Hermanas Mirabal: ejemplo de lucha

A raíz del nombramiento de la “Mirabal Sisters Way”, un vistazo a la importancia de su legado humano y universal en la mirada de intelectuales, académicos y artistas

La intersección de la Avenida Amsterdam y la Calle Oeste 168 en Alto Manhattan fue dedicada a las Hermanas Mirabal.

La intersección de la Avenida Amsterdam y la Calle Oeste 168 en Alto Manhattan fue dedicada a las Hermanas Mirabal. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

El jueves 14 de febrero por la mañana, un grupo de estudiantes de 4to. Grado de la escuela pública 443 –“The Family School”– visitó el Instituto de Estudios Dominicanos de la City University of New York (DSI/CUNY) para conocer más sobre la historia y los aportes de la comunidad no solo dominicana sino latina en esta ciudad.

Al conocer las instalaciones, los estudiantes tuvieron una visita guiada dentro de la biblioteca y una plática sobre los aportes importantes de las mujeres dominicanas, y se recordó por ejemplo a “la negra del hospital”, de quien todavía se desconoce el nombre, que es recordada como una sanadora que proveyó asistencia médica a los habitantes pobres de la ciudad durante los primeros años de la colonia. Pero además, uno de los alumnos visitantes indicó que entre las dominicanas más importantes están las hermanas Mirabal.

“Para mi fue una sorpresa porque son niños pequeños, pero nos demuestra que el recuerdo y la importancia de ellas ya está en sus cabezas, es un símbolo muy importante para la comunidad”, destacó Sarah Aponte, profesora asociada y directora de la biblioteca del Instituto.

Su reflexión viene días después que la comunidad dominicana celebró el nombramiento de la intersección de la calle 168 con la avenida Amsterdam, en el Alto Manhattan, como “Mirabal Sisters Way”.

La iniciativa fue del concejal Ydanis Rodríguez, representante del distrito 10 de Manhattan, para honrar el legado de Patria (nacida en 1924), Minerva (n. 1926) y María Teresa (n. 1935) Mirabal, hermanas oriundas de Salcedo y miembros del movimiento clandestino contra el dictador Leónidas Trujillo, que ayudó a distribuir información sobre sus abusos de poder.

Las hermanas, que se llamaron a sí mismas “Las Mariposas”, ayudaron a formar el grupo de resistencia “Movimiento del 14 de junio” en un intento de derrocar a Trujillo. Después de que un intento fallido de asesinato en contra del tirano fue expuesto en 1960, él ordenó que mataran a las hermanas Mirabal.

De acuerdo con el concejal Rodríguez “Trujillo utilizó a su policía secreta para subyugar a la nación y mantener a la gente bajo su gobierno. Él controlaba directamente la red de comunicaciones vitales del país, incluida la radio, el correo, la prensa, las aerolíneas y las oficinas de pasaportes. Los que hablaron contra él fueron asesinados a menudo.(…) (Los asesinatos de las hermanas Mirabal) sirvieron como un catalizador para el asesinato de Trujillo por líderes militares seis meses después”.

Añadió que tras la masacre, las hermanas Mirabal se destacan como activistas inspiradoras y visionarias de la justicia social y política y como modelos a seguir para generaciones de mujeres.
Y es precisamente el legado de las hermanas Mirabal que la doctora Sarah Aponte quiere destacar: una voz que no se apague y los lazos familiares. El primero se refiere a que pese a la tragedia y horror de los asesinatos, su coraje sigue permeando en las nuevas generaciones gracias a que se atreven a disentir.

En cuanto a los lazos, Aponte afirma que hay que destacar la estructura de la sociedad y la fuerza de la familia que se evidencia con el testimonio brindado por la única sobreviviente y la menor de las hermanas Mirabal, Dedé, el cual ha sido clave para entender la historia con su contexto político e histórico.
Interés cultural y académico

Uno de los aspectos más importantes es la atención que la historia de las hermanas Mirabal ha atraído por parte de la comunidad artística y académica dentro y fuera de República Dominicana.

Aponte ha creado un listado del fondo documental de la biblioteca del DSI sobre las hermanas Mirabal que dan cuenta de su legado más allá de la política. Entre los más destacados figuran las memorias de Dedé Mirabal, “Vivas en su jardín”, publicada por Aguilar/Editorial Santillana, en 2009, así como la entrevista que Claudia Bedoya-Rose le realizó y fue publicada en el libro Teaching for Change, en 2005.

Asimismo están incluidas obras como la famosa novela de Julia Álvarez “En el tiempo de las mariposas”, de 1998, los libros “Tres heroínas y un tirano: la historia verídica de las hermanas Mirabal y su asesinato por Rafael Leónidas Trujillo”, de Miguel Aquino García (1996); “Las heroínas de Salcedo en un ojo de agua”, de Alcibíades Cruz González (1997); “Minerva Mirabal: historia de una heroína”, de William Galván (1997) y el Homenaje a las Hermanas Mirabal, publicado por la Fundación Hermanas Mirabal y Fundación Violeta Martínez en 2000.

Además “¡Yo soy Minerva!: confesiones más allá de la vida y la muerte”, de Sang, Mu-Kien A, (Mu-Kien Adriana), de 2003 y las cintas cinematográficas “In the Time of the Butterflies”, dirigida por Mariano Barroso (2001); “Code Name: Butterflies. The Documentary”, dirigido por Cecilia Domeyko/Mariposa Cultural Foundation (2009) y “Trópico de Sangre”, dirigida por Juan Deláncer. Kemasi Films/Maya Entertainment (2010).

Domeyko, quien es periodista, cineasta y presidenta de Mariposa Cultural Foundation, trabajó casi una década hasta poder completar el documental. “Trabajar con la familia Mirabal fue maravilloso. La familia estuvo siempre dispuesta a ayudarme, todos sus integrantes me dieron entrevistas, a veces varias y me entregaron fotos de la familia para poder incorporarlas en el documental. Dedé y yo después compartimos tiempo juntas pues a veces nos invitaban a las dos a festivales de cine y otros eventos relacionados con las Mariposas”, indicó a El Diario.

Dijo que lo que más le impactó fue lo que le llevó a pasar años creando el documental: el enorme valor de las hermanas Mirabal para arriesgar todo por la causa de la libertad. “Si no hubiera admirado profundamente a las hermanas, yo no habría luchado tanto por realizar la obra. Su pasión por valores importantes de la democracia me inspiraron y me dieron fuerzas para seguir sin dejar que nada me impidiera terminar la película”, afirmó Domeyko.

En torno a la importancia del legado, reflexionó que “hay que luchar por los valores que son importantes no sólo para nosotras mismas sino para toda la humanidad. Quizás no todas tengamos el valor de las Mirabal que estuvieron dispuestas a dar la vida por sus valores, pero todos y todas podemos seguir su ejemplo, poner nuestro granito de arena. En la vida más común y corriente hay momentos en que podemos mantenernos firmes en contra del abuso, la injusticia, la desigualdad, y no tomar el camino fácil y cómodo que es no decir nada, no tomar una posición, no defender lo que sabemos debemos proteger. Fueron modelos importantes en mi vida y yo creo que podrían serlo para mucha gente joven que necesita figuras como ellas a quien emular”.

El fondo documental del DSI incluye también artículos académicos en inglés, canciones y poemas.

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