Trabajar para eliminar las barreras a minorías empresariales
Financiación, acceso a redes de contactos y tamaño son algunas de las dificultades para las que NYC ha buscado soluciones
La diversidad demográfica tiene un paso quizá no veloz pero si firme a pesar de las barreras que hay para algunas comunidades.
Aunque el momento político actual esté causando problemas a segmentos de la población hispana o asiática principalmente, las estadísticas apuntan a que en 2044 — cuando los bebés nacidos este año cumplan 24 y 25 años—, “la prosperidad de la nación estará en manos de las minorías, el segmento de población de más rápido crecimiento”.
Esta afirmación parte de la MBDA, the Minority Business Development Agency, una organización encuadrada dentro del departamento de Comercio, que acaba de celebrar la semana de desarrollo de empresas minoritarias. De acuerdo a esta agencia federal el empresariado es un camino seguro “a la creación de riqueza y una economía fuerte a nivel nacional”.
Actualmente no es el caso porque, aunque hay grandes empresas minoritarias, en el que el control o más del 50% del accionariado, están en manos de hispanos, negros o asiáticos, estas solo representan el 29% de todas las firmas a nivel nacional y solo el 11% de ellas tienen empleados en nómina. Si estas empresas tuvieran la misma fuerza que el resto habría 13 millones de empleos más en el país.
Pero como señala la MBDA las empresas minoritarias son más pequeñas en tamaño que las de sus competidores. Su dificultad para conseguir grandes contratos les penaliza por varios lados ya que se les deniegan más préstamos, tienen tasas más altas en ellos cuando los consiguen y estos suelen ser de menor cantidad de lo que solicitan.
Esta agencia apunta a que tienen menor acceso al capital, a las redes de empresarios, a grandes contratos.
El crecimiento de estas empresas minoritarias y de mujeres, MWBE, depende en muy buena medida en levantar las barreras a estas y asegurarles una entrada en los mercados tanto de producción, obra y servicios de las administraciones públicas como de empresas privadas (subcontratas o proveedores).
En la ciudad de Nueva York se está trabajando para que estas empresas minoritarias y de mujeres tengan la posibilidad de derribar esas barreras y crecer a un mayor ritmo.
Hace unos días, se hizo público que los departamentos y la agencias en las que participa la ciudad han concedido desde 2015 contratos por un valor de $10,000 millones a MWBE y solo en 2018 la cifra ha sido de $3,700 millones. Eso deja a la alcaldía de Bill de Blasio a medio camino de su compromiso y objetivo de conceder contratos públicos a estas empresas por valor de $20,000 en 2025.
En el caso de las empresas minoritarias latinas, el valor de los contratos se ha duplicado frente a los logrados en 2015 hasta llegar a $89.5 millones de dólares
En el caso de las subcontratas, los 236 contratos adjudicados a los latinos tienen un valor de $68.1 millones.
Jones Doris, consejero senior del programa de la ciudad para MWBE explica a este diario que se va a llegar al objetivo de los $20,000 millones en contratos porque se está trabajando en eliminar las barreras para que estas empresas consigan contratos con más recursos a disposición de estos empresarios no solo en la oficina del alcalde sino también en el SBS y el resto de las agencias y departamentos.
Doris explica que cada vez hay más compañías latinas certificadas en la ciudad. Se ha pasado de 930 a 1,110 y el 80% de ellas el 80% se recertifica. Además el valor de los contratos continúa subiendo. Las empresas latinas son “el 17% del total”.
Han crecido pero siguen estando por detrás del resto ya que las controladas por personas asiáticas son el 22%, las afroamericanas el 29% y las de mujeres caucásicas el 31%.
Este asesor afirma que aún se está trabajando porque “hay comunidades dentro de la latina y ciertos tipos de negocios con los que tenemos que continuar trabajando pero estamos viendo un incremento en los números de certificación, en el valor de los contratos y eso son tendencias positivas”.
Desde la alcaldía se están tomando una serie de iniciativas, algunas de las cuales necesitan aprobación del estado en Albany, para facilitar la licitación de estas empresas.
Y uno de estas está beneficiando a las empresas latinas. La ciudad consiguió que Albany aprobara contratos de concesión discrecional siempre y cuando estos no superaran los $150,000. El 25% de estos están en manos de empresas latinas.
Adicionalmente se han añadido cuatro bancos a un programa de financiación ya en marcha por la ciudad que abre las puertas del dinero necesario para optar a proyectos a más empresas. Se permite una mejor preparación financiera para encarar contratos en una fase inicial.
“Esto es significativo y nadie lo ha hecho en el estado, no he oído que se haga en otras zonas del país y estamos orgullosos de haber llegado a una sociedad con el sector privado para que haya más recursos para las MWBE”, explica Doris.
Otros proyectos en cartera para dar un mayor dinamismo a estas firmas incluye que el estado de permiso para que haya un programa “de mentoría significativa”, explica este asesor. Doris cuenta que de lo que se trata no solo es de apoyar a empresas en general sino en proyectos específicos para ayudarlas a dar los pasos necesarios en los contratos. “Son programas que ya se hacen y han tenido éxito con la MTA y necesitamos permiso para ampliarlos”.
A Albany también le van a pedir que se puedan hacer listas de contratistas precualificados para que se puedan hacer concesiones y trabajos más rápidamente.
Prórroga en el estado
Muchos de los pasos que da la ciudad para levantar las barreras a empresas minoritarias pasan por Albany pero Albany, que tiene su propio programa de MWBE establecido por el llamado artículo 15-A tiene sus propios problemas porque en la última renegociación de los presupuestos el Senado, controlado por una mayoría conservadora, no quiso reautorizar esta ley. El Gobierno la mantiene prorrogada por el año fiscal 2019 pero si el juego de las mayorías del estado no cambia el programa corre el riesgo de funcionar a plazos anuales o desaparecer.
Jonnel Doris explica que hay una cierta preocupación porque es deseable que las MWBE estén apoyadas en todo el estado y para ello el artículo 15-A s crítico.
“Pero nuestro programa es independiente y único. Tenemos nuestro propio estudio de disparidad, nuestros propios recursos nuestras listas de certificaciones y es un programa que se autosostiene”. No obstante, apostilla “siempre ayuda que haya un programa a nivel de estado, anima el trabajo, la narrativa y el significado de las MWBE en general y mayor escala”.