Inmigrantes protestan en Long Island para rechazar visita de Trump
El Presidente participa de una reunión con policías, líderes locales y víctimas de la violencia de la MS-13 en Long Island
“Estoy aquí para decir que ya estamos cansados del odio, de la discriminación y de todo lo que él está haciendo contra nuestra comunidad”, dijo Silvia García, una inmigrante argentina que salió a protestar este miércoles junto a más de 50 personas contra la visita del presidente Donald Trump a Long Island.
Esta es la segunda vez que el mandatario se reúne con oficiales electos de esta zona de Nueva York, dentro de su esfuerzo por llamar la atención sobre la oleada de muertes relacionadas con la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) en la region, y como parte de política de aplicar de manera más estricta las leyes de inmigración.
En una mesa redonda realizada en el Centro de Seguridad Nacional Morrelly en Bethpage, Trump discutió el impacto de la actividad pandillera, junto con los representantes republicanos del área Peter King y Lee Zeldin, los comisionados de policías de Suffolk y Nassau, y con familiares de víctimas de la MS-13.
Sin embargo, Silvia, quien hace parte de la organización Make The Road New York, que promovió la protesta, dijo que la presencia de Trump en Long Island más que ayudar a buscar una solución a la violencia de pandillas, lo que hace es incrementar los prejuicios contra la comunidad inmigrante en la zona.
“Queremos que se nos respete y que se deje de generalizar a nuestra comunidad”, explicó Silvia, quien tiene 17 años viviendo en Brentwood, un poblado en el condado de Suffolk con un alto porcentaje de residentes latinos, y en donde los ataques violentos de la pandilla MS-13 se han incrementado en los últimos meses.
Misión: acabar con la MS-13
El objetivo de la polémica visita de Trump a Nueva York es mostrar que su administración mantiene en pie su promesa de acabar con la presencia de la pandilla.
Durante su visita ayer, el Presidente volvió a referirse a los pandilleros de la MS-13 como “animales” pese a las críticas que esto ha generado.
Al describir los crímenes cometidos por miembros de la Mara indicó que era “una pandilla implacable que ha violado nuestras fronteras y transformado barrios que una vez fueron pacíficos en campos de muerte manchados de sangre”. También recalcó que eran “gente horrible por cierto”.
Las palabras del mandatario hicieron eco en los presentes en la mesa redonda, quienes aplaudieron.
“Ustedes no creerían lo mala que es esa gente. No son personas, estos son animales, y los estamos sacando del país a un nivel y a un ritmo que nunca antes había sucedido “, dijo Trump, puntualizando que el eslogan de la pandilla era “mata, viola, controla”.
Además aprovechó para criticar a los demócratas. “Recientemente noté que los demócratas, como por ejemplo Nancy Pelosi, están tratando de defender a los miembros de pandillas MS-13 “, indicó. “Me reprochó porque llamé animales (a los pandilleros)”.
En primer lugar, el caso que llevó a Trump y al fiscal general, Jeff Sessions, a visitar el condado de Suffolk el año pasado fue un cuádruple asesinato en Central Islip.
El Presidente también hizo referencia al problema de pandillas durante su primer discurso sobre el Estado de la Unión en enero, al cual invitó a los padres de las adolescentes de Brentwood Nisa Mickens y Kayla Cuevas, que fueron asesinadas por la pandilla en 2016.
La semana pasada, el Presidente creó una controversia cuando usó la palabra “animales” durante una discusión sobre “ciudades santuario” y miembros de MS-13.
“Estas no son personas. Estos son animales, y los estamos sacando del país a una velocidad que nunca antes había sucedido”, indicó Trump.
El Presidente dijo después que solo se estaba refiriendo a miembros violentos de pandillas, pero los críticos cuestionaron si estaba hablando de inmigrantes de manera más amplia.
Eliminar DACA ayuda a pandillas
Silvia, quien es indocumentada y tiene un hijo de 17 años beneficiario de DACA, criticó al Presidente al asegurar que su decisión de eliminar ese beneficio migratorio para los jóvenes, lo que hace es beneficiar a los grupos criminales que traten de reclutarlos: “eliminar las oportunidades a jóvenes indocumentados es darle un espaldarazo a las pandillas”.
“Tantos jóvenes que con DACA han podido vislumbrar un futuro podrían quedar sin nada de la noche a la mañana”, indicó la madre. “Trump debería pensar que nuestros muchachos necesitan más oportunidades, no menos”, agregó.
Durante la demostración los manifestantes gritaron consignas y portaron carteles con mensajes como, “No al odio, no al racismo, no a Trump”, “Deja tus pequeñas manos lejos de mis derechos” o “No separen a las familias”.
“La visita de Trump al condado de Nassau es parte de su agenda racista y anti inmigrante para promover su retórica que deshumaniza y criminaliza a jóvenes inmigrantes”, afirmó Walter Barrientos, director organizativo de la asociación Make the Road New York, en Long Island. “Desde el comienzo de la presidencia de Trump hemos visto cómo ha trabajado para seguir su narrativa sobre los jóvenes inmigrantes y pandillas para dividir a nuestras comunidades y avanzar en su plan de deportación masiva. Sin embargo, en Long Island, él no nos dividirá”.
Al otro lado de la calle, un grupo de seguidores de Trump alzaron banderas estadounidenses y dieron la bienvenida al Presidente.
“Mi esposo fue deportado hace dos años bajo la administración del presidente Obama y creo que se lo merece”, manifestó una de las mujeres que se encontraba en este grupo, y que prefirió no ser identificada.
Ella cargaba un cartel con un mensaje que decía: “Americana sin hogar con 3 niños y seguidora de Trump”.
“Estoy segura que hay gente que no merece ser deportada pero hay muchos que sí”, explicó la mujer. “Hay muchos hombres que golpean a sus esposas, golpean a sus hijos, no es justo, pero no escuchamos esas historias”, agregó.
Para ella, la visita del presidente Trump a Long Island es positiva para major la seguridad. “Temo por mis hijos en la escuela y hasta por mi propia seguridad, no deberíamos sentir miedo”, indicó.
Fuerte ofensiva contra MS-13
Según un informe de la Casa Blanca, hay más de 10,000 miembros de la MS-13 en este país y más de 30,000 en todo el mundo.
El informe asegura que ICE arrestó a 796 miembros y asociados de MS-13 en el año fiscal 2017, un aumento del 83% con respecto al año fiscal 2016.
En 2017, el Departamento de Justicia trabajó con socios en Centroamérica para asegurar cargos criminales contra más de 4,000 miembros de MS-13.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a 228 inmigrantes ilegales afiliados a MS-13 en el año fiscal 2017.