4 puntos clave de la conversación entre Trump y Peña Nieto

Los mandatarios hablaron de más asuntos sobre la relación bilateral

Donald Trump, Melania Trump y Enrique Peña Nieto en el G-20.

Donald Trump, Melania Trump y Enrique Peña Nieto en el G-20. Crédito: Felipe Trueba - Pool / Getty Images

Aunque el tema del muro fronterizo fue el más importante en la conversación telefónica entre los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto, hubo otros asuntos que abordaron, como la inseguridad e inmigración y el déficit comercial, y quedó claro quiénes construyeron la relación entre ambas administraciones.

La transcripción de la plática del 27 de enero, el mismo día que Theresa May visitó los Estados Unidos, fue dada a conocer por The Washington Post, que indicó que la Casa Blanca ya tenía el texto, pero no lo había dado a conocer.

Después de saludarse, el presidente de México le dice a su homólogo que hablará en español “para estar más cómodo” y luego expresa su beneplácito de saludar al mandatario y reconocer que tienen “diferencias”, pero aprecia la apertura del equipo del republicano para “abrir un nuevo marco entre nuestros dos países”.

El muro

El primer asunto que Peña Nieto aborda es la estructura fronteriza y aunque reconoce que la idea expuesta por el presidente Trump durante su campaña fue benéfico para el proceso electoral, expresó que era “inaceptable para los mexicanos pagar el muro”.

“Quisiera hacerle entender, Presidente Trump, la falta de margen que tengo como Presidente de México para aceptar esta situación. Y éste ha sido, lamentablemente, el punto crítico que no nos ha permitido avanzar en la construcción de la relación entre nuestros dos países”, dijo.

El republicano presiona sobre el tema hasta que llegan a un acuerdo sugerido por Peña Nieto: dejar de hablar en público de que México pagará por ese proyecto.

“Enrique, eso está bien, creo ques justo. No sacaré el tema del muro, pero cuando la prensa cuestione, le diré ‘déjenos ver como va, déjenos ver cómo se está trabajando con México”, expresó Trump, aunque no cumplió con el acuerdo y ha repetido en diversas ocasiones que el gobierno azteca pagará por la estructura para la cual la Cámara ya aprobó 1,600 millones de dólares.

A diferencia de Trump, el mandatario mexicano no ha hablado del asunto en público, incluso la Secretaría de Relaciones Exteriores, previo al G-20, donde se encontraron por primera vez Trump y Peña Nieto, dijo que ese tema no estaba incluido.

Sin embargo, ante la pregunta de un reportero sobre el pago, el presidente estadounidenses dijo “sí”, lo que desató incluso las sonrisas de otros funcionarios que lo acompañaban: el secretario de Estado, Rex Tillerson; el del Tesoro, Steve Mnuchin; y el de Comercio, Wilbur Ross, así como su asesor de Seguridad Nacional, H. R. McMaster.

Inmigración e inseguridad

El asunto migratorio fue abordado por el presidente Trump con relación al crimen organizado, es decir, de una forma intrínseca, aunque Peña Nieto quiso separarlo.

Fue justo cuando hablaban de este asunto cuando el mandatario estadounidense indicó: “Tienes algunos hombres muy duros en México con los que necesitas ayuda, y estamos dispuestos a ayudarte”, señaló.

Peña Nieto dijo que la situación económica en México podría representar un problema migratorio para EEUU, por lo que era necesario asegurar el crecimiento de ambas naciones, a través de “una relación justa”.

“La voluntad  de mi gobierno es no tener diferencias con el suyo, sino puntos de acuerdo, para que la buena relación entre nuestras dos naciones se traduzca en migración comercial económica y beneficios de seguridad para nuestros países”, dijo.

Déficit comercial

Los otros temas sobre los que hablaron ambos líderes fueron abordados someramente, como la importancia para EEUU de reducir el déficit comercial con México, el que marcó en 60 mil millones de dólares.

El presidente Trump dijo que “había sido electo” para atender la relación comercial entre ambas naciones, que ha afectado a los trabajadores y a al economía estadounidense.

Me eligieron sobre la base de que estamos perdiendo tanto dinero con México en términos de empleos, fábricas y plantas que se trasladan a México. No podemos hacer esto más y tengo que decirte que no es sostenible”, expuso Trump, quien dijo que se pensaría en la implementación de un “impuesto fronterizo”.

Peña Nieto se expresó sorprendido por la decisión, al considerar que iba en un sentido distinto al que habían abordado el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, y el asesor Jared Kushner, quienes ayudaron a entablar las relación diplomática entre ambos gobiernos.

“Francamente… me siento sorprendido sobre esta nueva propuesta que está haciendo, porque es diferente a lo que nuestros equipos habían estado discutiendo”, indicó.

El acuerdo fue que se revisará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero en fechas recientes, México ha indicado que no aceptará un impuesto adicional.

Los arquitectos políticos

La plática confirmó que fueron Videgaray y Kushner quienes construyeron la relación entre ambos gobiernos.

El presidente Trump fue el primero en mencionar que la relación entre el Canciller mexicano y el esposo de su hija Ivanka Trump fue determinante para el acercamiento entre ambos líderes con miras a establecer una agenda de trabajo, pero que comenzó formalmente con la visita del republicano a la nación azteca cuando todavía era candidato.

Luego Trump indica que será su yerno, en colaboración con otros secretarios, como el de Comercio Wilbur Ross, quienes continuarían el seguimiento en diversos tópicos.

Fuentes del gobierno mexicano consultadas confirmaron que a pesar de que Trump y Peña Nieto no se han reunido en persona, la agenda entre ambas naciones sigue avanzando, sobre todo en asuntos comerciales ante la renegociación formal del TLCAN.

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