Antisemitismo en Estados Unidos, mucho más que sólo Pittsburgh
Columna de opinión de Leah Soibel, CEO y fundadora de Fuente Latina, organización que ofrece información en español sobre Israel y el Medio Oriente
El ataque en la sinagoga Tree of Life en la ciudad de Pittsburgh, que dejó un saldo de 11 víctimas fatales este fin de semana, resulta una urgente señal de alerta para una sociedad que parece haber subestimado el peligro del antisemitismo.
A esta altura parece anecdótico el reporte de la Liga Anti-Difamación (ADL) que marcaba, apenas dos días antes del ataque, que los incidentes antisemitas en la sociedad norteamericana aumentaron un 57% en el año 2017. Una sociedad que fue alertada de que en tan sólo un año se dieron casi 2000 ataques contra judíos y se quedó de brazos cruzados. Que observó pasivamente
cómo día tras día centros comunitarios judíos eran evacuados por amenazas de bomba, cómo cementerios judíos eran profanados y cómo cientos de neonazis marchaban por las calles de
Charlottesville al grito de “los judíos no nos reemplazarán”.
Testigos presentes en la sinagoga de Pittsburgh contaron que Robert Bowers, autor de la masacre, gritó “todos los judíos deben morir” mientras comenzaba a disparar. Sin embargo decenas de columnistas hablan de “crimen de odio” o “motivos poco claros”, en lugar de llamarlo como lo que es: un ataque antisemita, que deja en evidencia el sentimiento anti judío
profundamente arraigado en Estados Unidos y que muchos, por ignorancia o negligencia, parecen o deciden ignorar.
El problema, sin embargo, va mucho más allá de la terminología. En las redes sociales, por ejemplo, hace tiempo que se vienen disparando las expresiones antisemitas. En Twitter se registraron 4.2 millones de expresiones de odio contra judíos en un período de un año. La pregunta, ante esto, es: ¿Qué estamos haciendo como sociedad para en pleno siglo XXI seguir amenazando y ultrajando a una minoría? ¿Hasta dónde tenemos que llegar para que autoridades y actores sociales tomen cartas en el asunto?
La ADL explicó el pasado viernes que esta nueva corriente de odio proviene de diversas áreas del espectro político y que la influencia de grupos neonazis y la izquierda radical han convertido a campus universitarios en importantes focos de antisemitismo. Más aún, las escuelas, que deberían ser las primeras en difundir un mensaje de paz, tolerancia y coexistencia, han visto la cantidad de incidentes duplicados de 2016 a 2017, con pintadas de esvásticas en las paredes o en cuadernos de alumnos judíos, graffitis como “Hitler no estaba equivocado” o “Poder Blanco”.
Es inadmisible que un hombre entre a una sinagoga y masacre a 11 personas por su fe o etnia. Pero es tanto o más inadmisible que una sociedad mire para otro lado mientras su población judía
sufre día a día expresiones o agresiones de odio. Está en cada familia, en cada escuela, en cada organización social y religiosa, enseñar la importancia del respeto mutuo y la coexistencia. Ya no es tolerable que en estos tiempos y en Estados Unidos la gente siga muriendo por su credo u origen.
Sobre la autora
Leah Soibel es CEO y Fundadora de Fuente Latina. Analista en Medio Oriente y experta en Seguridad y Terrorismo. De origen hispanoamericano, actualmente vive en Jerusalén.