Boricuas desplazados por huracán María “con el agua hasta el cuello” en Nueva York

Boricuas que emigraron a la Gran Manzana en medio de la crisis humanitaria en la isla no encuentran ni trabajo ni vivienda estable

La familia González Cruz ha tenido un segundo “embate” del huracán María tras mudarse a Nueva York.

La familia González Cruz ha tenido un segundo “embate” del huracán María tras mudarse a Nueva York. Crédito: (Suministrada / Liz Cruz)

El 7 de diciembre pasado, Liz Cruz, sus tres hijos y su esposo, Elvin González, dejaron su hogar en Isabela, Puerto Rico, por los destrozos causados por el huracán María. No querían abandonar la isla, pero las graves condiciones los obligaron a tomar una decisión que cambiaría sus vidas, aunque no de la manera en la que esperaban.

Cruz, de 35 años, y los menores, de 14, 15 y 17 años, son pacientes asmáticos, y su casa estaba inundada y llena de hongos; además, les faltaba el dinero para comer.

“Temíamos por la salud. Las condiciones de salud no estaban bien. No había comida. Mis hijos comían una vez al día”, describió Cruz.

Cuando la situación se volvió insostenible, la madre usó unos ahorros que tenía para comprar cinco boletos de avión a Nueva York luego de que solicitara alojamiento en hoteles a través de la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA), como parte del programa de Asistencia Transicional a Refugios para evacuados por desastres como el huracán que azotó todo Puerto Rico el 20 de septiembre del año pasado.

“Con par de pesos” en el bolsillo, la familia llegó a la Gran Manzana en pleno invierno cuando el frío azota más fuerte el cuerpo y el espíritu. Y como si los inconvenientes fueran pocos, no tenían dinero para comprar MetroCards y moverse a través del sistema de transporte público, esencial en una urbe como Nueva York.

Cruz recordó cómo tuvieron que caminar dos horas y media desde el hotel en el que estaban hospedados en el Bajo Manhattan, Fairfield Inn & Suites,  hasta el Centro Julia de Burgos, en El Barrio, donde la Ciudad habilitó en octubre pasado un espacio de manejo de casos para los desplazados por María que hoy ya no existe.

“Tenía miedo, mucho miedo es lo que tenía. Que si íbamos a poder comer. Que si íbamos a sobrevivir. Se siente mucho miedo”, narró la boricua en entrevista con El Diario,

En el local, le suministraron abrigos para la temporada y tarjetas para transporte. Los padres, además, presentaron su caso a representantes de las agencias que se supone los ayudarían a establecerse en la Ciudad, como la Oficina de Asistencia Temporal –para la obtención de cupones de alimentos– y el Departamento de Vivienda.

Pero de ese primer proceso ya casi ha pasado un año, y del miedo, Cruz y su familia han pasado a la decepción y a la impotencia.

Su esposo, de 28 años, es el único que ha logrado conseguir un empleo como trabajador de limpieza, pero el salario de $13 la hora no es suficiente para mantener satisfactoriamente a una familia de cinco. Cruz, su esposo y los menores llevan viviendo en un refugio de la Ciudad desde finales de junio -una de las fechas en la que expiró el programa de alojamiento de FEMA- sin que puedan obtener una vivienda estable y segura. Estando ya en el albergue municipal y tras varios intentos, Cruz logró conseguir un “voucher” para un apartamento, pero el vale no establece prioridad.

“Ellos (Departamento de Vivienda) me dicen que tienes un turno y que tienes que esperar. En otras ocasiones, me habían denegado el ‘voucher’ porque era clienta de FEMA”, explicó la mujer quien no ve la hora en que pueda mudarse a una vivienda propia.

“Ahora estamos peor. Nosotros no vinimos aquí a quedarnos en la situación del sistema”, agregó sobre su situación. “Por qué si somos ciudadanos americanos no nos pueden ayudar como en otros casos en Estados Unidos. Por qué mis hijos no tienen el derecho de poder salir adelante como niños normales y tener un hogar normal”, argumentó la madre.

Una historia que se repite en miles

La batalla anterior no es exclusiva de la familia González Cruz. Muchos otros desplazados sienten que tanto las autoridades municipales como federales les han fallado en su respuesta ante la crisis humanitaria que aún experimenta la isla. Un reciente análisis del Centro de Estudios Puertorriqueños del Hunter College del sistema unviversitario de la ciudad Nueva York (CUNY), calculó que más de 135,000 personas emigraron de Puerto Rico a Estados Unidos, en un periodo de cinco meses después del huracán María. De acuerdo con el estudio, cuyos resultados fueron publicados a principios de año, la mayoría se mudó a Florida con unos 56,477 personas para un 42%. En el caso de NY, la cifra asciende a 11,217 (8%).

Para la portavoz de New York Disaster Interfaith Services (NYDIS), Lilah Mejía, que actualmente maneja casos de unas 2,000 familias puertorriqueñas que llegaron despues de la catástrofe, la historia de la familia González Cruz no es la excepción, sino la regla. Mejía se refirió, directamente, a la demanda que tuvo que ser entablada por la organización LatinoJustice para que FEMA extendiera el periodo de alojamiento en hoteles para los puertorriqueños. La última concesión terminó el 14 de septiembre para las 987 familias que todavía permanecían en las hospederías financiadas por la agencia federal. Mejía indicó que, tras la última extensión lograda a través del recurso legal, a los alojados solo les queda moverse a los albergues administrados por la Ciudad, como es el caso de la familia González Cruz, o regresar a la isla.

