Newark, una “zona de balaceras”

La ciudad más poblada del Estado Jardín acumula 48 asesinatos y un aumento del 27% en tiroteos en lo que va del año.

La ciudad de Newark, Nueva Jersey no aparece este año en el listado de las localidades más peligrosas de la nación que anualmente divulga el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), a diferencia de Paterson, Elizabeth, Edison Township y Woodbridge Township, pero los residentes describen el área como una “zona de guerra”.

“Las balas vuelan por los aires”, dicen los avecinados en la ciudad más poblada del Estado Jardín. “Los tiroteos gobiernan las calles, es el viejo oeste, tierra de nadie”, describen los familiares de las víctimas que se niegan a normalizar la violencia de armas de fuego.

La intranquilidad se agudizó tras el asesinato a quemarropa de los hermanos hondureños José Castillo Granados, de 25 años, y Francisco Castillo Granados, de 22, la madrugada del pasado 27 de agosto entre las calles Adams y Walnut, en el vecindario de Ironbound.

La ciudad más poblada del Estado Jardín acumula 48 asesinatos y un aumento del 27% en tiroteos en lo que va del año.

La Policía catalogó la muerte de los hermanos como los asesinatos número 43 y 44 del año, pero en lo que va de 2017 se han registrado 48 homicidios, una cifra menor en comparación con los 69 asesinatos registrados durante el mismo periodo del año pasado.

“A mis hijos les gustaba jugar fútbol, practicaban después del trabajo y cada fin de semana, eran muchachos sanos que no le hacían daño a nadie (…) yo escuché los balazos ese día, fue muy cerca de la casa, pero nunca pensé que eran ellos. Es que por aquí siempre se escuchan balazos”, dijo Santos Valentina Granados, la madre de José y Francisco. “Se vinieron juntos desde La Paz, los dejé chiquitos y me los traje por la violencia allá en Honduras, pero que iba yo a saber que me los iba a traer a morir”.

Santos Valentina Granados, madre de los hermanos José Castillo Granados y Francisco Castillo Granados, dijo que sus hijos soñaban con jugar para un equipo profesional de fútbol.

Hace cuatro años que Santos Valentina reside en Newark. Describe la ciudad como “insegura, violenta y gobernada por las ‘maras’ (pandillas)”. Asumió que sus hijos estarían a salvo, admite, porque “trabajaban en la construcción y lo único que querían era jugar fútbol”.

“Tenía menos de un año que habían venido de Honduras. Ya no estamos seguros en ninguna parte, hay violencia aquí y allá. Las pistolas no nos dejan vivir en paz, no tenemos paz”, expresó con el rostro empapado en lágrimas. “Ruego a Dios que proteja a nuestros hijos de las balas”.

Los asesinatos se reducen, pero los tiroteos aumentan

Newark, a solo diez millas de la Ciudad de Nueva York, tiene una tasa de homicidios nueve veces mayor que la nacional, a diferencia de la Gran Manzana, donde los homicidios han caído un 85% desde su máximo en 1990.

Sin embargo, las tasas de asesinatos se han reducido en Newark en los últimos años, según las estadísticas de la Uniformada, pero los tiroteos se han incrementado drásticamente. En lo que va del 2017 se han registrado 183 tiroteos no mortales, en comparación con los 144 para el mismo periodo del 2016, un aumento del 27%.

Las víctimas no mortales de las balaceras se contabilizaron en 246, un aumento alarmante del 33% si se compara con las 185 para el mismo periodo del año pasado.

La intranquilidad se agudizó tras el asesinato a quemarropa de los hermanos hondureños José Castillo Granados, de 25 años, y Francisco Castillo Granados, de 22, la madrugada del pasado 27 de agosto entre las calles Adams y Walnut, en el vecindario de Ironbound.

Las balaceras a menudo implican múltiples víctimas, como la ocurrida el primero de septiembre frente a un bar en la avenida Fleming y la calle Richards, la cual dejó tres personas heridas.

