WASHINGTON.- En unos momentos en que el Partido Demócrata y sus precandidatos presidenciales intentan consolidar el voto hispano, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) confirmó este jueves un plan en ciernes para una segunda ola de redadas, y las justificó como parte de su combate a la inmigración ilegal.
Gillian Christensen, una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende ICE, confirmó un informe filtrado a la agencia Reuters de que las autoridades preparan redadas para mayo y junio, pero insistió en que éstas reflejan las prioridades establecidas en noviembre de 2014.
Una de esas categorías incluye a personas que entraron ilegalmente a EEUU después del 1 de enero de 2014, y la nueva ola de redadas está dirigida a personas que no obedecieron las órdenes de deportación de un juez de Inmigración, no tienen apelaciones pendientes, y no tienen casos de asilo u otro alivio humanitario pendientes, precisó.
Así, las redadas en ciernes “son una continuación de las operaciones que anunció el secretario (de Seguridad Nacional, Jeh) Johnson en enero y marzo”, dijo Christensen.
Agregó que DHS evitará la detención de personas en “lugares sensibles” como colegios, hospitales y templos, “excepto en circunstancias de emergencia”.
COBERTURA ESPECIAL DE INMIGRACIÓN
El plan fue rechazado de forma únánime por grupos proinmigrantes, líderes demócratas del Congreso, y los precandidatos presidenciales demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders.
Ambos protagonizan una aguerrida lucha por la nominación presidencial demócrata, y compiten por presentarse como el más férreo defensor de los inmigrantes.
Su denuncia de las redadas y deportaciones choca con los planes de la Administración Obama de continuar ambas prácticas en aras de la seguridad fronteriza.
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