“Este es el gran argumento de todo el mundo. Si los puertorriqueños son ciudadanos americanos por qué están recibiendo este trato. Si miras los casos de otras tormentas, si miras Sandy, las familias tenían hasta 28 meses de alojamiento en hoteles de FEMA, en otros eventos tenían más tiempo, así que darle ocho meses a las familias es injusto”, expuso la coordinadora de servicios para evacuados de la organización, quien intervino con familias en el Centro.

En un comunicado enviado por FEMA, este miércoles, la agencia sostiene que ha hecho lo máximo por los damnificados sin afectar los recursos de los contribuyentes.

“Los esfuerzos de FEMA continúan siendo proporcionar el apoyo máximo a los sobrevivientes de desastres, mientras somos conscientes de nuestra responsabilidad como custodios del dinero de los contribuyentes. Para aclarar, el asunto principal no es cuestión de confianza, es un proceso que garantiza la transparencia a todas las partes. Independientemente de la ubicación de un desastre, FEMA tiene la obligación, por reglamento federal, de revisar y validar toda la información relacionada con el desembolso de los fondos federales”, indica el parte de prensa.

Según planteó la consejera, la crisis de vivienda en la ciudad es otro asunto que no hace distinción cuando se refiere al caso de los puertorriqueños que migraron.

“Antes del huracán, ya la ciudad de Nueva York tenía una gran crisis de vivienda. Y ahora tenemos una nueva ola de familias que llegan en busca de vivienda. Ya teníamos una sobrepoblación de personas en el sistema de refugio. Muchos llegan y esperan esa transición de refugio a una vivienda. Pero, incluso, es difícil para la gente que ha vivido aquí toda su vida. Es muy difícil, porque hay algunos solicitantes que solo trabajan a tiempo parcial y no hay forma de que puedan costear vivienda. Para familias desplazadas es más complicado financieramente”, explicó.

Entre tanto, la expresidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito, cree que lo anterior no debe ser excusa para que la solicitudes de los boricuas pasen a un segundo plano.

“La Ciudad no le está dando la atención específica, la atención individualizada que necesitan, porque su realidad es diferente. Ellos no son desamparados crónicos. Ellos quieren trabajar, ellos quieren conseguir trabajo. Pero necesitan un nivel de orientación para entender el proceso aquí”, argumentó la recién nombrada miembro del Grupo Asesor de Transporte Metropolitano Sostenible (MTSAW).

“Esas familias deberían ser tratadas de manera diferente. Yo no entiendo por qué ha sido tan difícil que la Ciudad entienda que esto es inaceptable, y también el Estado. No es solo responsabilidad de la ciudad”, puntualizó.

Protestas en el aniversario de María

A modo de protesta y al cumplirse un año del azote de María, las entrevistadas en esta historia participaran este 20 de septiembre junto a otros líderes, familias, y activistas en una serie de manifestaciones convocadas por la coalición Power4PuertoRico -de la que forman parte- a nivel nacional.

El grupo, que fue creado poco después del paso del huracán María ante la ineficiente respuesta de las autoridades federales a la emergencia, promueve desde hace semanas una jornada de movilización que inicia este jueves en Nueva York y Washington, y finaliza en Mar-a-Lago, Florida, el sábado.

Bajo el lema “Remember Puerto Rico”, los manifestantes reclamarán trato igualitario de las autoridades federales tanto a los desplazados como a las personas afectadas que aún permanecen en el país caribeño.

La iniciativa de movilización también busca pasar de la protesta a la acción con una agenda legislativa ante el Congreso, según amplió Mark-Viverito. La líder demócrata destacó una medida de la representante federal por Nueva York Nydia M. Velázquez, que busca crear una comisión independiente que evalúe no solo la respuesta de las autoridades sino el desembolso de fondos a Puerto Rico para la recuperación.

“Eso es un ejemplo de un proyecto de ley que nosotros apoyamos y que es importante conseguir apoyo congresional para que se vote a favor y tengamos una comisión que investigue todo lo ocurrido con la respuesta en Puerto Rico después del huracán”, detalló.

Eventos pautados para 20 de septiembre en Nueva York:

Vigilia en St. Bart’s Church y caminata hasta Trump Tower
325 Park Ave, New York
Hora: 6 p.m.

Otros

Jueves, 20 de septiembre

Vigilia en la Casa Blanca
1600 Pennsylvania Ave NW, Washington
Hora: 8 p.m.

Sábado, 22 de septiembre

A Un Año del Huracán Maria: Puerto Rico No Se Olvida, Mar-A-Lago

Caravana cerca de Mar-a-Lago

Hora: 11:30 p.m.
Punto de encuentro: Home Depot de Oakwood Plaza, en Hollywood, Florida
Ruta: Miami ? Broward ? Mar-A-Lago
Para participar del recorrido debe registrarse a través de la página web: https://caravanamaralago.com/

“Rally” y vigilia

Meyer Amphitheatre
105 Evernia St, West Palm Beach, Florida
Hora: 3 p.m.

Para más detalles, puede visitar la página en Facebook @Power4PuertoRico o https://www.power4puertorico.com/

En esta nota

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