Pelean Yucatán y el gobierno de Peña por transgénicos
El gobierno del estado de Yucatán discute la autorización federal para sembrar transgénicos en el estado sin evaluar sus consecuencias
MÉXICO.- Las abejas no hicieron más que su trabajo: volar cientos y cientos de kilómetros en busca de polen sin saber que en el camino encontrarían soya genéticamente modificada por los cultivos de la empresa Monsanto y otras autorizadas por el gobierno federal en la Península de Yucatán, la principal productora de miel del país.
Los apicultores no se enteraron hasta que en Europa les rechazaron el producto. Al ver ameazado a uno de los pilares de la economía agrícola en el estado, el gobierno de Yucatán emitió un decreto el pasado mes de octubre en el que declaró a la entidad libre de transgénicos.
“El gobierno del estado sabía que el federal podía protestar y poner un recurso de inconstitucionalidad y estamos dispuestos a enfrentar ese juicio”, dijo Eduardo Batllori, secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente yucateco, uno de los principales impulsores del decreto.
La petición de la suspensión de la medida llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el pasado martes a través del Consejero Jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos.
De acuerdo con la prensa local, un ministro admitió la controversia, pero se negó a conceder la suspensión por lo que por ahora Yucatán seguirá por el camino de la agricultura orgánica mientras la corte define si se extralimitó en funciones que corresponden al congreso federal.
En 2005, el legislativo creó la Ley de Biodiversidad de Organismos Genéticamente Modificados que dio luz verde a la siembra de cultivos transgénicos.
El argumento principal para tal autorización fue el hecho de que México posee “una de las diversidades más amplias del mundo y en su territorio se encuentran áreas que son centro de origen y de diversidad de especies y variedades que deben ser protegidas, potenciadas y aprovechadas por ser un valioso reservorio de genes”.
Por su cuenta, el gobierno de Yucatán argumenta que la siembra de transgénicos en su estado viola diversos artículos de la ley porque no determinó los efectos de este tipo de organismos en los procesos de producción agrícola y la biodiversidad local.
“Es moralmente inaceptable”, dijo el gobernador Rolando Zapata al declarar a Yucatán libre de organismos genéticamente modificados.
“Si permitimos la siembra de transgénicos aquí habrá un daño grave e irreversible a la actividad apícola… Esto es injusto para las generaciones futuras, contra los derechos humanos de los trabajadores de la miel y el derecho al trabajo, la alimentación y comercialización así como al derecho a un medio ambiente sano”.