Las disputas personales y de drogas son los motivos más comunes para los tiroteos y asesinatos con armas de fuego. Un análisis reciente de la organización Safer Newark Council muestra que el 31.0% de tiroteos está asociados a disputas por la venta y distribución de droga, el 21.4% con disputas personales y el 15.1% con pandillas.

Elizabeth Ruebman, portavoz de Safer Newark Council, dijo que la ofensiva contra el crimen de la Policía “sí ha reducido considerablemente la violencia en Newark, pero sigue siendo un problema serio que podría salirse de control”.

Reducir el índice de criminalidad es determinante para la Administración del alcalde Ras Baraka y parte de sus estrategias incluyen “aumentar el número de oficiales de policía, reforzar los vínculos con la comunidad y mejorar la coordinación con las fuerzas del orden locales y federales”, según su oficina.

La ciudad más poblada del Estado Jardín acumula 48 asesinatos y un aumento del 27% en tiroteos en lo que va del año.

En lo que va del año, la policía ha incautado 363 armas de fuego y ha realizado 233 arrestos (un aumento del 23%) relacionados con la posesión criminal de un arma de fuego. Para el mismo periodo del 2016, la Uniformada había realizado 189 detenciones.

La Administración del alcalde Baraka informó que, en 2016, la ciudad de Newark tuvo un “descenso histórico” del 10% en asesinatos, el más bajo en 50 años, un decremento que al parecer se mantiene constante. De acuerdo con Safer Newark Council, en lo que va del año los homicidios se han reducido en 29%.

Ironbound, un vecindario peligroso

De acuerdo con un mapa de arrestos asociados a drogas y crímenes violentos, la estación Newark Penn Station y sus alrededores, en el vecindario de Ironbound, podría ser uno de los sectores más inseguros de la ciudad.

El mapa muestra una alta actividad criminal en la zona, a solo 15 minutos a pie de la esquina en donde fueron asesinados los hermanos Granados.

La ciudad más poblada del Estado Jardín acumula 48 asesinatos y un aumento del 27% en tiroteos en lo que va del año.

Los residentes del área aseguran que esta sección de Ironbound es “bastante violenta”, especialmente porque “los delincuentes venden droga a los desamparados que deambulan por la zona”.

El guatemalteco Miguel Gamboa, un trabajador de restaurante, comentó que evita salir de noche por temor a ser asaltado y “golpeado nada más porque sí”.

“Uno toma sus precauciones, pero las balaceras ocurren a cualquier hora del día. La gente mala no está viendo el reloj para cometer sus fechorías”, dijo Gamboa, un residente del área por casi una década. “Ahora está más tranquilo, pero años atrás esto era el viejo oeste. La Policía ahora está más preocupa por poner orden”.

El compañero de Gamboa, Severino Méndez, dijo que el problema es la venta indiscriminada de droga “que está convirtiendo en ‘zombis’ a las personas”.

La ciudad más poblada del Estado Jardín acumula 48 asesinatos y un aumento del 27% en tiroteos en lo que va del año.

Méndez recordó el incidente de agosto pasado, cuando unas 40 personas se intoxicaron tras consumir marihuana sintética. En abril ocurrió un incidente similar. Las víctimas habrían comprado la droga en las inmediaciones de Newark Penn Station.

Para reportar un delito puedes llamar las 24 horas a la línea Crime Stoppers al 877 NWK-TIPS (877 695-8477) o a la línea Gun Stoppers al NWK-GUNS (877 695-4867). Todas las llamadas son confidenciales.

Crímenes violentos en lo que va del año

2017

2016

48 asesinatos

69 asesinatos

90 violaciones

68 violaciones

999 agresiones

789 agresiones  

Motivos de los tiroteos

Disputa de drogas 31.0%
Disputas personales 21.4%
Disputa de pandillas 15.1%
Robo 9.5%
Disputas domésticas 1.6%

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