Estudiantes extranjeros aportan cerca de $20,000 millones a la economía, dice estudio
Los estudiantes extranjeros, aportan a la economía cerca de $20,000 millones durante su carrera universitaria y crean o apoyan más de 81,000 empleos
WASHINGTON.- La Administración Trump está empeñada en restringir las visas para extranjeros pero, según un estudio divulgado este viernes, los estudiantes extranjeros, como la ecuatoriana Carla Paredes, aportan a la economía cerca de $20,000 millones durante su carrera universitaria y crean o apoyan más de 81,000 empleos.
El estudio, realizado por el grupo “New American Economy” (NAE, por su sigla en inglés) a tiempo de la temporada de graduaciones, no deja dudas de que los estudiantes internacionales tienen un gran impacto en el campo de la enseñanza superior, un sector que genera ingresos por $542,000 millones.
Los estudiantes extranjeros que obtuvieron un diploma universitario en 2016 contribuyeron $19,600 millones a la economía durante el transcurso de su carrera académica, y tan sólo en el último año de estudios crearon o apoyaron más de 81,000 empleos en diversos rubros de la economía, desde los servicios educativos hasta las ventas al menoreo.
International students created or supported more than 81,000 US jobs in the last year of their educational program. https://t.co/Qy8SP01rUM
— American Immigration Council – State and Local (@immcouncilSL) June 2, 2017
La mayor parte de ese aporte económico se deriva de sus gastos en matrícula, útiles y accesorios, además de pago de alquiler y gastos de comida, gasolina, y ropa, para ellos y sus dependientes. Esa cifra no incluye lo que gastan sus padres y demás familiares para viajar a EEUU a visitarlos.
Según el estudio de la NAE, que aglutina a más de 500 alcaldes y empresarios de todo el espectro político en EEUU, los estudiantes internacionales tuvieron un mayor impacto en estados con grandes sistemas de enseñanza pública.
Los 29,276 estudiantes que se graduaron en 2016 de escuelas en Nueva York, por ejemplo, contribuyeron $2,900 millones para la economía local, mientras que los 23,792 que se graduaron en California, aportaron $2,500 millones.
En estados como Texas y Pensilvania, sus contribuciones fueron de aproximadamente mil millones de dólares.
Aunque aún no hay cifras exactas sobre cuántos extranjeros se graduarán este año, NAE calculó que sus contribuciones serán iguales o superiores.
Desde 2011, el número de estudiantes extranjeros ha incrementado por al menos un 4% cada año, de cerca de 760,00 en el ciclo académico 2011-2012, a más de un millón en 2015-2016, según el estudio.
Sin embargo, la nueva política migratoria de la Administración Trump, y las declaraciones de líderes republicanos a favor de restringir las visas, hacen temer que los extranjeros busquen mejores pastos en universidades en otros países.
De hecho, una encuesta reciente de 250 universidades indicó que casi el 40% de esas instituciones ha registrado un descenso en las solicitudes de estudiantes internacionales para el ciclo 2017-2018.
“Si eso se traduce finalmente a un declive en la inscripción de estudiantes internacionales, eso podría desestabilizar los presupuestos universitarios y, quizá, la calidad de la educación e instalaciones disponibles para todos”, advirtió el estudio.
Ejemplos a montones
El estudio refleja la realidad de miles de estudiantes latinoamericanos, como la quiteña Carla Paredes, que emigró de Ecuador a EEUU en 1999, completó su licenciatura y maestría en universidades estadounidenses, y ahora prepara su doctorado en política educativa en la Universidad Estatal de Florida.
En declaraciones a este diario, Paredes afirmó que viene aportando a la economía de EEUU desde que desembarcó en este país, al haber comprado casas en dos estados y al invertir en la economía local con su salario en sendas organizaciones internacionales.
Paredes, ahora ciudadana estadounidense, no está de acuerdo con las restricciones de visas porque “eso no ayuda a gente como yo, que venimos a este país a promover la economía”, y conduce, en última instancia, a una “fuga de cerebros” del país.
“Tampoco creo que mejora la seguridad nacional. Cualquier inmigrante te puede contar las revisiones, las trabas, los filtros que tiene que pasar siquiera para conseguir una visa de turista”, explicó Paredes.
Paredes se hizo eco de grupos defensores de los inmigrantes al señalar que EEUU debe invertir en mejores formas de controlar la inmigración, a través de la diplomacia y de la creación de oportunidades de empleo en la región, “en vez de cerrar las fronteras”.