Estado de emergencia: nuevos desafíos para Trump
Se le viene una pelea en los tribunales
El viernes después del día de San Valentín, y horas antes de subirse al avión presidencial para disfrutar del fin de semana en su lujoso complejo Mar-a-Lago, el presidente Donald Trump declaró que el país está en estado de Emergencia Nacional debido a la crisis en la frontera con México. Crisis, valga la aclaración, que no pudo justificar con datos concisos pese a la insistencia de los periodistas apostados en la Casa Blanca.
La construcción del muro fronterizo fue una promesa de campaña que el presidente no ha podido cumplir debido a la resistencia social que provoca en los estadounidenses, y a la oposición que ha encontrado en el Congreso que le negó recientemente los fondos necesarios.
Desconforme con el acuerdo alcanzado por demócratas y republicanos para evitar un nuevo cierre parcial del gobierno, Trump dijo durante el anuncio de este viernes que “vamos a afrontar la crisis de seguridad nacional en nuestra frontera sur, y lo vamos a hacer de una forma u otra”.
El estado de emergencia le permitirá al ejecutivo acceder a unos 6,700 millones de dólares que, sumados a los 1,375 millones otorgados por el acuerdo bipartidista, sobrepasan los 8 mil millones de dólares que se destinarán a la construcción del muro.
Claro que el tono amenazante del anuncio no será suficiente para evitar los nuevos desafíos sociales, políticos y jurídicos que vienen aparejados con una declaración así. A nivel social, organizaciones proinmigrantes y que nuclean a los afectados comenzaron a mostrar inmediatamente su descontento.
Políticamente, el presidente deberá enfrentar las acciones que los congresistas demócratas puedan realizar, comenzando por un posible intento de terminación inmediato del estado de emergencia.
También puede haber repercusiones, seguramente menos mediáticas, en el Partido Republicano, ya que el presidente – en su afán de construir el muro – estará echando mano a 3,600 millones que estaban destinados a proyectos militares (posiblemente hospitales de veteranos y mejoramiento de estructuras), algo que seguramente generará malestar a la base republicana.
El tercer desafío estará en las cortes. Trump lo sabe, y tal vez por eso manifestó durante la conferencia de prensa que espera ser demandado. De hecho, el estado de California fue el primero que ya manifestó que tomará acciones legales. El panorama legal no es bueno para el presidente ya que él mismo admitió que “no es necesario hacer esto… sólo quiero hacerlo más rápido”.
Favio Ramirez-Caminatti es analista político y especialista en migración. Es Director Ejecutivo de El Centro del Inmigrante y Consejero en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).