‘Tener sexo sin miedo’

Campaña busca reducir los casos del contagio del VIH en las comunidades hispana y LGBT con la educación sobre la existencia de un medicamento efectivo para evitarlos

A pesar que existe un medicamento que puede reducir el riesgo de infección por el VIH en un 99%, la tasa de incidencia de nuevos casos continua siendo altamente desproporcional en la comunidad hispana de Estados Unidos, en comparación con los otros grupos étnicos.

De hecho, casi el 25% de los nuevos diagnósticos del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH en español y HIV en inglés) en este país se dan entre los integrantes hispanos, a pesar de representar tan solo el 17% de la población.

Los datos son mucho más alarmantes para los de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transgénero (LGBT): mientras que los diagnósticos del VIH disminuyeron en un 19% en la población en general, entre los hombres gay y bisexuales se incrementaron en un 6%.

Ante la realidad, el Centro LGBT de Los Ángeles (LALGBTC) emprendió la iniciativa “Tener sexo sin miedo”, una campaña educativa dirigida a la comunidad de habla hispana —y en especial hacia la LGBT— sobre la existencia de la píldora Truvada (única aprobada por la FDA en julio 2012 y de consumo diario), que potencialmente puede salvar vidas.

La mencionada píldora, perteneciente a los fármacos del tipo PrEP (o de primera profilaxis previa a la exposición al VIH), puede prevenir el contagio del virus en personas no infectadas expuestas a éste.

La campaña

Will Hernández, enfermero registrado y vinculado al LALGBTC, explica que “Tener sexo sin miedo” tiene como objetivo que “toda persona sepa sobre la existencia del PrEp y cómo se puede prevenir la infección del VIH”.

“Uno en cada cuatro hombres gay o bisexuales latinos o hispanos y uno en cada dos hombres gay o bisexuales de la comunidad afroamericana será infectado con el VIH en sus vidas, entonces nuestra campaña intenta cerrar esa brecha”, resalta el profesional de la salud.

De acuerdo con el experto en el tema, la creciente incidencia del VIH en los hispanos se debe a múltiples factores. Entre ellos, la común acción de escoger parejas dentro de la misma comunidad, aun cuando el riesgo de infectarse es más alto y los altos índices de las enfermedades venéreas que se dan en esta comunidad, en comparación con otras etnias.

La creencia machista de que un hombre no se enferma, así como la de las mujeres puras que piensan que el sexo no ocurre antes del matrimonio y la homofobia son factores culturas que también contribuyen a los altos índices de transmisión del VIH en los hispanos. Asimismo, influyen los problemas estructurales y sociales, como lo son la pobreza, el estatus migratorio, los niveles de educación, el acceso a sistemas de salud y las barreras del idioma.

El medicamento

Datos de los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) indican que los hispanos que están más a riesgo de infectarse de VIH son los hombres homosexuales y las mujeres heterosexuales que tienen compañeros íntimos bisexuales.

“Toda persona en riesgo de infectarse con el VIH debería tomar PrEP”, resalta Hernández ante estas cifras. “Cada individuo decide su riesgo y sus preferencias preventivas para no contagiarse. Las opciones son múltiples, incluyendo el uso del PrEP y los condones”.

Para tener acceso y material educativo sobre Truvada, que está disponible en todo Estados Unidos y otras partes del mundo, el profesional de la salud insta a toda persona que puede estar a riesgo de contraer el VIH a hacer una cita con su médico particular o acudir a un centro LGBT (que están por todo el país) para hacer una consulta.

De no contar con un seguro médico, Hernández señala que la compañía farmacéutica Gilead, que produce Truvada, “ofrece programas en los que el costo del medicamento para el paciente puede ser muy bajo o gratuito”.

“Muchos departamentos de salud pública, como el del condado de Los Ángeles, por ejemplo, tienen un programa donde el costo de las visitas médicas y al laboratorio son gratuitas”, detalla.

Habla la voz de la experiencia

Daniel Soto es una de las personas que toma PrEP para prevenir el contagio del VIH.

“Empecé a tomarlo hace ya dos años porque vivía con una pareja que tenía el virus”, cuenta este angelino, de 27 años. “Pienso que esta campaña es necesaria porque da una luz en la realidad de poder tener sexo con la persona que se quiere sin miedo o temor de algo”.

“Mi experiencia [de tomar esta píldora] ha sido bien positiva”, asegura Soto, quien trabaja en el JWCH Institute, en el programa de alcance a la comunidad. “Me ha dado más seguridad en mí mismo y mi vida sexual…  Y la oportunidad de poder educar, con mi experiencia, a otras personas”.

Entre esas personas están sus hermanos gemelos, de 21 años, que viven en San Francisco y Los Ángeles, que “como yo son jóvenes que están explorando y uno de ellos ya tiene su novio”.

Soto piensa que el incremento de los casos de VIH en los hispanos, a pesar de existir PrEP, se debe al miedo y la carencia de educación.

Muchas personas [hispanas] no saben que hay recursos gratis para ellos, especialmente si no tienen documentos legales en este país… Y esto no es la realidad. Existen varios recursos y programas para ayudarlos [en los centros LGBT, JWCH y APLA, por ejemplo]. Solo hay que hablar con un profesional de la salud, con un amigo u obtener información por la internet sobre el PrEP y en dónde se puede obtener”, concluye Soto.

Daniel Soto (izq.) en una de sus citas rutinarias con el enfermero registrado Will Hernández del Centro LGBT de Los Ángeles. /Cortesía del Centro LGBT de Los Ángeles

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