero sus detractores replican que las empresas en realidad lo que buscan es reemplazar a trabajadores estadounidenses y pagar bajos salarios.
El año pasado, el principal ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg instó al Congreso a que aumente el límite anual de las visas, mientras el grupo pro-empresas “Partnership for A New American Economy” advirtió de que, si no se hacen cambios, EEUU afrontará para 2018 una escasez de 200,000 trabajadores en las áreas de ciencias, matemáticas e ingeniería.
¿Es “mina de explotación”, como aseguran sus críticos?
El programa conlleva altos costos para las empresas que quieren contratar a empleados traídos del exterior, porque tienen que pagar salarios competitivos, además de los costos vinculados con los trámites.
Una encuesta nacional de febrero pasado de la “Alianza para la Competitividad Estadounidense” (ACAlliance), una coalición de grupos pro-reforma, señaló que el 82% de los empleadores indicó que el costo de contratar a extranjeros es igual o mayor que el de contratar a empleados en EEUU.
Según la página web DCInno, de las 100 empresas que más usaron el programa en 2015, las principales de Silicon Valley figuraron entre las que ofrecieron los salarios más altos para los extranjeros con visas “H-1B”.
¿Cuál es el impacto del programa en las tasas de empleo en EEUU?
Según el “American Immigration Council”, el programa complementa y amplía las oportunidades de empleo en EEUU, además de que las tasas de desempleo para categorías que emplean a trabajadores con visas “H-1B” son muy bajas, en comparación con otros sectores.
Un aumento en estas visas podría contribuir a la creación de 1,3 millones de empleos y de aproximadamente $158,000 millones al Producto Interno Bruto de EEUU –que mide la productividad del país- para 20245, según su análisis.
California y Texas fueron los estados que más recurrieron al programa en 2014, seguidos por Nueva York, Illinois, Pensilvania, Georgia, Florida, Virginia, y Carolina del Norte, según un análisis y un mapa interactivo de “Find the Data”.
¿Qué planes hay para modificarlo?
En diciembre pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) propuso cambios al programa, de manera que los trabajadores puedan cambiar de empresas y permanecer en el país legalmente mientras ajustan su estatus migratorio a residentes permanentes. El período de comentarios cerró el mes pasado y el DHS debe publicar pronto el reglamento final.
Mientras, el Congreso tiene en el tapete varios proyectos de ley para modificar el programa, pero ninguno ha sido sometido a votación.
¿Qué pasa si no lo modifican?
Sus partidarios aseguran que el programa es necesario para llenar un vacío en el mercado laboral, porque las universidades de EEUU aún no están produciendo suficientes empleados con destrezas tecnológicas.
Si el Congreso no eleva el límite anual o corrije otras trabas que impone al empresariado, advierten, otros países, como Canadá, atraerán a ese codiciado grupo de trabajadores.
¿Qué dicen los precandidatos presidenciales?
Del lado republicano, el magnate empresarial, Donald Trump, cuya organización se ha beneficiado del programa, ha cambiado de posturas varias veces y recientemente sugirió que él eliminaría el programa porque estas visas perjudican a los trabajadores estadounidenses. El senador Ted Cruz ha dicho en su página web que el programa requiere “correcciones” porque algunas empresas lo abusan.
El gobernador de Ohio, John Kasich, no explica en su plataforma de gobierno qué haría, pero en un reciente debate republicano en Miami dijo que favorece un programa de “trabajadores huéspedes”, aunque no dio detalles.
Del lado demócrata, Hillary Clinton apoya la ampliación del límite a las visas para responder a la escasez de mano de obra altamente calificada. Mientras, el senador de Vermont, Bernie Sanders, explica en su extenso plan de reforma que el programa de visas necesita cambios para evitar el abuso y las restricciones a los trabajadores temporales.
Fuentes: Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), “American Immigration Council”, y el Instituto de Política Económica (EPI, en inglés).