Una segunda oportunidad para niños abusados
La tragedia de los menores abusados por sus padres en Riverside debe ser una oportunidad para crear conciencia sobre el abuso infantil que se comete a diario en nuestra comunidad
Días atrás, salió a la luz la horrible situación que por años vivieron los hijos de David y Louise Turpin, de Perris, California. Los 13 hermanos, de entre 2 y 29 años de edad, vivían cautivos por sus padres, en condiciones insalubres, desnutridos, abusados y algunos de ellos incluso encadenados.
Y si bien la tragedia ocupó la primera página de diarios y noticieros del todo el país, debido a su magnitud, situaciones de negligencia, abuso y tortura de menores ocurren a diario.
“Esta fue una situación realmente dramática, debido al número de menores involucrados, pero lamentablemente no es algo raro”, indicó Wende Nichols Julien, CEO de CASA (Court Appointed Special Advocates) de Los Angeles, una organización sin fines de lucro que trabaja uno a uno con niños abusados o abandonados, que se encuentran en casas de crianza (Foster Care).
Sentido de comunidad
Muchos de los vecinos de los Turpin se mostraron genuinamente sorprendidos de que una tragedia tan horrible y de tal magnitud haya tenido lugar tan cerca de su hogar, sin que se dieran cuenta. Y si bien algunos vecinos dijeron haber notado detalles extraños e inusuales, nadie intentó involucrarse o hacer una denuncia.
“Muchas personas, debido al tipo de trabajo que realizamos, tenemos la obligación legal de reportar a las autoridades cuando notamos algo sospechoso”, explicó Nichols Julien, refiriéndose a maestros, entrenadores o médicos que tienen la obligación legal de reportar abuso infantil (mandated reporters). “Pero también existe la obligación moral de hacerlo”, diferenció.
“Desde ya que no estoy juzgando a nadie, pero muchas personas deciden no involucrarse, para no parecer ‘chismosas’, o simplemente, porque ‘no es asunto mío’”, indicó la experta. “Pero a veces es necesario involucrarse y volver a la manera en la que se vivía antes, cuando conocíamos a los hijos de nuestros vecinos y nos preocupábamos por ellos, como si fueran los propios. Eso no es ser chismosos, eso es sentirlo en el alma”.
Otra razón por la cual algunas personas no quieren denunciar el abuso es porque sienten desconfianza del gobierno y temen que al hacerlo, puedan separar a la familia. Pero lo que olvidan es que, en muchos casos de denuncia, los niños permanecen con sus padres y la intervención puede detener el abuso.
Nichols Julien dio ejemplos de casos de negligencia o abuso que se solucionan cuando son reportados a las autoridades, y los padres reciben asistencia para cambiar sus comportamientos abusivos.
“Siempre se trata de que los niños permanezcan con sus familias. Por ejemplo, si la negligencia o el abuso ocurren por problemas de adicción, el padre o la madre pueden ir a rehabilitación y cambiar su comportamiento. Lo mismo ocurre en casos de violencia doméstica entre los padres. Al salir el padre o la madre violenta del núcleo familiar, mejora la situación para los niños. En otros casos, quizás hay un familiar que los puede cuidar y los niños no tienen que ir a una casa de crianza”, explicó.
Cada vez que ocurre una tragedia como la de los Turpin de Riverside, la comunidad se cuestiona si estos casos están en aumento, o si solamente son más visibles debido a las redes sociales. La experta indicó que los números fluctúan constantemente.
“No hay ni aumento, ni disminución de casos. En la actualidad, en el condado de Los Ángeles existen 30,000 casos abiertos de niños abusados. Ocho o nueve años atrás, había 50,000. Pero esta cifra cambia constantemente”.
Causas de abuso
Resulta inconcebible que un padre o una madre sea capaz de abusar a sus propios hijos.
Los motivos que los llevan a hacerlo son varios. Entre ellos, las adicciones, tanto a las drogas como al alcohol y a los psicotrópicos. La pobreza, así como las enfermedades mentales y la encarcelación de los padres son otras de las causas predominantes del abuso y negligencia de menores.
“Otra causa de abuso infantil, que no es tan prevalente en Los Ángeles, como lo es en el resto del país, es la adicción a los opioides de los padres”, agregó la experta refiriéndose a la epidemia que existe alrededor del país.
Ciclo de violencia
“Cuando un niño vive rodeado de violencia, existen más posibilidades de que al crecer repita el ciclo de violencia que vivió en su familia”, aseguró Nichols.
Las estadísticas muestran que un alto porcentaje de personas encarceladas fueron víctimas de abuso infantil.
Otro factor de abuso está relacionado a la disciplina corporal, tradicional en ciertas culturas. A pesar de la evidencia de que el castigo físico es ineficaz y negativo para los niños, aún hay padres que no ven mal castigar físicamente a sus hijos.
