Fiscales desestiman otro juicio contra Johnny Hincapie
El colombiano finalmente es liberado de toda implicación en crimen ocurrido en 1990
NUEVA YORK.- Johnny Hincapie, el colombiano que pasó 25 años en prisión acusado de ser uno de los siete hombres que atacaron fatalmente a un turista de Utah en una estación del metro de Nueva York, finalmente puede decir que ha cerrado ese capítulo de su vida. Este miércoles, los fiscales desestimaron iniciarle un nuevo juicio que podría haberlo llevado nuevamente a prisión.
La condena a Hincapie fue anulada en 2015 y salió en libertad en septiembre del año pasado. Este miércoles, los ojos de Hincapie volvieron a humedecerse de alegría cuando los fiscales anunciaron que desestimaban los cargos contra él.
“Mis oraciones fueron escuchadas, Lo único que quiero ahora es reiniciar mi vida sin preocupaciones, trabajar y compartir mucho tiempo con mi familia”, declaró Hincapie en los exteriores de la corte de Manhattan.
“Me siento aliviado, me siento exaltado, estoy muy contento, creo que finalmente puedo poner al olvido y no tener que preocuparme por esto. Puedo finalmente avanzar con mi vida”, agregó el colombiano.
Antecedentes el caso
Hincapié, ahora de 45 años, fue uno de siete jóvenes acusados en 1990 de la muerte de Brian Watkins, quien fue apuñalado durante un robo en una estación del subway. Sin embargo, Hincapié, quien tenía 18 años en ese entonces, ha mantenido su inocencia y ha insistido en que durante los interrogatorios un detective lo golpeó y amenazó de muerte para que diera una confesión falsa.
En octubre del año pasado, luego que la defensa presentara nuevos testimonios, el juez Eduardo Padró de la Corte Suprema de Nueva York ordenó que se realizara un nuevo juicio y dispuso la liberación de Hincapié mientras comenzaba el nuevo proceso judicial.
Lo que llevó a su libertad, fueron lo testimonios de tres testigos involucrados en el asesinato quienes admitieron que Hincapié no estuvo presente en el metro en el momento del incidente. La principal carta de la defensa fue la aparición sorpresa a principios del año pasado, de la testigo Mariluz Santana, quien testificó que el acusado no estaba en la plataforma cuando se cometió el crimen, sino un nivel más arriba. Adujo que el temor a represalias la hizo callar en el momento y que luego se olvidó del caso hasta que vio un día en la prensa que el hombre seguía encarcelado.