Cinco exhibiciones ‘top’ del 2016
En la Gran Manzana se cocinan o se exhiben las principales tendencias del arte internacional. Mira las cinco exhibiciones que más se destacaron en el 2016 y los artistas que no te puedes perder
Siendo una de las capitales del arte mundial, en Nueva York concurren más de un centenar de exhibiciones cinco estrellas. Y este año no ha sido la excepción con muestras cardinales como la de Carmen Herrera: ‘Lines of Sight’, en The Whitney Museum; la de Sigmar Polke: ‘Eine Winterreise’, en David Zwirner; la del genio Francis Picabia: ‘Our Heads are Round so Our Thoughts Can Change Direction’ en el Moma; o la exhibición de jóvenes artistas mujeres “You Can Call Me Baby” (sobre todo los tapices de Erin M. Riley), durante la feria de arte Spring/Break, curada por Myla Dalbesio en el James A. Farley Post Office. Sin embargo, estas cinco exhibiciones que reseñamos a continuación se destacaron ampliamente del resto.
1) ‘Unfinished: Thoughts Left Visible’, en The Met Breuer
Con esta muestra provocadora, y no exenta de sarcasmo, en torno a uno de los rasgos esenciales de la estética contemporánea: el aspecto inacabado o inconcluso de la obra, el MET inauguró su nuevo espacio dedicado al arte moderno y contemporáneo.
Haciendo concurrir en un mismo plano obras abandonadas por maestros desde el Renacimiento con otras creadas dentro de esta estética intencionalmente inacabada desde el non finito escultórico hasta la fecha, el MET, una institución considerada más tradicional, aporta un rotundo documento visual al debate sobre la crisis de conceptos sobre los que se soporta el arte contemporáneo.
2) Nicole Eisenman: ‘Nicole Eisenman’, en Anton Kern
Una exhibición esencial de su obra más reciente, después de recibir la beca ‘genio’ MacArthur, complementada por el survey en el New Museum: ‘Al-Ugh-Ories’, con obras entre 1996 y 2014. Eisenman ha creado, fundamentalmente desde el margen, una de las obras figurativas más sólidas de las últimas décadas.
Sus composiciones de contrastes, y sus grupos humanos, imbuidos de esa mirada satírica a veces genialmente depravada de la sociedad que viene del verismo de Rudolf Schlichter y el Neue Sachlichkeit (nueva objetividad alemana), aportan una valiosa iconografía crítica a la realidad sociopolítica estadounidense.
3) Armando Guiller: ‘Patterns and Beauty’, en William Paterson University Galleries
Las esculturas de Guiller van del constructivismo al minimalismo en la búsqueda de estructuras entrópicas y obsesivas geometrías euclidianas. Partiendo de dos elementos simples: la línea y la curva, o quizás la acumulación de puntos espaciales, el importante escultor cubanoamericano provoca su fusión o descomposición logrando piezas de cadencia musical y perfección casi matemática.
La obra de Guiller, que yo definiría como ´modelos´, por su esencia arquetípica, descansa en una suerte de mecánica celeste, ingeniando estructuras esenciales como si despejara el ‘blueprint’ de la creación, ensayando alguna suerte de ´código de fibonacci´ secreto o secuencia de oro que resuma el origen de todo lo creado.
4) Katja Loher: ‘Vuela Vuela’, en Gallery C24
Como Pipilotti Rist, quien exhibe en el New Museum hasta el 15 de enero, Katja Loher es también suiza, del Zúrich dadaísta, y explora el videoarte desde la intersección de varias prácticas artísticas y el activismo ecológico, pero Loher se ha anclado en un nicho en el que su aporte es difícil de soslayar, forzando los límites de los formatos tradicionales no solo a través de video proyecciones sino de la innovación tecnológica, la alteración de la pantalla y su exploración de los soportes, hasta reconciliar y naturalizar ese aparente imposible que es el videoarte con la escultura.
5) Kerry James Marshall: ‘Mastry’, en el MET Breuer
La mayor retrospectiva del artista afroamericano hasta la fecha. ‘Mastry’ incluye cerca de 80 obras de Marshall que revolucionan radicalmente todas las narrativas del canon occidental con escenas cotidianas protagonizadas por figuras de raza negra, tradicionalmente marginalizadas dentro del arte.
Este impactante mundo marshalliano obliga a reflexionar sobre la manera en que se continúan refrendando y legitimando los discursos hegemónicos, sobre la ausencia de voces (y colores) en el arte que da forma a nuestros patrones estéticos. La exhibición estará abierta hasta el 29 de enero.