Dan último adiós a detective del NYPD baleado en Queens
Miles de oficiales asisten al funeral de Brian Simonsen quien falleció baleado por ‘fuego amigo’ de otro policía
“Él hizo su trabajo hasta el último segundo de su vida”, dijo monseñor David Cassato, uno de los dos capellanes del NYPD que este miércoles lideraron el servicio fúnebre del detective Brian Simonsen, al recordar cómo el oficial estaba entregado a su trabajo en la Uniformada el cual realizó por casi 19 años.
Simonsen, quien falleció el martes pasado por ‘fuego amigo’ al ser baleado por otro oficial cuando atendían un robo en Queens, recibió un último adiós en la iglesia St. Rosalie en Hampton Bays, en Long Island, la cual estuvo atiborrada por miles de uniformados del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
Entre las personalidades que asistieron al servicio destacaron el alcalde Bill de Blasio y el comisionado de Policía James O’Neill.
“Tenía una habilidad especial para hacer que te sintieras como su mejor amigo”, dijo O’Neill, agregando que Brian “sabía hablar con la gente y, lo que es más importante, sabía escuchar”.
Simonsen, de 42 años, ni siquiera estaba supuesto trabajar el pasado 12 de febrero, día en que falleció, pero al igual que otros siete oficiales, atendió el llamado realizado a la comisaría 102 alrededor de las 6 p.m. en el cual se pedía ayuda por un robo a mano armada que se estaba cometiendo en una tienda T-Mobile ubicada en la esquina de la calle 120 con la avenida Atlantic, en el sector de Richmond Hill.
Al llegar al local fueron enfrentados por el sospechoso Christopher Ransom, quien sacó un arma que después se determinó que era falsa, aunque su acción provocó que 7 policías dispararan al menos 42 veces, y una de esas balas impactó a Simonsen en el pecho, por lo que fue pronunciado muerto minutos más tarde en el Hospital Jamaica.
Además de los miles de uniformados que lograron ingresar a la iglesia para el emotivo servicio fúnebre con el féretro cerrado del detective, otros cientos, que no lograron entrar, realizaron una formación en las afueras en honor de ‘Smiles’ (sonrisas), el sobrenombre con el que era conocido Simonsen.
“Por 19 años, su compromiso con su trabajo lo llevó a conducir 70 millas cada día de ida y de vuelta desde y hasta su hogar”, indicó el Alcalde durante su sermón. El oficial trabajaba en la comisaría de Queens pero vivía en Long Island.
“Nunca fue sólo un trabajo para él, fue algo mucho más poderoso”, enfatizó De Blasio, como recuerdo del compromiso del detective con su labor en el NYPD, fuerza en la que realizó casi 600 arrestos durante su carrera policial.
Todavía los investigadores que llevan el caso no han dado a conocer cuál de los otros oficiales fue quien le disparó a Simonsen, mientras que O’Neill prometió que se revisarán los protocolos de entrenamiento del NYPD para evitar que otro policía vuelva a caer víctima del ‘fuego amigo’.