Nueve detenidos del “viacrucis migrante” lanzan protesta en Adelanto y guardias usan gas pimienta
Alegan "humillación y fianzas elevadas". Al iniciar una protesta de brazos tomados y negarse a seguir instrucciones de los guardias, estos usaron una "ráfaga de un segundo" de la irritante substancia contra el grupo para que se sometiera.
Guardias del Centro de Detención para inmigrantes de Adelanto, California, utilizaron gas pimienta este lunes sobre un grupo de nueve detenidos que se unieron brazo con brazo y rehusaron regresar a sus camas para “el conteo diario”, presuntamente negándose a seguir instrucciones y posteriormente declarándose en huelga de hambre.
Los nueve detenidos por las autoridades migratorias en Adelanto, California habían anunciado este lunes por medio de portavoces que iniciaban la protesta, en parte por haber recibido “humillantes fianzas de 35,000 dólares” que les obligará a estar detenidos mientras se considera su caso de asilo.
ICE asegura, por su parte, que no hay nadie en huelga de hambre “porque nadie ha cumplido 72 horas sin comer” pero una portavoz de la agencia que contactó a los encargados de Adelanto (manejada para ICE por la empresa GEO Group), reconoció que habían usado “una ráfaga de un segundo” de gas pimienta sobre los detenidos cuando estos se negaron a cooperar con órdenes verbales tras declararse en protesta y unirse de brazos.
Según un email de Virginia Kice, portavoz regional del occidente para la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), los nueve hombres se negaron a a regresar a las camas asignadas para el conteo de la mañana, se tomaron de brazos y “desafiáron órdenes de someterse a restricciones mecánicas”.
“Después de repetidos esfuerzos para evitar la confrontación, un oficial de supervisión usó un segundo de rociado de pimienta para someter a los detenidos, quienes inmediatamente cumplieron y se sometieron“, dijo Kice en un email. “Los nueve hombres fueron posteriormente examinados por personal médico y despachados para su colocación en viviendas restrictivas hasta que se lleve a cabo una revisión disciplinaria completa. Ningún oficial o detenido resultó herido”.
Durante una entrevista telefónica desde la prisión, el detenido José Vladimir Cortes Díaz contó a La Opinión en horas de la tarde que cuando los nueve se negaron a ir a sus cuartos para el conteo de presos y anunciaron que no comerían, los guardias los agredieron con un gas “que picaba los ojos y la piel”.
“Llegó un oficial de blanco, nos empezó a gritar, nos rociaron a toditos con ese gas, era un bote grande que andaban . Ese gas quema el cuerpo. Luego nos sacaron a la cancha y sacaron también al resto de detenidos porque se quedó el gas allí. Luego nos pasaron a otro lugar, no veíamos donde porque estábamos cegados. Y nos metieron en regaderas tan calientes que gritábamos”, dijo Cortés.
Kice dijo que “ICE no toma represalias contra los huelguistas de hambre”.
“Si algún detenido participa en conductas que representan un peligro para la seguridad del personal u otros detenidos, se toman las medidas apropiadas para desactivar la amenaza, lo que puede incluir la colocación temporal de personas en segregación disciplinaria”, agregó.
Los nueve huelguistas, son parte de la caravana del “Viacrucis Migrante” que cruzó México durante el mes de abril y pidió refugio en Estados Unidos a principios de mayo.
Según un comunicado de un grupo denominado ” Sureñxs En Accion (SEA)”, los huelguistas se hacen llamar los “Adelanto9” y son de El Salvador, Honduras y Guatemala.
El manifiesto original de la huelga de hambre menciona a los nueve participantes: Isaac López Castillo, Marvin Grande Rodríguez, Alexander Burgos Mejía, José Cortez Díaz, Omar Rivera Martínez, Luis Peña García, Julio Barahona Cornejo, Josué Lemus Campos y Julio Valladares Jiménez.
Agregan varias motivaciones para la huelga de hambre en el centro de detención mientras esperan que las cortes de Estados Unidos consideren sus casos de asilo, y la primera es el establecimiento de fianzas “demasiado altas”.
“Somos de El Salvador, Honduras, y Guatemala. Pedimos que estén al pendiente, porque Adelanto es uno de las cárceles que existe para los que estamos pidiendo asilo, porque en realidad estamos limpios, nadie tiene antecedentes ni nada. Las fianzas son demasiado altas, y es una burla hacia nosotros porque somos pobres, no tenemos dinero”, dijeron por medio del comunicado.
Alex Mensing, portavoz de SEA, dijo que dos de ellos estuvieron a punto de ser deportados sin recibir una entrevista de “miedo creíble” que es el primer paso en una solicitud de asilo cuando un extranjero se presenta a un puerto de entrada al país argumentando temor de regresar a su país de origen.
“Lemus y Rivera Martínez fueron sacados del centro a la una de la mañana y casi son deportados a pesar de repetidas afirmaciones de miedo y de presentar solicitudes a ICE”, dijo Mensing. “La esposa de uno de ellos fue deportada también”.
Todos los nueve excepto uno de ellos han pasado la entrevista de “miedo creíble” pero la fianza que les dieron no les permitirá salir de detención, lo que dificulta que consigan buena representación para su caso de asilo, agregó.
El grupo agrega que no hay un buen trato a los detenidos, no se “facilitan los trámites o papeleos”, no hay buena alimentación y los uniformes no están limpios, entre otras quejas.
“Queremos uniformes nuevos, estamos hablando de ropa interior más que todo, porque estamos usando ropa interior usada por otras personas lo cual nos puede enfermar”.
También exigieron agua purificada y “salir bajo palabra lo más pronto posible”.
ICE señala que no hay huelga de hambre.
“Si un detenido verbaliza su intención de hacer una huelga, el personal observa su ingestión de comida para determinar cuántas comidas no se han consumido y solo cuando no han comido por más de 72 horas se considera una huelga de hambre”, dijo Kice.
Agregó que en cuanto a la queja sobre ropa interior, que “los detenidos tienen un cambio diario de medias y ropa interior, y se les da un cambio adicional si es necesario por razones de salud o sanitaria”.
La portavoz agregó que los nueve hombres “se quejaron de que sus casos iban “muy lentos” (esto entre comillas), a pesar de llevar menos de un mes detenidos”.