Trabajadores e inmigrantes calientan las protestas del Primero de Mayo
Trabajadores de Tom Cat Bakery, a punto de perder sus trabajos por una auditoría del Departamento de Seguridad Nacional, piden unión en la movilización contra la Administración Trump
“Déjeme que le diga algo”, dijo Edison Alvarado antes de acabar la conversación sobre su complicado futuro laboral. “Quiero hacer un llamado por el 1 de Mayo. Ese día va a haber una huelga nacional contra el presidente Trump para protestar la forma como ve a los hispanos y cuantas familias está destruyendo”.
Alvarado, es uno de los 31 trabajadores latinos que está viendo pasar con angustia cada día hasta el 21 de abril porque en esa fecha vence el plazo para presentar documentos de trabajo para la auditoría que está haciendo el Departamento de Seguridad Nacional en Tom Cat Bakery. Desde que esta situación se dio a conocer, explica este ecuatoriano, ha habido una lluvia de apoyos y muestras de solidaridad con estos empleados por parte de otros trabajadores, políticos, organizaciones de base y abogados.
La puntual situación de estos trabajadores, que no dejaron de luchar desde el 15 de marzo — cuando les avisaron que tenían que presentar los documentos 1-9–, el particular calvario de José Pérez, un trabajador de la industria láctea que lleva un mes detenido en una prisión de Buffalo, o la situación de Carlos Hernández, gerente del restaurante mexicano La Fiesta en West Frankfort (Illinois), son casos que se convierten en la cara y la historia de un momento político que desde la población inmigrante y trabajadora se siente como una agresión continua a la que se quiere plantar cara.
Por eso, un nutrido número de organizaciones de ayuda y apoyo a inmigrantes además de sindicatos está organizando una jornada de protesta para resistir las políticas del presidente Trump. Es un día de acción nacional para el que se están preparando eventos específicos en la ciudad de Nueva York que culminarán en una marcha en Foley Square (Manhattan) a las 5.00PM. Se espera que se pueda movilizar a unas 50,000 personas en este evento y varios miles más en el resto del estado.
El lunes, durante la presentación de la plataforma convocante Steve Choi, director ejecutivo de la New York Immigration Coalition, explicaba que este es el momento de volver a tomar las calles como se hizo en 2006 cuando se demandó una reforma migratoria desde las ciudades de todo el país. Estas manifestaciones culminaron con un día de boicot también el 1 de mayo, la misma fecha en la que en la mayor parte del mundo se celebra el día del trabajo aunque no en EEUU.
Choi criticó que el actual presidente, Donald Trump, protagonizara una campaña racista y xenófoba y “ahora está redoblando su acción demonizando a los mexicanos y musulmanes”. Este activista explicó que nadie en Washington “nos defiende y es momento que nos defendamos nosotros mismos”. Yatziri Tovar, una dreamer de la Organización Make the Road, apuntó que Trump está separando “y aterrorizando familias” como la suya, deteniendo dreamers como ella y “quiere construir un muro que no necesitamos”. Esta inmigrante que llegó a EEUU a los dos años y se siente como “una neoyorquina de pies a cabeza”, pidió la asistencia a la marcha independientemente del lugar de origen de cada uno, su religión o creencias, para resistir.
“El 1 de mayo, 50,000 de nosotros vamos a decir que no al muro en la frontera y a los millones de dólares que quiere gastar en una aplicación fuera de control de una política antinmigrante”, explicaba Tovar poco antes de demandar al Congreso que apruebe un presupuesto que refleje “nuestras prioridades”. Los organizadores son claros en este punto, no se quiere que un solo dólar de las cuentas públicas se dedique a pagar el muro o acciones antinmigrantes injustas.
Tovar dijo en un tono solemne que como neoyorquinos demandamos “dignidad y respeto y por eso vamos a salir juntos el 1 de mayo, nos vamos a levantar, mostrar resistencia y que no vivimos con miedo”. Sean Campbell, presidente de Teamsters Local 813, recordó que un ataque contra uno “es un ataque contra todos” y denunció las acciones de la Casa Blanca y el Congreso con las que en materia laboral se da marcha atrás en la posible mejora de las compensaciones por horas extra, no se certifica que un contratista con el estado esté cumpliendo la normativa federal o se relajen las normas que exigen el reporte oficial de enfermedades y lesiones en el trabajo.
Shirley Aldebol, de 32BJ SEIU, dijo a este diario que la situación que se está viviendo en Tom Cat Bakery es preocupante porque cuando se abren las puertas de los centros de trabajo en aras de la política migratoria, “la gente vive con mucho miedo”.
Antes de que se llegue a este día, Alvarado admite tanto él como sus compañeros –que se encargan de hacer buena parte del pan que se come en restaurantes de la ciudad o se compra en tiendas como Citarella- -están viviendo días complicados pero “estamos en la lucha”. Son muchos los padres de familia que han trabajado en algunos casos durante más de 20 años en esta panadería ubicada en Long Island City (Queens). Alvarado dice que en las conversaciones que se están teniendo se habla de al menos recibir una indemnización, “para no irnos con las manos vacías tras tanto tiempo”. Mantener el trabajo no está en manos de la empresa pese a que algunos abogados están explorando las opciones legales.
Pendientes del 21 de abril, estos trabajadores pueden llegar a mayo con el sueño que se habían forjado hace años roto pero con más ganas que nunca de defenderlo para todos.
Foley Square
La marcha comenzará a las 5.00PM y está previsto que haya actuaciones musicales e intervenciones de líderes comunitarios