Si tu graduado universitario planea volver a casa, estos consejos financieros ayudarán a que todo funcione mejor
Vivir bajo el mismo techo puede requerir adaptación, pero puedes reducir las complicaciones con algo de planificación
Tiempo atrás, la mayoría de los jóvenes que partían a la universidad nunca volvían a casa: se graduaban, buscaban trabajo y dónde vivir, y dejaban a sus padres, con el nido vacío, decidiendo si debían reducir el tamaño de su enorme casa familiar en los suburbios y cuándo hacerlo. Sin embargo, desde la Gran Recesión, un creciente número de graduados, con título en mano, deciden mudarse de vuelta con mamá y papá.
Los enormes aumentos en las rentas, la carga de las elevadas deudas estudiantiles, junto con los bajos ingresos, han hecho que sea financieramente difícil para los graduados recientes mudarse solos inmediatamente de terminar de la universidad. Y los padres “helicóptero” (sobreprotectores o metiches) de hoy están más que contentos de recibirlos en casa. Más de uno de 4 adultos de la generación del milenio (millenials), de 18 a 34 años de edad, viven actualmente en casa de sus padres, según afirma un reciente Informe de Pew Research, una cifra que ha crecido anualmente desde 2007. Y para los nuevos graduados, los cambios en las normas sociales han hecho que vivir con los padres sea un estigma menor.
Sin embargo, aunque esta situación se vuelva cada vez más común, no deja de estar llena de dificultades, emocionales y financieras, a medida que ambas generaciones se adaptan a sus nuevos roles. “Ambas partes deben comprender que la relación ha cambiado desde la última vez que vivieron juntos hace 4 o 5 años”, afirma Taylor Gang, planificador financiero certificado y vicepresidente de Evensky and Katz, una empresa de gestión de patrimonio en Coral Gables, Fla. “El niño es ahora un adulto. El rol de padre es menos necesario. La función correcta es la de consejero, para ayudarlo a orientarse durante esta etapa”.
Si tu flamante graduado planea mudarse de vuelta a casa, sigue estos pasos para suavizar la transición:
Gestión básica de dinero para los padres de un hijo boomerang que regresa a casa
Establece las normas básicas antes de la mudanza. Para evitar conflictos y resentimiento, habla francamente acerca de tus expectativas para el plan. Define si tu hijo deberá pagarte un alquiler nominal en caso de tener empleo, y también si deberá contribuir con los servicios y otros gastos del hogar una vez que comience a recibir ingresos. No se trata solo acerca de lo que puede o no permitirse pagar. “Si realmente quieres que tu hijo madure y alce vuelo, no puedes mimarlo hasta el punto en que no esté obligado a pagar ninguna factura”, afirma Jake Engle, un planificador financiero de Portland, Ore. “El mundo real no es así”.
También debes conversar las normas para expectativas no relacionadas con el dinero, como las tareas del hogar y las visitas nocturnas. Probablemente, las normas que habías establecido antes de que tu hijo se fuera de la casa ya no sean aplicables. Si bien ya no impondrás horarios de salida y regreso, por ejemplo, podrías pedirle a tu hijo que te notifique cuando planee volver tarde a casa, para ahorrarte el insomnio y las preocupaciones.
Por último, te convendría acordar tu expectativa sobre la duración del acuerdo. Acordar una fecha de mudanza servirá como motivación adicional para que tu hijo siga adelante.
No sacrifiques tu propia seguridad financiera. Según un reciente informe de TD Ameritrade, los padres que todavía mantienen a sus hijos adultos debieron gastar un promedio de $10,000 dólares el año pasado. Si bien querrás ayudar a tu flamante graduado a cancelar su deuda estudiantil o pagar por el primer y último mes de alquiler de un apartamento, primero deberías consultar las cifras con tu planificador financiero. No permitas que tu generosidad ponga en riesgo tu seguridad financiera.
Deberás estar preparado para decir “no” a las solicitudes de dinero de tu hijo adulto para gastos opcionales, que incluyen viajes y salidas con amigos. Luego de que tu hijo obtenga un empleo, deberías comenzar a reducir (con el objetivo de cesar completamente) tus contribuciones para teléfono celular, cuotas de seguros de automóviles y otros gastos. De esta manera, no solo contarás con más dinero, sino que ayudarás a tu hijo a acostumbrarse a la responsabilidad de realizar pagos regulares cada mes.
Fomenta el ahorro. Ya que tu flamante graduado disfrutará de los beneficios del bajo costo de vida en su casa, ahora es un buen momento para que practique vivir por sus medios. Una de las mejores estrategias para jóvenes adultos es abrir y contribuir con una cuenta Roth IRA. El dinero que se deposite en una cuenta Roth devengará libre de impuestos hasta su extracción al momento de su jubilación, y los ahorradores no deberán ningún impuesto para ese entonces, cuando probablemente se encuentren en una categoría impositiva superior a la que se encuentran ahora. Este año, los jóvenes ahorradores pueden depositar hasta $5,500 dólares en una Roth.
Los hijos adultos que vivan en casa también deberían ahorrar dinero en un fondo para emergencias. En el mejor de los casos, contarán con 3 a 6 meses de gastos ahorrados en una cuenta líquida para poder cubrir desembolsos no planificados. Dicho fondo servirá como una red de seguridad para ellos, a fin de evitar que vuelvan a ti pidiendo auxilio luego de haberse mudado solos.
-Donna Rosato
Escribo sobre los desafíos financieros de pagar la universidad, de administrar la deuda de la educación superior y sobre el costo de la atención médica que va en aumento. Quiero ayudar a la gente a tomar el control de sus finanzas para que puedan disfrutar de otros aspectos de su vida. Disfruto de salir a correr con amigos, andar en kayak con mi esposo y jugar Legos con mi hijo. Sígueme en Twitter (@RosatoDonna).