Latinos invisibles en casos de brutalidad policial, aunque son víctimas y victimarios

El policía que ultimó al hombre en Minnesota es latino y también lo es uno de los policías asesinados en Dallas, así como muchas víctimas de brutalidad policial que no llegan a las noticias. Pero la discusión es en "blanco y negro"

Con la muerte de dos hombre afroamericanos a manos de la Policía esta semana y la aparente venganza racial hacia policías en Dallas, la discusión se está enmarcando, una vez más, como un asunto del racismo blanco hacia los afroamericanos.

Pero hay un problema con esta discusión: el policía que mató a Philando Cantile en Minnesota y que su novia divulgó en vivo por video en Facebook, es latino. Y al menos uno de los cinco policías muertos en Dallas también lo es.

¿Dónde están los latinos en esta discusión de brutalidad policial, racismo y tensiones raciales?

Por el momento, son invisibles, como también lo son muchas víctimas latinas de tiroteos policiales que han ocurrido en meses y años recientes.

La muerte de Cantile y la de Alton Sterling en Louisiana, ambas registradas en video, han generado protestas e indignación entre buena parte de la ciudadanía.  Ambos eran afroamericanos y murieron a manos de oficiales de policía, aunque no hay evidencia por el momento de que estuvieran haciendo nada indebido.

Acto seguido, el jueves por la noche, una protesta pacífica del movimiento Black Lives Matter, fue interrumpida por tiroteos de al menos un francotirador en Dallas, aunque inicialmente se pensó que eran tres. Cinco agentes de policía murieron y otros siete fueron heridos.

Un hombre afroamericano, Micah Johnson, fue arrestado por los asesinatos.  Al parecer, Johnson había expresado que quería que “los policías blancos pagaran” por la muerte de afroamericanos.

Pero este viernes trascendió que el policía que balaceó a Cantile en Minnessota sin aparente razón –la policía no ha dado ningún detalle del incidente y está investigando- es Jerónimo Yañez, un veterano con cuatro años en el Departamento de Policía de San Antonio, en Minnessota.

Según información de periódicos locales, Yañez tiene 28 años, vive en St Paul y está casado, con un niño pequeño. Su record está limpio de demandas y problemas.  Yañez es miembro de una organización local para oficiales de policía latinos.

Yañez y su compañero de patrulla Joseph Kauser, que también se acercó al vehículo pero no disparó, están suspendidos administrativamente mientras se realiza una investigación.

En Dallas, mientras tanto, comenzó la identificación de los policías muertos el jueves por la noche a manos, aparentemente, de un hombre que buscaba venganza racial por la aparente brutalidad policial de “blancos contra negros”.

Las autoridades identificaron a uno de los policías muertos como Patrick Zamarripa, de 32 años, uno de los oficiales que patrullaba la protesta pacífica de Black Lives Matter en esa ciudad, cuando el francotirador atacó. Zamarripa también era veterano de la guerra de Irak.

Un hermanastro de Zamarripa compartió una foto suya en Twitter con el mensaje: Te amo, hermano, estoy orgulloso, nos veremos de nuevo, y el hashtag #prayforDallas

Víctimas latinas tampoco han generado revuelo

Los afroamericanos son el grupo que más desproporcionadamente sufre brutalidad policial, tiroteos policiales, encarcelamiento y racismo, pero los latinos están en segundo lugar, según las estadísticas.

Según el Centro para Justicia Juvenil y Criminal, que analizó las muertes a menos de policías entre 1996 y 2011, los afroamericanos mueren 2.8 veces más que los blancos y les siguen los latinos, con 1.9 veces más que los blancos.

Al mismo tiempo, recientes tiroteos policiales de latinos, aunque recibieron alguna cobertura, particularmente en medios hispanos, no han tenido la misma reacción que los casos de Michael Brown en Ferguson, Eric Garner en Nueva York y estos dos recientes, entre otros.

Hay ejemplos. Las protestas en Los Ángeles por la muerte el año pasado de Ezell Ford, un hombre negro discapacitado, no reflejaron la muerte de un latino, Oscar Ramírez, muerto por las autoridades también en Los Angeles casi al mismo tiempo.

Antonio Zambrano Montes fue muerto por la policía en Pasco, Washington el pasado año, después de tirar unas piedas a la policía. El tiroteo se capturó en video, y hubo protestas locales, pero el tema no trascendió a nivel nacional.

Un migrante mexicano, Anastasio Hernandez Rojas, fue muerto por la Patrulla Fronteriza a patadas y golpes de macana eléctrica en 2010. Su caso generó una investigación y un documental de PBS, en parte porque fue capturado en video por teléfonos.  Pero los oficiales nunca fueron castigados.

Hablan expertos en temas raciales

El problema central, dice el profesor Donathan Brown, experto en temas raciales y política pública de Ithaca College, es el uso de fuerza excesiva y el tema de la raza, aunque importante, no indica que este problema sea siempre “blanco o negro”.

“Ha habido oficiales blancos, negros y latinos que han sido investigados por exceso de fuerza”, dijo Brown. “No obstante, las estadísticas señalan que lo más común es policía blanco, contra ciudadano negro. Es obvio que la raza tiene algo que ver”.

En el caso de la muerte de Michael Brown, que generó protestas y tensos enfrentamientos entre policía y comunidad, una de las cosas que se criticaba la falta de policías minoritarios en un área casi totalmente afroamericana.

Para el profesor Darnell Hunt, director del Centro Ralph Bunche para estudios Afro americanos en UCLA, la historia de este país “siempre se ha contado en blanco y negro”.

Es el legado de la historia afroamericana, de la esclavitud y de hecho de que “es la mayoría blanca ha sido tradicionalmente la que intentara subordinar a otros grupos”, dijo Hunt.

“Eso no niega lo que han vivido otros grupos, los nativo americanos, relegados a reservaciones y discriminados, los japoneses americanos internados en campamentos durante la Segunda Guerra y por supuesto, los latinos”, agregó el profesor.

Los medios de comunicación no ayudan. Los casos más sonados y difundidos siempre son los de la tensión “negros-blancos”.

Otros se aventuran a la teoría de que los abusos a latinos llaman menos la atención porque estos “son identificados como extranjeros” e inmigrantes, y sus problemas no parecen tan relevantes a la población en general o a sus medios.

Aaron Fountain, candidato doctoral del Departamento de Historia de Indiana University lo describió así en un reciente artículo para Al Jazeera.

“Algunos creen que los homicidios policiales de los latinos causan menos indignación porque estos son vistos como extranjeros”, escribió Fountain. “Estas afirmaciones tienen mérito, pero no llegan a abordar un factor crítico que causa que se ignore a los latinos: su historia no ha sido plenamente integrada en la historia de Estados Unidos”.

Fountain también argumenta que la propia comunidad latina y los líderes latinos, tampoco han tomado suficientemente la bandera de movimientos como Black Lives Matters por las mismas razones de sentirse excluidos.

De hecho una encuesta de PEW halló hace unos días que aunque los latinos están conscientes del racismo en general y del racismo hacia los negros en particular, sólo una tercera parte apoya el movimiento Black Lives Matter, menos que el 40% de los blancos.

Hunt afirma que “es difícil pero necesario hacer alianzas” y apuntó que el propio movimiento de Black Lives Matter también debería hacer más para “invitar a otros a unirse al mismo, cosa que no se ha hecho, quizá simplemente por el nivel de indignación que sienten hacia los ataques que sufre su comunidad”.

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