8% de los jóvenes centroamericanos de 17 años han sido arrestados por la migra estadounidense
Los aumentos en violencia en El salvador, Guatemala y Honduras, resultan matemáticamente en más arrestos de estos jóvenes que migran solos.
Entre 2011 y 2016 fueron arrestados entrando a Estados Unidos un total de 179,000 menores de edad no acompañados provenientes de tres países de Centroamérica: El Salvador, Honduras y Guatemala. Un nuevo estudio que analizó sus perfiles, entregados a catedráticos por el gobierno estadounidense, determinó entre otras cosas que el 8% de todos los menores de 17 años de la región han sido arrestados por autoridades migratorias en Estados Unidos.
Las razones de la migración, según el investigador Michael Clemens, del Centro para Desarrollo Global, tienen que ver principalmente con aumentos en el nivel de violencia y condiciones económicas estructurales, pero su estudio descartó que el tema económico sea preeminente.
“Quienes migran no son precisamente los más pobres, sino los que tienen suficiente acceso a lazos en Estados Unidos y recursos”, dijo Clemens en entrevista con La Opinión. “En cada país vimos que las zonas más pobres no son precisamente las que más envían a estos menores”.
Es un claro patrón en los datos obtenidos del gobierno, añadió. “Para venir a Estados Unidos, los menores necesitan estar conectados con familiares o redes de apoyo en este país y tener recursos para el viaje”.
Las escaladas de violencia narcotraficante y pandilleril en esos países es un elemento mucho más importante, dijo Clemens, quien pidió y recibió de las autoridades migratorias los perfiles de cada uno de los 179,000 menores de esos países arrestados por ellos en Estados Unidos entre esos años.
“Así pudimos analizar exactamente de donde vinieron, y cuáles eran las relaciones entre la violencia y las condiciones económicas”, apuntó el investigador.
El estudio descubrió que “los aumentos súbitos en los niveles de violencia en grandes porciones de Honduras, Guatemala y El Salvador” están correlacionados con el aumento en menores no acompañados que llegan a Estados Unidos.
Clemens estimó que por cada aumento de un homicidio más por año en la región, se arresta a casi un joven más en Estados Unidos, y eso no incluye a los que no llegan o no son interceptados.
Durante el gobierno de Obama comenzó el aumento en migración de menores y familias, a lo que su gobierno respondió con arrestos y agresivas deportaciones, así como una campaña en América Central para informar a los migrantes del “peligro” del viaje. Entretanto, el liderazgo republicano en esos años argumentaba que los jóvenes venían porque Obama era “débil” respecto a la migración.
El congresista republicano Bob Goodlatte lo llamó, en su momento, “una crisis creada por el gobierno de Obama”.
El gobierno de Donald Trump ha endurecido las reglas del juego y amenaza con deportar a jóvenes migrantes cuando cumplen 18 años y con deportar a los padres inmigrantes que ayudan a sus hijos a irse ilegalmente a Estados Unidos.
Pero el estudio rechaza la tesis de que la política migratoria o policial estadounidense tenga un efecto en la migración. Clemens dijo que extrapolando la tasa de homicidio de la municipalidad más violenta de Honduras, Santa Rita, con la tasa de una ciudad como Washington D. C. se puede ver claramente la magnitud de la crisis.
“Si en DC hubiera la tasa de homicidios que hay en Santa Rita, el número neto sería de 14,000 muertos, en vez de los 370 que hubo en la ciudad el pasado año”, dijo Clemens. “Si usted vive en una ciudad con esa tasa de homicidios y tiene como, seguramente también sacaría de allí a sus hijos”.
Un 31% de los menores arrestados son niñas, apuntó Clemens y ellas se exponen a violación y violencia en el camino tanto como en su lugar de origen.
“En este país hay pocos que pueden imaginar el riesgo que enfrentan estos menores para decidir migrar de esta manera”, dijo Clemens, quien indicó que aunque mucho se ha hablado de las causas de esta migración, hasta ahora no habían sido estudiadas al detalle.