Indocumentada con cáncer terminal pide no ser deportada para morir con su familia
Dice que la falta de atención médica en un centro de detención agravó su salud
Gloria Barrera, enferma terminal de cáncer, pidió ayer clemencia al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que se suspenda su deportación y la dejen morir con su familia en Chicago.
“Pido clemencia y justicia para poder morir junto a los míos”, dijo la mujer de 54 años en una conferencia de prensa realizada frente a las oficinas de ICE, en el centro de la ciudad.
Barrera tiene cáncer de ovario, que no fue tratado a tiempo, y sus médicos le dan menos de un año de vida.
Según informó, su esposo, tres hijos y siete nietos viven en el área de Chicago y ella es la principal cuidadora de los niños pequeños, uno de ellos con una enfermedad grave.
Barrera llegó a Estados Unidos en 1984 y fue deportada a México hace cinco años, cuando su tarjeta de residente (“green card”) fue revocada por un antecedente de robo.
Su abogado, Christopher Elmore, dijo ayer que Barrera fue mal asesorada entonces y convencida por otro letrado de que no tenía otra opción que la deportación, para ser elegible para otra vía.
En México fue secuestrada por traficantes de personas, que le cobraron rescate, y de regreso a EEUU fue detenida por ICE, que la dejó en libertad bajo fianza.
Según Barrera, durante su detención en un centro de inmigración comenzó a sentir dolores en la parte inferior del abdomen, pero los guardias habrían ignorado sus quejas. En su opinión, la falta de cuidados habría permitido el avance del cáncer que ahora se encuentra en una etapa irreversible.
Elmore dijo que ha solicitado la suspensión de la deportación debido a la condición médica de su cliente y que esperan que ICE responda a comienzos de la próxima semana.