Los Dodgers nunca despertaron y Astros conquistan la Serie Mundial por primera vez

Houston gana el primer título de su historia de 55 años al mostrar más oportunismo y determinación por alcanzar la gloria

La celebración de los Astros de Houston al vencer a los Dodgers de Los Angeles en el juego 7 de la Serie Mundial. (Foto: Christian Petersen/Getty Images)

La celebración de los Astros de Houston al vencer a los Dodgers de Los Angeles en el juego 7 de la Serie Mundial. (Foto: Christian Petersen/Getty Images) Crédito: Christian Petersen | Getty Images

George Springer anotó la primera carrera en un error defensivo de los Dodgers que fue como una cubetada de agua fría en el amanecer del partido y un inning más tarde conectó su quinto jonron de la Serie Mundial, empatando un récord de todos los tiempos, para poner a los Astros en camino a un triunfo de 5-1 sobre los Dodgers en el juego 7 del Clásico de Octubre.

Los Dodgers no pararon de sumar logros todo el año, pero en el juego más importante de su historia reciente nunca pudieron despertar; el pitcheo abridor naufragó, el bateo a la hora buena estuvo ausente y el manager Dave Roberts no fue capaz de alterar con sus decisiones estratégicas esos pequeños detalles que marcan diferencia, como por ejemplo cuando no sacó del juego a su abridor Yu Darvish a la primera señal de desconfianza del serpentinero japonés.

Que los Astros se hayan convertido en los campeones no es una sorpresa. Ganaron arriba de 100 juegos en la temporada y traen un proceso de varios años en el que fueron desarrollando nuevas estrellas.

La revista Sports Illustrated, la más importante de Estados Unidos en temas deportivos, hizo una verdadera profecía en una edición de 2014 cuando sobre una foto de George Springer con el uniforme de los Astros y haciendo swing se leía el titular “El gran experimento del beisbol: tus campeones de 2017“. Lo vieron venir.

Los Dodgers, en el séptimo y decisivo encuentro, fueron simples testigos de la coronación de los Astros. El nuevo fracaso de Darvish y la falta de hits oportunos los condenaron en su propio estadio. Los Ángeles vio terminada una espera de 29 años para tener otra Serie Mundial, pero para ver otro campeonato de los Dodgers serán al menos 30 años.

La destrucción del abridor japonés fue inmediata y contó con la colaboración de su primera base Cody Bellinger. Un mal tiro de este a su lanzador cuando Darvish cubría la inicial en una rola permitió anotar a Springer, quien abrió el juego con doblete. En el error del novato, el bateador Alex Bregman llego a segunda y anotó poco más tarde desde tercera en una rola de José Altuve para el 2-0.

En el siguiente inning, Darvish cavó su tumba al caminar a Brian McCann y recibir doble de Marwin González. En ese momento hubiese sido un gran plan de los Dodgers tener a un relevista listo en caso de emergencia. No existió y pagaron un fuerte precio.

La debilidad mental del japonés en momentos de presión fue exhibida cuando el propio pitcher rival Lance McCullers le sacó una rola productora por la segunda base para el 3-0 y luego Springer se voló la barda del central teniendo la cuenta llena para el pesado 5-0 en la pizarra. Ese fue el lanzamiento final de Darvish en el juego y en su carrera con el uniforme de los Dodgers. De eso no hay duda.

Darvish, por cierto, tampoco completó dos innings en su apertura del juego 3.

Pólvora mojada

Los Dodgers tuvieron excelentes oportunidades de descontar desde el principio. Para frustración del público local no tuvieron la dinamita ni la astucia para hacerlo.

En el primer inning, Chris Taylor abrió con doble y Justin Turner y Yasiel Puig recibieron pelotazos del abridor McCullers, pero todos se quedaron a bordo. En el segundo, Logan Forsythe inició con hit y un out más tarde el emergente Enrique Hernandez se embasó en otro pelotazo, pero una línea para doble play de Taylor apagó la entrada.

Y en el siguiente capítulo, Corey Seager dio sencillo para abrir la tanda y Turner, increíblemente, volvió a ser golpeado por un disparo de McCullers, su cuarto del joven partido. Pero los siguientes tres bateadores fallaron, incluyendo Bellinger con su sexto ponche seguido contando desde el juego 6, y Joc Pederson también con ponche ante el relevista Brad Peacock para el tercer out.

Clayton Kershaw le dio a su equipo la oportunidad de reponerse al detener a la ofensiva de Houston por cuatro entradas luego de los fatídicos dos innings iniciales. Meritoria labor del zurdo considerando que sólo tenía dos días de descanso, pero necesaria para rescatar su reputación tras el fracaso del juego 5 cuando no pudo retener ventajas de 4 y luego de 3 carreras.

Aunque McCullers no llegó muy lejos (salió en la tercera entrada), Brad Peacock, Francisco Liriano, Chris Devenski y Charlie Morton, este último con cuatro innings y retirando en orden a sus nueve enemigos para agenciarse el triunfo.

La gloria es para la ciudad de Houston, castigada hace meses por los terribles efectos del huracán Harvey.

En cuanto a los Dodgers, fue una increíble temporada y hay razones de sobra para esperar nuevas oportunidades de coronarse. Pero esas grandes expectativas son sólo eso. La Serie Mundial, por la manera de perder, es un fracaso.

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