Activistas piden poner fin a brutalidad policial en NYC
Al menos 58 personas han muerto a manos del NYPD desde 2014, asegura el Proyecto de Vidas Robadas
La pesadilla de perder a un familiar a manos de un oficial del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD), sigue siendo latente. Así lo expresaron decenas de neoyorquinos que se reunieron en la plaza Foley Square en Manhattan para enviar un mensaje a la Uniformada.
La movilización, que lleva el nombre Día Nacional Anual de Protesta para detener la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, organizada por la Coalición Octubre 22, cumple 23 años brindando una plataforma en la que familiares que han perdido a sus seres queridos, tras encuentros con la Policía, piden que “esta injusticia se detenga”.
“A medida que entramos en esta era de Donald Trump, este día cobra aún mayor importancia. Cuando empezamos veaíamos una epidemia de brutalidad policial, pero ahora vemos como esta epidemia está creciendo cada día más”, dijo Steve Yip, miembro de la organización Stop Mass Incarceration, parte de la Coalición 22 de octubre, y organizador de esta marcha en NYC.
Para Yip, el tema de la brutalidad policial en la Gran Manzana es grave y afecta en especial a comunidades de color. “Vemos como estos policías matan a jóvenes negros e hispanos y salen libres”.
La coalición, que fue creada en 1996, también trabaja en el Proyecto de Vidas Robadas, que documenta casos de asesinatos cometidos por agentes de la ley en todo el país. La segunda edición del libro documenta más de 2,000 casos solo en la década de 1990.
Según el proyecto, en Nueva York han muerto 334 personas a manos del NYPD luego de la trágica muerte de Amadou Diallo, en febrero de 1999, cuando el inmigrante de Guinea, de 23 años, fue asesinado a tiros por cuatro oficiales vestidos de civil, después de que lo confundieran con un sospechoso de violación.
Un caso más reciente, el de Eric Garner, quien murió en julio de 2014 tras recibir una llave de estrangulamiento mientras era arrestado, es también un punto de análisis para la Coalición, que asegura que tras este suceso, se han reportado las muertes de otras 58 personas.
Temor en la comunidad
“Sister Shirley”, una residente de Staten Island, recuerda como hace 20 años, sus dos hijos y su ahijado, todos adolescentes, fueron arrestados por oficiales del NYPD, luego de que, según asegura, fueran “perseguidos hasta el patio de uno de sus amigos y arrestados por entrar en propiedad privada”.
“Mis niños, que hoy soy adultos, podrían hacer parte de esa lista de hombres y mujeres que han sido asesinados por estas personas que deberían protegernos”, indicó Shirley, quien pidió no compartir su apellido. Para ella, la brutalidad policial es el resultado de un sistema opresivo relacionado con el racismo y la pobreza.
“Esto es racismo y es parte del sistema. Vemos como siguen enviando más y más policías a nuestras comunidades de color. Todo con el propósito de que tengamos miedo. Ellos van con la misión de limpiar las calles de gente de color”, enfatizó la mujer.
Federico García, un hijo de inmigrantes mexicanos, nacido en Los Ángeles, quien tiene varios años viviendo en NYC, está de acuerdo con ella. El activista se declara como “revolucionario”, un título que asegura, debe ser enaltecido en la sociedad para lograr el fin de la brutalidad policial y la encarcelación en masa.
“Estos dos temas [brutalidad policial y encarcelación en masa] están directamente relacionados con el sistema capitalista y como este no funciona para millones de jóvenes afroamericanos e hispanos”, explicó García, quien añadió que el mensaje proveniente de la Casa Blanca es peligroso para esta misma comunidad. “El presidente envía además un mensaje a la Policía de que deben ser más agresivos en los arrestos. Él mismo les está dando el permiso de que aumenten la brutalidad, los ataques y hasta los asesinatos”.
El NYPD no respondió con comentarios al cierre de esta edición.