Gobierno mexicano cede y reanuda diálogo con maestros disidentes
Mientras que continúan los bloqueos en la Ciudad de México y Oaxaca
México – El secretario mexicano de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, anunció esta noche la reanudación del diálogo con la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a la que le propuso impulsar una negociación en torno al modelo educativo del país.
En un breve mensaje televisado, Osorio declaró que ante los bloqueos carreteros y otras acciones de la CNTE, en días recientes el Gobierno “asumió su doble responsabilidad: la de distender, garantizando la libre manifestación, pero resguardando los derechos de terceros”.
“En otras palabras, agotar el uso de la política como la herramienta fundamental para construir acuerdos y a la vez garantizar las libertades de las y los mexicanos. Hoy, gracias a que se actuó de esta manera, se ha restablecido la interlocución en un marco de respeto”, dijo.
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De esa forma, añadió, hoy se realizó un nuevo encuentro en que los maestros de la CNTE hicieron entrega de un documento con sus planteamientos, mientras el Gobierno “les entregó por escrito la alternativa de solución” por parte del Ejecutivo.
El ministro dijo que los maestros pidieron un lapso de tiempo para consultar con las bases de su organización sobre los planteamientos gubernamentales, y que se acordó una próxima reunión el 11 de julio “en la que analizaremos los puntos de acuerdo y las coincidencias que nos permitan normalizar la situación a la brevedad”.
Trascendió que en el documento presentado por la CNTE se reiteran las demandas de la agrupación relativas la derogación de la reforma educativa de 2013, la liberación de líderes presos y el cese de las repercusiones laborales para los maestros que han dejado de impartir clases por asistir a las manifestaciones.
A su vez, el Gobernación propone “facilitar un proceso de diálogo con la Secretaría de Educación Pública en torno al modelo educativo”, con el objetivo fundamental de “fortalecer la educación pública y garantizar el máximo logro de aprendizaje de los educandos”.
En junio pasado, delegados de la agrupación gremial tuvieron dos reuniones con el ministro Osorio, pero las partes no lograron cerrar la brecha entre sus respectivas posiciones.
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El pasado 1 de julio, el ministro advirtió que “en breve” se tomarían las medidas necesarias para desbloquear las vías estratégicas tomadas por los maestros.
“El Gobierno está abierto al diálogo y sigue llamándoles al mismo, pero también está obligado a ser garante de las libertades y derechos de los ciudadanos”, aseveró entonces.
Alrededor de 4,000 maestros de la CNTE y grupos afines marcharon en la Ciudad de México exigiendo la reanudación del diálogo con autoridades federales.
La movilización, que salió del monumento conocido como Ángel de la Independencia pretendía llegar al Zócalo (plaza principal) de la capital, pero fue detenida por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad frente al Palacio de Bellas Artes.
Los manifestantes coreaban lemas como “Educación primero al hijo del obrero, educación después al hijo del burgués” y “Somos docentes, no somos delincuentes”, y portaban pancartas con leyendas como “La sangre no es la tinta para escribir una reforma.
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La CNTE, que tiene mayor fuerza en Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero, los estados más pobres del país, pide la derogación de la reforma educativa de 2013, que estableció la evaluación continua del personal docente y puso fin a añejos privilegios sindicales.
Durante la movilización, dirigentes de la Coordinadora anunciaron que planean hacer mañana marchas desde cuatro puntos distintos de la capital hasta el Zócalo.
Por su parte, el secretario de Educación Pública del Gobierno federal, Aurelio Nuño, reiteró la defensa de la reforma educativa como “el vehículo para romper con la desigualdad estructural en el país, y llevar la educación a las zonas más desfavorecidas”.
“Desafortunadamente las desigualdades que tiene nuestro país se han reproducido en el sistema educativo. Y si queremos romper con esas desigualdades, una manera central de atacar el problema es rompiendo con la desigualdad que existe en el sistema educativo“, aseveró durante un acto en la Ciudad de México.
“La solución y el camino para transitar y solucionar y poder disminuir la desigualdad en el país tiene una respuesta en la educación. Y por eso, nosotros insistimos: la reforma educativa no es el problema, es la solución“, puntualizó.