Ingreso de agua, un cortocircuito y un incendio: la emergencia a bordo del submarino argentino
La Armada argentina dio detalles sobre la última comunicación con el sumergible, en la que el capitán informó de un incendio en el sistema de baterías
Doce días en el fondo del mar, una explosión, un largo silencio.
Casi dos semanas después de la desaparición del submarino argentino ARA San Juan con 44 personas a bordo, la información sobre lo que sucedió el pasado 15 de noviembre sigue siendo limitada.
Nadie parece saber a ciencia cierta qué ocurrió con el sumergible cuando navegaba en las profundidades del Atlántico, a más de 400 kilómetros de la costa, y reportó un falló de baterías.
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Sin embargo, a medida que pasan los días, se conocen nuevas piezas de este rompecabezas marítimo que ha estremecido a Argentina.
Este miércoles, las autoridades locales ofrecieron nuevos detalles sobre la última comunicación con el ARA San Juan.
Nueva información
El portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, confirmó que, según un mensaje que recibieron desde la embarcación a las 00:30 hora local (03:30 GMT) del día 15 de noviembre, cuando el submarino estaba cargando sus baterías, le entró agua por el snorkel (un dispositivo que permite a un submarino tomar aire de la superficie estando sumergido).
El líquido cayó sobre las baterías que se encuentran en la zona de la proa y ello provocó un fallo eléctrico y un “principio de incendio”, que consistió en “humo sin llamas”.
“Fue subsanado, aislaron la batería y navegaron con otro circuito; se propulsaba con el circuito de popa”, explicó.
Según Balbi, tras este incidente, el submarino recibió órdenes de regresar a su base de Mar del Plata. Pero nunca llegó.
“Sí se puede tal vez haber producido un incendio o un arco voltaico (una descarga eléctrica) y haber producido una implosión”, sostuvo.
Medios argentinos difundieron en la noche de este lunes la que aseguraron fue la última comunicación del submarino con su base en tierra, que BBC Mundo no pudo corroborar de forma independiente.Sin embargo, coincide con los detalles ofrecidos por Balbi.
“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N°3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías”, se lee.
El mensaje, trasmitido a través de frecuencias de radio, indica además que las baterías de proa quedaron fuera de servicio y que, en ese momento, se encontraban sumergidos propulsados por un “circuito dividido”. “Sin novedades de personal, mantendré informado”, concluye.
Incertidumbre
Tras la última comunicación, el resto ha sido incertidumbre.
El último lugar donde se tuvo contacto con el ARA San Juan es cercano a un abismo que se desploma a más de 3,000 metros de profundidad.
Expertos consultados por medios argentinos estiman que, si por alguna razón el submarino perdió propulsión y se hundió en esa zona, pudo haber implosionado por la fuerza de la presión al superar los 600 metros bajo el mar.
Y 12 días después, las dudas sobre la supervivencia de la tripulación entran en el límite de lo posible. No obstante, Balbi dijo que no la descartaba y que todavía era posible “en condiciones extremas”.
Búsqueda desesperada
A las tareas de rescate y localización de la Armada argentina, se sumaron en los últimos días equipos de Brasil, Chile, Noruega, Alemania, Canadá, Colombia, Francia, Estados Unidos, Perú, Reino Unido y Uruguay.
Rusia fue el último país que se unió el pasado sábado a la búsqueda: lo hizo con el avión más grande del mundo, el Antonov, y un sumergible no tripulado, conocido como Pantera Plus.
El Ministerio de Defensa de Rusia también envió un barco de exploración científica, el Yantar, que aún está por llegar y podría buscar a un nivel más profundo.
Otra cápsula de rescate de Estados Unidos estaba previsto que llegara este lunes a la zona donde se han limitado las búsquedas en los últimos días: un radio de poco más de 70 kilómetros cerca del lugar donde se detectó una explosión el mismo día en que se perdió contacto con el submarino.
Equipos de Estados Unidos anunciaron el pasado jueves que registraron “ruidos” anormales en esa zona, cerca del sitio donde se tuvo el último contacto con el ARA San Juan.
Mientras, la organización de control de pruebas nucleares de la ONU identificó un evento “consistente con una explosión” en el mismo lugar.
Balbi negó este lunes que dicha explosión fuera ocasionada por una agresión externa, por una mina o por algún armamento a bordo del submarino.
“Pudo haber un incendio, una combustión rápida que consume el oxígeno y se puede decir que fue una implosión”, añadió.