Editorial: ¡Feliz Año Nuevo!

Que el nuevo año sea un trampolín para terminar en 2020 con una de las eras más nefastas en nuestro país.

El presidente Donald Trump.

El presidente Donald Trump. Crédito: Getty Images

Nuestro deseo para el 2019 es que sea el principio del fin de la presidencia de Donald Trump. Que el nuevo año sea un trampolín para terminar en 2020 con una de las eras más nefastas en nuestro país.

La historia de Estados Unidos tiene muchos capítulos oscuros, de injusticia, persecución, odio y crisis. Este es uno de ellos. La nación está dividida por el resentimiento y la intolerancia. Y deberemos estudiar y comprender los factores que llevaron a este punto y a la elección de Trump.

Lamentablemente, Donald Trump, lejos de presentar soluciones comunes, es un líder que se alimenta de las divisiones. Es un político que se agiganta en medio de la confusión y el caos.

Su estrategia en la reciente campaña electoral legislativa fue de calumnias y ataques en contra de los indocumentados. Y su actitud hostil se ha visto a lo largo de la presidencia hacia todo aquel o aquello que no está de acuerdo con él.

En política exterior es antagonista con los aliados y cercano a los adversarios. Hoy no se puede contar con Estados Unidos en los temas de medio ambiente, los derechos humanos o acuerdos comerciales. La palabra del presidente no vale nada. Lo mismo en política interna.

El único interés en la Casa Blanca es velar por lo mejor para Trump y nadie más. La decencia, los conflictos éticos y las normas de la democracia ya no existen para él.

Es una pesadilla siquiera pensar en un segundo periodo de Donald Trump. Ojalá que en 2019 se genere una coalición de demócratas, republicanos e independientes capaces de trabajar juntos para el bien común del país y en un mismo proyecto político.

Es un deseo que hoy parece lejano, pero que se puede construir a partir de candidatos honestos a sus ideales y tolerantes con los demás, respetuosos de las diferencias existentes y con capacidad de negociación.

Entre los demócratas hay una larga lista -se llegaron a contar hasta 20- de presidenciables. La senadora Elizabeth Warren fue la primera en dar el paso hacia la candidatura, ayer, y otros esperan su momento. La oposición que tendrá en sus manos la Cámara de Representantes, tendrá que ser hábil en no obsesionarse con el juicio político al presidente.

Los demócratas necesitan un mensaje positivo capaz de aglutinar su base política y atraer a los independientes.

Entre los republicanos existen posibles rivales internos a Trump. Algunos comités estatales estudian maneras de neutralizar los rivales al Presidente. El partido necesita un debate abierto sobre el futuro de la agrupación, para que no desaparezca.

No es bueno para el proceso democrático que uno de los partidos esté atado al culto a la personalidad de un líder de tendencias autoritarias.

Existen muchas dificultades y desafíos por resolver. No obstante, la elección del 2020 estará presente a lo largo del año. Esperamos que 2019 sea la antesala al cambio. ¡Feliz año nuevo!

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