¡Somos un Nueva York, la ciudad del inmigrante!
Es difícil creer que ha sido sólo seis meses desde la inauguración de Donald Trump. Seis meses marcados por políticas y retórica que equivalen un asalto a las comunidades inmigrantes. Nuestras comunidades están ahora aterrorizadas de lo que significará su futuro en este país. Pero es de esperar de la cabeza de un partido que, durante décadas, ha tratado de dividir familias inmigrantes. Aquí en la ciudad de Nueva York hemos respondido como los neoyorquinos siempre lo han hecho: manteniéndonos unidos.
Sin embargo, mientras nosotros nos mantenemos unidos, otros han elegido este período en la historia para ampliar las divisiones creadas por la retórica anti-inmigrante y las políticas de Trump. En las últimas semanas, mi colega, la Asambleísta Nicole Malliotakis, se convirtió en la candidata republicana a la alcaldía. Ella votó por Donald Trump el pasado noviembre, y ahora está un paso más cerca de la Alcaldía de Nueva York.
Como inmigrante, una mujer, como madre y como miembro de la Asamblea Estatal, he visto a Malliotokis tomar posición en contra de los inmigrantes neoyorquinos. En contra de los valores de los votantes que me han enviado a Albany a representarlos. Contra las ciudades santuarios, contra la ley de los Soñadores (DREAM Act) y contra la legislación para acabar con la discriminación basada en la expresión de género. Sé que ella no es la opción correcta para dirigir nuestra ciudad, para nuestra comunidades y para nuestra gente.
Mis padres me trajeron a esta ciudad cuando yo era solo una bebé desde la República Dominicana. Vieron a Nueva York como un símbolo de esperanza – un lugar de tolerancia y oportunidad, donde todo el mundo tiene una oportunidad justa para alcanzar el éxito. Mi historia es similar a la de muchos de ustedes. Pero una y otra vez, Malliotakis ha trabajado para aplastar los derechos de familias como la nuestra, incluso cuando está en una posición única para entender nuestra lucha como inmigrantes, dado el origen de su propia familia inmigrante. Ella ha optado por usar su experiencia para negar nuestras contribuciones a esta gran nación.
La gran mayoría de los neoyorquinos se oponen a Donald Trump y quieren mantener a nuestras comunidades a salvo de las redadas de inmigración. En cambio, Malliotakis sigue comprometida con la fuerza de deportación de Trump. La semana pasada, dijo que “debemos cumplir con las solicitudes de retención”. Ella está presionando a la ciudad de Nueva York para que ayuden a las autoridades de Inmigración a localizar a los inmigrantes y también a expandir el número de delitos que desencadenaría la cooperación con agentes federales de Inmigración (ICE). Y si un inmigrante es detenido, Malliotakis se opone a un plan para ayudarles a acceder abogados gratuitos para luchar contra la deportación y otros cargos.
Malliotakis demandó legalmente dos veces a la ciudad de Nueva York – dos veces – para evitar que se protegiera la información personal de inmigrantes indocumentados de ser entregada al gobierno federal. Ella votó en contra de la ley estatal de los Soñadores (DREAM) para dar a los estudiantes indocumentados acceso a la misma ayuda financiera que todos los demás.
Estos no son los valores de una ciudad donde uno de cada tres neoyorquinos es un inmigrante. Estos no son los valores que nuestras familias nos enseñaron. Debemos estar trabajando para traer a nuestros vecinos inmigrantes a la luz de la sociedad, no lanzarlos a la oscuridad de la detención y la deportación. En cambio, Malliotakis todavía insiste en usar el término “ilegal” para describir a nuestros hermanos y hermanas indocumentados.
Incluso hasta cuando no está hablando de los inmigrantes de nuestra ciudad, las políticas de Malliotakis perjudican a nuestra comunidad.
Cuando el Estado de Nueva York finalmente elevó el salario mínimo a 15 dólares la hora el año pasado, dando a millones de trabajadores inmigrantes un buen comienzo en este país, Malliotakis votó en contra del aumento.
Y cuando el alcalde de Blasio propuso expandir el programa preescolar gratis a los niños de tres años, iniciando una vida de aprendizaje y liberando a sus padres para trabajar sin preocupaciones, ella se opuso a su plan.
Nueva York merece un Alcalde que comparte nuestros valores de inclusividad. Merecemos un Alcalde que entiende que Nueva York prospera porque somos una ciudad de inmigrantes. Cuando las personas nos muestran quiénes son y qué representan, debemos creerlas. La Asambleísta Malliotakis ha demostrado una y otra vez quién es y qué representa. Y cuando llegue el Día de la Elección, los neoyorquinos deben hacer lo que siempre hemos hecho en respuesta: mantenernos unidos y decir no a cualquiera que trate de oprimirnos.