Algunos errores de la defensa de “El Chapo” y lo que sigue en su juicio

Los abogados de Guzmán Loera reconocieron tras bambalinas que tienen un caso complicado en sus manos

La defensa de "El Chapo" presentó pocas pruebas a su favor.

La defensa de "El Chapo" presentó pocas pruebas a su favor. Crédito: EFE/Jane Rosenberg

Tras bambalinas, la defensa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera reconoció que tiene en sus manos uno de los casos más complicados que haya habido en cortes de los Estados Unidos, afirmación que fue confirmada con la avalancha de pruebas que presentó la Fiscalía del Distrito Este Federal, fincada en Brooklyn.

Durante el descargo de pruebas, los fiscales llamaron a 56 testigos, de los cuales 14 fueron cooperantes y el resto agentes del FBI, la DEA y otros expertos, como John Paul Osborn, un examinador de documentos, para confirmar que las cartas que Guzmán Loera envió a Dámaso López Núñez, alias el “Lic” o “Licenciado”, y a su examante Lucero Guadalupe Sánchez López, la “Chapodiputada”, fueron de Guzmán Loera.

En respuesta, la defensa presentó un solo testigo, el agente del FBI, Paul Roberts Jr., a quien el abogado Jeffrey Lichtman cuestionó sobre su capacidad para “tomar notas”… ¡de otro caso!, además de leer una sucinta carta de otro agente. Más allá de esos asuntos, hay errores que los abogados cometieron, aunque su impacto es todavía incalculable.

El soborno al expresidente Enrique Peña Nieto

La columna vertebral de la defensa de Guzmán Loera, integrada por Lichtman, Eduardo Balarezo y William Purpura, fue una conspiración entre los gobiernos de México, Estados Unidos e Ismael “Mayo” Zambada, el otro líder del Cártel de Sinaloa, para detener a su principal socio, lo cual se logró son diversos sobornos a autoridades, principalmente mexicanas. “Los mexicanos llevan la corrupción en la sangre”, dijo en algún momento Balarezo.

Sin embargo, cuando tuvieron oportunidad de extender su teoría, Lichtman se equivocó con fechas clave, ya que intentó asegurar que un soborno –revelado por Alex Cifuentes, ex colaborador de “El Chapo”– de $100 millones de dólares al exmandatario Enrique Peña Nieto fue utilizado en las elecciones de 2012.

Según Cifuentes, el “Señor” contó que Peña Nieto “había pedido un dinero” a él y a Ismael “Mayo” Zambada, pero que “se ofreció otra cantidad”. El presidente electo habría enviado un mensaje a “El Chapo” para decirle que “ya no tenía que esconderse” y para ello tenía que recibir el dinero.

Jeffrey quiso hacer un nexo entre el dinero supuestamente entregado con la elección presidencial, al preguntarle a Alex si sabía que el proceso electoral era en noviembre –lo cual es un error, porque las elecciones en México son en julio, como lo marca la Constitución–, a lo que el testigo respondió: “Creo”. El abogado defensor no corrigió la fecha. Peña Nieto ocuparía la presidencia el 1 de diciembre de 2012.

Lichtman sugirió que el dinero sería utilizado en el proceso electoral y repitió el error durante su cierre de alegatos. ¿Cómo probrar algo si las fechas no coinciden?

Después de su falla, el juez Brian Cogan advirtió a Lichtman dejar de utilizar su argumento o mostrar pruebas de sus dichos. Por supuesto, él no dejó de decirlo, pero tampoco mostró pruebas.

El homicidio del periodista Javier Valdez

Durante su testimonio, Dámaso López Núñez, el “Lic” o “Licenciado”, fue cuestionado por Balarezo acerca del homicidio del periodista mexicano Javier Valdez, fundador de Ríodoce, estableciendo que fue él o su hijo Dámaso López Serrano, el “Minilic”, quienes enviaron a matarlo.

López Núñez lo negó y dio un paso adelante: aseguró que “(el reporte era) que habían emboscado a los hijos de ‘El Chapo’ y que ‘Mayo’ estaba herido” y que lo señalaban a él y a su hijo, dijo sobre la información de Gómez Leyva. “Era falso”, afirmó. Entonces buscó a Valdez, de Ríodoce, conocido por su cobertura de narcotráfico en el norte de México; le dio una entrevista, pero afirmó que “Los Chapitos”, intentaron evitar la publicación; Valdez se negó “y por eso lo mataron”, aseveró el testigo.

Balarezo no pudo enmendar la ruta de esas declaraciones que él mismo abrió y al siguiente día sólo pudo preguntarle a López Nuñez si conocía a dos sujetos apodados “Koala” y “Kilo”, los supuestos sicarios que mataron a Valdez. Él dijo que no. La oportunidad que buscó el abogado para descreditar al testigo y favorecer –de algún modo desconocido– a su cliente terminó desatando un escándalo en México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador dio voz a la viuda del periodista, la Fiscalía en México pidió las transcripciones del juicio a EEUU y la situación puso en la mira a los hijos de Guzmán Loera.

Permitir implicar a Emma Coronel

La única familiar de Guzmán Loera que ha asistido al caso es su esposa, Emma Coronel, quien ha enfrentado cuestionamientos de la prensa sobre las acciones de su esposo y sobre su vida misma.

Los fiscales federales presentaron una foto de ella y mensajes que intercambió con su esposo, pero el momento más complicado fue cuando López Núñez la implicó en un acto de conspiración para que Guzmán Loera escapara de prisión en 2015.

El testigo, quien es padrino de una de las gemelas que Guzmán Loera tiene con Coronel, recibió tres cartas de “El Chapo” que le envió con su entonces abogado, Óscar Manuel Gómez, donde hacía varias solicitudes, entre ellas atender reuniones que convocaría la exreina de belleza. “Ella le va a explicar”, decía la misiva. El exsocio y compadre de Guzmán Loera afirmó que ella informaba las instrucciones de su esposo para ese operativo. Las cartas también hiciero menciones a tráfico de drogas. Fue la primera vez que fue implicada en un posible delito.

Confundir guerras entre cárteles

Algunos errores parecen mínimos, pero en un caso de tal importancia revelan que hay un problema con la defensa: no se coordina bien para corroborar información o no conoce algunos detalles importantes.

Durante su cierre de alegatos, Lichtman afirmó que hubo una guerra entre carteles mexicanos y los colombianos Cifuentes Villa. “¿Cuándo mencionados que había una guerra…?”, expresó la ayudante del fiscal Amanda Liskamm, pero no pudo terminar su frase, porque el abogado dejó su celular y se levantó de su silla para gritar “¡Objeción!”. Ella no pudo extenderse, pero dejó entrever con su discurso que la defensa no tenía muchos elementos para desacreditar las pruebas.

Lo que sigue

El miércoles pasado terminó la presentación de pruebas en contra y a favor de Guzmán Loera y el viernes concluyeron los alegatos, ahora tocar el turno al jurado tomar una decisiónn

El próximo lunes, el juez Cogan dará instrucciones al jurado para que decida si el mexicano es inocente o culpable de cada uno de los 10 cargos en su contra. El primero, sobre si lidera o es co-líder del Cártel de Sinaloa toca al resto, ya que contiene 27 violaciones a distintas leyes de los EEUU, incluidas conspiraciones para tráfico de droga, distribución, producción, manejo de armas, homicidios, entre otros.

El jurado tomará el lunes una decisión, aunque se perfila que el martes se conozca el veredicto, de lo cual depende si “El Chapo” quedaría libre al ser inocente o el juez Cogan dirá cuándo dictará sentencia, de ser culpable.

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