Centroamerica en alerta roja ante deportación de pandilleros del MS-13
Autoridades buscan formular un programa para mitigar la llegada de los delincuentes
Funcionarios de los gobiernos de Centroamérica expresaron su preocupación por lo que se supone el aumento de las deportaciones de miembros de pandillas por parte de Estados Unidos.
El procurador general de la república de El Salvador, Douglas Meléndez, dijo que su país, Honduras y Guatemala necesitan estar preparados para enfrentar la ola de pandilleros que se avecina.
El temor por la llegada masiva de miembros de bandas trasnacionales como la Mara Salvatrucha, o MS-13, podría desestabilizar aun más la aguda situación de delincuencia y orden público en la región, dijo en una conferencia de prensa después de una reunión con los principales funcionarios de la policía de las tres naciones centroaméricanas.
De igual forma indicó que ahora más que nunca la inteligencia policial de los tres países, conocido como el Triángulo Norte de Centroamérica, tiene que fortalecer sus operaciones conjuntas ya que se vienen tiempos críticos.
Las declaraciones de Meléndez llegan después de que el martes, el fiscal general Jeff Sesions prometió mano dura para acabar con el MS-13. Esta pandilla nació en comunidades de inmigrantes en Los Ángeles en los años ochenta y luego creció exponencialmente en Centroamérica cuando sus líderes fueron deportados.
Meléndez dijo que los fiscales de los países del Triángulo Norte se reunieron con el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, a quien le expresaron sus inquietudes en temas de seguridad en la región como consecuencia de las deportaciones que se avecinan.
El salvadoreño habló a nombre de sus colegas de Honduras y Guatemala y dijo que ellos ya preparan un plan para enfrentar el problema, pero señaló: “en el caso de El Salvador ya debería tenerse una estrategia clara de cómo se va a abordar este fenómeno para recibir más personas, pero eso es una responsabilidad del gobierno”.
La preocupación de los países del Triángulo del Norte sobre el tema obedece a que las pandillas ya producen altos niveles de violencia en sus territorios, pero temen que el panorama recrudezca y por eso pidió prepararse con la ola de deportaciones.