“Los estudios son muy claros. La disciplina corporal es incorrecta. Pero esto no significa que toda disciplina sea abuso. Es una línea muy fina”, explicó la experta. “En los casos en los que sí es abuso, algunos padres pueden aprender y dejar de hacerlo. En otros, terminan por perderlos”.
La recuperación es posible
Luego de leer la historia de los Turpin, cuesta creer que estos niños puedan recuperarse de la tortura y abuso que sufrieron de sus propios padres, pero Nichols asegura que sí es posible.
“Estoy orando por estos niños”, confesó. “Pero lamentablemente este tipo de situación no es única. Esta terrible noticia debe ser una oportunidad para crear conciencia del abuso infantil que existe a nuestro alrededor. Es nuestra obligación como comunidad el enseñarles a nuestros hijos y a nuestros nietos, para que no siga ocurriendo¨.
Cómo puedo ayudar
Sólo en el condado de Los Ángeles, en la actualidad, existen 30,000 casos abiertos de niños que sufrieron negligencia y abuso. Las trabajadoras sociales y los abogados que representan a los menores generalmente están recargados de trabajo, con cientos de casos de familias que atender.
Una manera de ayudar a estos miles de niños abusados es ofreciendo tiempo, donaciones o recursos a las organizaciones sin fines de lucro que tratan de darles a estos niños una segunda oportunidad.
“El nombre de nuestra organización, CASA (Court Appointed Special Advocates), quizás no ayuda, porque no estamos en el negocio de la vivienda y porque los voluntarios no son abogados”, explicó Nichols.
“Nuestros voluntarios son simplemente personas que quieren mejorarle la vida a un niño o niña que se encuentra en una casa de crianza. Los acompañan cuando los menores tienen una audiencia en la corte, o en la escuela, y se involucran en su caso en particular. Básicamente los voluntarios son la voz que no se escucha de los niños”, explicó.
Nichols compartió dos historias con final feliz, que ejemplifican la labor de los voluntarios.
“Hubo un niño que había pasado por varias casas de crianza, su archivo tenía cientos de páginas y entre ellas se había perdido el número de teléfono de una abuelita, que conocía bien al pequeño y que quería adoptarlo, a pesar de no tener su misma sangre. Un día, revisando el archivo, el voluntario encontró su número de teléfono y la llamó. Gracias a esto, la abuelita pudo adoptar a su nieto, evitando que el menor creciera en el sistema de crianza.
“En otro caso, uno de los niños se quedaba dormido en la escuela, en el parque, en su casa, sin que nadie se diera cuenta. Revisando su archivo, el voluntario descubrió que al niño le estaban dando el doble de psicotrópicos que debía tomar y pudo lograr que le cambien la dosis. Los voluntarios son como ‘ojos frescos’, que se preocupan y se involucran en la vida del niño y tratan de ayudarlo”.
La organización ofrece capacitación y requiere que el voluntario le dedique entre 10 y 15 horas por mes al niño. Los voluntarios no pueden tener antecedentes de crímenes contra menores.
“Mucha gente desconfía del gobierno. Querrían ser padres de crianza, o voluntarios, pero temen que su estatus migratorio se los impida. Pero no es así. Todos los voluntarios son bienvenidos, independientemente de su estado migratorio. Necesitamos muchos voluntarios bilingües y tenemos oficinas en todos los condados del país”, aseguró.
Para más información, puedes llamar al 323-859-2888, o visitar www.casala.org
Necesitan ayuda
- 1,400 niños que viven en casas de crianza en LA están esperando que alguien los adopte.
- Las víctimas de abuso infantil tienen un 42% de probabilidades de ser nuevamente abusados y abandonados.
- Sólo el 58% de niños en casas de crianzas logra terminar la escuela preparatoria
- La mitad de los jóvenes que salen de la casa de crianza a los 18 años terminan encarcelados o homeless.
- Alrededor de 2,000 jóvenes de entre 18 y 21 años de edad están inscriptos en el sistema de extensión de crianza, en LA.
- Las niñas adolescentes del Sistema de crianza tienen 2.5 más posibilidades de quedarse embarazadas para los 19 años. El 75% reportó por lo menos un embarazo antes de los 21.
- La mitad de los adolescentes varones que salen del sistema de crianza ya son padres, comparado con el 19% de los jóvenes que no estuvieron en Foster care.
- El 75% de los estudiantes en el Sistema de crianza tiene un nivel académico por debajo del grado en el que se encuentran.
- Para tercer grado, el 80% de los niños en el sistema de crianza tuvo que repetir un grado en la escuela.
(Alliance for Children’s rights)