Letras: Cuando la ortografía fue noticia

Las 29 letras que tenía nuestro abecedario quedaron en 27, con la salida de la CH y la LL

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Crédito: Shutterstock

Los nostálgicos estaban devastados. Primero, la Unión Astronómica internacional dictaminó que Plutón dejaba de ser planeta para quedarse en mero planetoide. Después, la Nueva Ortografía de la Asociación de Academias de la Lengua (ASALE) confirmó que la CH y la LL ya no eran letras del abecedario.

Cundió la consternación entre los aferrados al pasado. Los nueve planetas de nuestro sistema solar quedaban reducidos a ocho con la eliminación del simpático Plutón que había merecido un personaje de Walt Disney. Y las 29 letras que tenía nuestro abecedario quedaron en 27. ¿A dónde iríamos a parar? El entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se preguntó: “¿entonces me van a llamar Ávez? Y no faltó quien preguntara si la llama pasaría a ser lama, lo que no le permitiría distinguirse de un monje tibetano.

Cuando se planteó esta situación, hace ya casi ocho años, la preocupación mezclada con curiosidad de muchos hizo que la ortografía se convirtiera en noticia, y el popular Jorge Ramos invitó a Univision al director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, Gerardo Piña Rosales, para que dilucidara la situación.

Pero si los súbitamente interesados en la ortografía se hubieran fijado en el Diccionario de la Lengua del 2001 (el más reciente en ese momento, ya que el siguiente se publicó en 2014), habrían comprobado que la CH y la LL ya no figuraban como letras independientes. A partir de aquel Diccionario, la CH aparece dentro de la C y la LL dentro de la L.

¿A qué se debió este cambio? Como bien lo explicó Piña Rosales, la Ortografía nos aclara que el abecedario debe consistir en la serie de las letras del idioma, el inventario o catálogo de los elementos simples, indivisibles, sucesivos y distintivos. Y si la CH y la LL son dobles, naturalmente no pueden ser simples ni indivisibles. Se trata de dígrafos, o sea, dos grafemas (dos letras) para representar un fonema (un sonido). Entonces no pueden ser letras independientes.

La CH y la LL no son los únicos dígrafos del idioma español, sino que hay otros tres, para un total de cinco. Además están la RR, la GU y la QU. ¿Entonces por qué solo dos de los dígrafos iban a aparecer como letras? Caso cerrado.

Jorge Ignacio Covarrubias es secretario general de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE)

En esta nota

Real Academia Española (RAE)

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