El ABC de los rellenos faciales
Aunque forman parte de la rutina de belleza de muchos hay quienes necesitan una ayuda para comprenderlos. Aquí se las damos.
Aunque ya son parte de la rutina de belleza de millones de mujeres y hombres, casi igual que cortarse el cabello o hacerse un facial, todavía hay muchas personas que aún llaman botox a todos los tratamientos inyectables y desconocen los múltiples usos que se les pueden dar en el campo de la estética.
“Son tantas las cosas que se pueden hacer con inyectables ahora. Hay técnicas increíbles y el menú es muy amplio”, asegura Joey Chancis, fundadora de LABB Aesthetic Beauty Bar http://www.botoxlabb.com, un servicio especializado en tratamientos cosméticos inyectables con oficinas en La Florida y Los Angeles.
Chancis, junto a Jennifer Leebow, enfermera especializada de LABB, nos dio un recorrido general sobre algunos de los productos más usados actualmente en el mercado de la cosmética, sus técnicas y resultados.
“Este tipo de tratamientos son para mejorar la apariencia, suavizar las líneas de expresión o arrugas, así como para asuntos específicos como rellenarse los labios, eliminar las bolsas de los ojos, o en casos de las personas jóvenes pueden ser preventivos”, agrega Chancis.
Una guía básica
Leebow explica que uno de los puntos más importantes a entender es que el resultado de los rellenos faciales varía, con opciones que duran entre seis a nueve meses o entre 18 meses a dos años.
Además, algunos de estos productos son más espesos y dan más volumen a la zona aplicada, y otros son más ligeros, por lo que dicho volumen es menor.
“Hace cinco o 10 años estábamos mucho más limitados con respecto al tipo de productos que podíamos usar, ahora el abanico es muy amplio”, dice Leebow.
Entre los inyectables más usados actualmente destacan los hechos a base de ácido hialurónico (Hyaluronic Acid -HA) una sustancia que se encuentra naturalmente en la piel, articulaciones y cartílagos del cuerpo. Su uso ayuda a reproducir el colágeno natural del rostro.
Entre estos productos destacan:
Juvederm Ultra and Ultra Plus: duración de 9 a 12 meses. Es usado para agregar volumen de manera moderada, en áreas del rostro como los pómulos y los labios.
Volbella: duración de 9 a 12 meses. Es menos denso y agrega menos volumen que Juvederm. Se usa para eliminar líneas de expresión sobre los labios (smoker’s lines) o en los bordes, por ejemplo. También en quienes quieren un poco de volumen en los labios, pero de manera sutil.
Vollure: duración de hasta 18 meses. Es uno de los productos recientemente aprobados por la FDA. Tiene la misma densidad que Juvederm, pero con más duración. Es ideal para los pacientes que están satisfechos con sus tratamientos y quieren hacerlos más permanentes.
Voluma: duración de hasta 2 años. Es el que más densidad tiene y se usa principalmente en las zonas más grandes que requieren de mayor volumen y elasticidad. Ideal para el área de los pómulos ya que ayuda a levantar la zona, ofreciendo un lifting instantáneo.
“Lo usamos cuando el cliente tiene gran deficiencia de volume como resultado del envejecimiento. Hemos aprendido que al agregar volumen en la parte superior del rostro se incrementa la producción de colágeno y se retrasa la caída del resto de la cara”, agrega Leebow.
También destaca el producto a base de ácido poliláctico Sculptra, que con una duración de entre 6 a 9 meses y composición más espesa, se usa para rellenar zonas con endiduras notables y pérdidas de volumen. Es uno de los mejores inyectables para ayudar a renovar el colágeno de la piel.
“Usando varios de estos productos podemos realizar lo que llamamos levantamiento líquido de la cara (liquid facelift) que se hace a base de rellenos faciales y botox, para esculpir y contornear el rostro con resultados inmediatos y sin cirugía”, explica Chancis
Edad, errores y costo
En cuanto a la edad adecuada para comenzar con este tipo de tratamientos, según las expertas, varía de persona a persona. La genética, el estilo de vida y gustos personales juega un papel en el aspecto de la piel y en las “necesidades” estéticas que se pueda tener.
“Los millenials no quieren recurrir a la cirugía plástica, pero con el exceso de fotos y selfies, cada vez se preocupan más por cómo lucen. Yo recomiendo que se empiecen a tratar desde temprano la parte superior del rostro para así retrasar la caída del rostro”, dice Leebow.
Según explica, estas inyecciones no solo levantan, suavizan y contornean el rostro, sino que retrasan y evitan el rompimiento del colágeno en la piel.
Como en todo tratamiento, es básico acudir a profesionales certificados con experiencia, y quienes usan los productos aprobados por la FDA.
“El riesgo es mínimo, siempre que el cliente tenga expectativas realistas. En nuestras oficinas hablamos con los pacientes, los educamos para que entiendan qué necesitan y no inyectamos si creemos que no lo necesitan”, asegura Chancis. “Buscamos la simetría y el mejor resultado natural que se pueda lograr”.
Leebow opina que muchos de los rostros que muestran malos resultados son producto de tratamientos de hace varios años, “cuando acostumbraban a inyectar silicona o colágeno”.
“Antes inyectaban mucho más producto del que debían, pero hemos aprendido que un poco ofrece mejores resultados. Y lo mejor es hacerlo progresivamente, para obtener un resultado natural. El proceso puede tomar de dos semanas hasta tres meses”, agrega.
En cuanto a costos, varían ampliamente dependiendo de la ciudad del país, pero en general se calcula por el número de unidades y jeringas utilizadas