Detención de líder magisterial provoca enfrentamientos en Oaxaca
Los policías lanzaron gases lacrimógenos contra los maestros, lo que originó el enfrentamiento
Oaxaca, México – Agentes de la Policía Federal desalojaron a maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que protestaban en las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) por la detención de un líder sindical.
Los policías lanzaron gases lacrimógenos contra los maestros, lo que originó el enfrentamiento, horas después de la detención del secretario de organización de la Sección 22, Francisco Villalobos.
Los maestros se replegaron y se concentraron en el Zócalo (plaza central) de Oaxaca, capital del estado homónimo, donde mantienen un campamento desde que estalló el paro el pasado 15 de mayo.
Los policía también recuperó, con el uso de grúas, los camiones de transporte urbano y de empresas privadas que los maestros tenían retenidos para el bloqueo de las calles.
El enfrentamiento se originó por la detención de Villalobos, a lo que la agrupación gremial reaccionó con bloqueos de tráfico frente al IEEPO, donde los maestros prendieron fuego a algunas llantas.
La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) informó de que la detención de Villalobos fue llevada a cabo por miembros de la Policía Federal en cumplimiento de un mandamiento judicial del Juez Quinto de Distrito en el Estado de Oaxaca.
Villalobos fue detenido al encontrarse elementos de prueba suficientes para considerarlo probable responsable del delito de robo agravado, informó la PGR en un comunicado.
“Los hechos que se le imputan, ocurridos en el año 2015, consisten en el robo de libros de texto gratuitos propiedad de la Secretaría de Educación Pública, en (unos actos en) los que además resultó lesionada una persona dados los medios violentos empleados por el aprehendido y otras personas, contra las que también se ejercitó acción penal”, indicó la fiscalía.
Villalobos fue trasladado a una prisión en la que quedará a disposición del juez federal que emitió la orden de captura, para que se continúe el proceso penal instruido en su contra.
La Sección 22, por su parte, afirmó que la detención de Villalobos es una desaparición y convocó de urgencia a los maestros al IEEPO para instalar el plante y bloquear las vías aledañas.
“Es más que evidente que la clara intención de los gobiernos es descabezar este movimiento democrático de trabajadores de la educación; sin embargo, manifestamos que por cada compañero detenido serán miles las voces de lucha que saldrán en defensa de la educación y los derechos laborales”, dijo la CNTE en un comunicado.
“No será con cárceles ni desapariciones como lograrán detener al máximo movimiento de referencia nacional e internacional que sigue cobrando fuerza con el apoyo de los padres de familia y sectores organizados en pie de lucha”, añadió.
La Sección 22 responsabilizó al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué; al presidente del país, Enrique Peña Nieto, y al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, de la integridad física y psicológica de Francisco Villalobos.
El Gobierno de Oaxaca informó de que en la operación de desalojo participaron 800 agentes de la Policía Estatal, de la Agencia Estatal de Investigaciones, la Policía Municipal de Oaxaca y efectivos de la Policía Federal.
Según el Gobierno estatal, no se registraron heridos porque “el operativo se llevó a cabo de conformidad con el Protocolo de Uso Racional de Fuerza para restablecer el Estado de Derecho y la Concordia Social”.
Este sábado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México reprobó los recientes hechos de violencia ocurridos en varios estados, en referencia a las manifestaciones de los últimos días contra la reforma educativa de 2013.
También ayer, unos 2.500 maestros marcharon hasta la residencia presidencial de Los Pinos en la Ciudad de México para exigir respuesta a sus planteamientos contra la reforma educativa, pero se retiraron sin alcanzar acuerdos.
La CNTE, una poderosa agrupación gremial con cerca de 200,000 afiliados en todo el país pero que es especialmente fuerte en los estados del sur, se opone a la evaluación obligatoria del personal docente incorporada en la reforma, que puso fin a una serie de privilegios sindicales, entre ellos la colocación de personal en las plazas con base en lealtades políticas.