El Concejo debatirá la incertidumbre de los trabajadores de fast food
Se quieren evitar los despidos arbitrarios y la reducción de horas de trabajo
A Francis Gómez, de 26 años, la echaron de Taco Bell el pasado 12 de diciembre después de un altercado con un encargado de repartos de GrubHub. Gómez, que se hace cargo de su mamá, no es extraña en el departamento de recursos humanos de la empresa porque ha mandado más de una queja por las condiciones de trabajo. Sin embargo, cuando la echaron del trabajo dice que no recibió ninguna explicación.
“Ya me tuvieron que readmitir una vez porque me echaron después de reportar acoso sexual y es ilegal que me despidieran por ello”. Pero esta vez no hay ni explicaciones ni investigación sobre el altercado. Solo su despido de una compañía en la que empezó a trabajar en 2004.
Gómez es una de las personas que el miércoles se dieron cita en las escalinatas del Ayuntamiento para apoyar la propuesta de los miembros del concejo, Brad Lander y Adrienne Adams para prohibir el despido sin causa justa.
La propuesta impide que se despida a un trabajador por cualquier razón que no sea la mala ejecución de un trabajo, la mala conducta que dañe los intereses légitimos del negocio o razones económicas. La propuesta fuerza a que se considere la experiencia a la hora de determinar qué empleados se ven afectados por despidos por razones económicas.
Más aún, una reducción del horario de trabajo de más del 15% de las horas se considerará equivalente a la terminación de este, algo que está pasando a menudo desde que se empezó a elevar el salario mínimo hasta $15 la hora.
Este es el caso de Rosa Rivera que también estaba apoyando la propuesta. Esta trabajadora de Mcdonald´s trabajaba el año pasado cinco días a la semana y ahora apenas lo hace durante 30 horas semanales lo que le lleva a tener un paycheck de $355 antes de impuestos cada siete días. “Quiero trabajar más horas”, demanda Rivera quien denuncia que su empresa ha contratado a más personal para cubrir apenas horas a la semana que otros no trabajan.
“Muchos trabajadores de Fast Food cuentan con un solo salario para ellos y sus familias. La repentina pérdida de un ingreso puede marcar la diferencia entre tener una dirección o ser un desamparado”, explicaba el tesorero del sindicato 32BJ Kyle Bragg.
“Quienes han trabajado en restaurantes de comida rápida saben de la posibilidad de ser despedidos sin aviso, sin explicación y sin causa justa”, explicaba lander. Esta es la primera vez que se estudia una legislación de este calado en el país.
Una encuesta del centro para la Democracia Popular muestra que el 65% de los trabajadores de la comida rápida han visto como sus trabajos han sido eliminados sin darles una razón y el 62% de los que contestaron la encuesta dijeron que con la pérdida de este trabajo o la reducción de horas experimentaron problemas financieros como inestabilidad a la hora de mantener su domicilio o hambre.
“Durante demasiado tiempo los trabajadores de estos restaurantes han sido víctimas de una reducción injusta de horas y terminación arbitraria”, explicaba Adams.
De hecho, la subida del salario mínimo, celebrada en muchas comunidades pero no entre los empresarios se está saldando con una rebaja de horas de trabajo de tal manera que muchos trabajadores de bajos ingresos están cobrando lo mismo o menos que antes de la subida.